SAYULA DE ALEMÁN, VER. – La imagen que se observa a varios kilómetros sobre la carretera federal Costera del Golfo, es de cientos de personas de todas las edades caminando, cargando mochilas, sin playeras, y con gorras o sombreros para cubrirse del sol. Todos son extranjeros que conforman la caravana de migrantes “Latinoamérica Unida”, que este fin de semana ingresaron al sur de Veracruz,
Ni los operativos de seguridad, ni las altas temperaturas que prevalecen en la región, detienen a este grupo conformado por cerca de tres mil personas, entre adultos y menores. A pie, por la carretera federal, llegaron al municipio de Sayula de Alemán, esto tras ingresar a la entidad por Jesús Carranza, donde además del cansancio enfrentan problemas con las autoridades migratorias.
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“Tenemos una represión bárbara, todas las autoridades nos dicen que tenemos denuncia por tráfico de personas, lo cual no es cierto porque lo único que hacemos es guiar a las personas; migración no quiere que se enteren ustedes los medios de comunicación que no están dando libre paso”, puntualizó Pablo Ballesteros, coordinador caravana migrante.
Han cumplido sesenta días de caminar en grupo, los migrantes vienen de Cuba, Venezuela, Colombia, Ecuador, El Salvador, Guatemala y Honduras. Cargan con bolsas, maletas, carriolas para los más pequeños y hasta con sus mascotas.
Gloria necesita una carriola para mover a su bebé
Gloria, de Honduras, salió con su hija en brazo en busca de un mejor futuro para la pequeña de un año, el camino es más pesado para ella porque tienen que cargarla. Lo que asegura le genera un fuerte cansancio físico. Por las noches busca un espacio cómodo para acostarla y descansar, aunque no siempre lo hay. Agradece a aquellas personas que además de alimentos le donan pañales y artículos para bebé.
“En otros lados hemos sufrido de todo; llegamos a Arriaga y ahí casi nos detuvieron, de ahí en otros pueblos nos han atendido bien. Yo lo que necesito es que me regalen una carriola porque esta niña es intensa, ojalá que nos donaran una", señala la migrante.
La madre soltera se apoya de sus paisanos, quienes por momentos cargan a su hija para que descanse. Al igual que todos los integrantes de la caravana, huyen de la pobreza e inseguridad. La meta es Estados Unidos a pesar del cansancio.
Autoridades municipales, cuerpos de emergencia como Cruz Roja, Guardia Nacional y elementos de seguridad pública los resguardan. Los que más se solidarizan son las familias, grupos religiosos y representantes de refugios para migrantes.
“Es una alegría porque hemos venido aguantando hambre en el camino y gracias por los sagrados alimentos que el señor les bendiga”, dice Roen de Venezuela.
En estos dos meses el grupo se desintegró un poco, ya que comenzaron con 5 mil migrantes, pero en el camino algunos se fueron quedando y ahora viajan cerca de 2 mil 800. Algunos incluso, han solicitado ser repatriados. Este fin de semana descansarán en un campo deportivo de Sayula de Alemán, lugar que no cuenta con un techo. El lunes continuarán con su viaje, que tiene como primera meta la Ciudad de México y después la frontera norte.
"No hay de otra, ya llevamos varios días así que buscamos llegar a la frontera sin importar los peligros", finaliza el coordinador.
ys