Después de meses probando de todo, desde tés hasta apps de meditación, encontré algo tan sencillo como un gorro para la migraña. Es decir, un gorro frío que guardas en el congelador y te pones cuando el dolor de cabeza empieza a escalar. ¿El resultado? Alivio en minutos, descanso más profundo y, lo mejor, sin efectos secundarios.
Alivio sin necesidad de medicamentos
Este gorro funciona con compresión, es decir, combina el frío con un ajuste suave pero firme que reduce el dolor, la inflamación y la presión en toda la cabeza. Es útil no solo para migrañas, sino también para tensión muscular, dolor sinusal o hinchazón en los ojos. Si trabajas muchas horas frente a una pantalla o tienes el sueño interrumpido por dolores de cabeza, esta es la solución que no sabías que necesitabas.
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Una de las cosas que más me sorprendió fue que no se congela como una piedra. El gel interno sigue siendo flexible incluso después de estar en el congelador, así que no hay incomodidad ni rigidez. El material exterior es suave, elástico, y se adapta a cualquier persona gracias a su forma contorneada. Además, no aprieta, no se escurre y no se mueve, incluso si te quedas dormido.
Su diseño en forma de “V” en el rostro también ayuda a que puedas respirar bien mientras lo usas, sin sentir esa sensación de ahogo que a veces causan las mascarillas de hielo tradicionales.
Su modo de uso es tan sencillo como ponértelo, te recuestas y dejas que el frío haga lo suyo. Algunos días lo uso solo 10 minutos y siento cómo se libera la tensión acumulada. Otros, me lo dejo puesto mientras veo una serie antes de dormir. Y, la mejor parte, solo cuesta $175 pesos en Amazon México.
Con más de 300 unidades vendidas el mes pasado, son muchas las personas que lo recomiendan como una solución práctica para aliviar dolores de cabeza y desinflamar los ojos.
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