El MURO que evoca a la ultraderecha
En la década de los 60, del siglo XX, surgió el Movimiento Universitario de Renovadora Orientación (MURO), un grupo de ultraderecha que se creó en Puebla y con ideas totalmente radicales, que, a decir de investigaciones, llegó hasta el asesinato. Ahora, en la lista de organizaciones que solicitan ante el INE su registro como partidos políticos, hay una que se llama Movimiento Único de Renovación Opositora A.C (MURO) y quien está detrás de éste es Fernando González, nada más y nada menos que el yerno de la ya cuasi olvidada maestra Elba Esther Gordillo. A esperar la decisión del INE.
¿Nada es igual?
El próximo viernes el grupo parlamentario de Morena en la Cámara de Diputados, ese que comanda Ricardo Monreal, tendrá su reunión plenaria previo ya al inicio de un nuevo periodo. En la encerrona se verá desfilar a secretarias y secretarios de Estado, así como ocurría en tiempos en que otros partidos han gobernado. A las diputadas y diputados de Morena llegarán a hablarles la secretaria de Gobernación, Rosa Icela Rodríguez; la del Bienestar, Ariadna Montiel; el secretario de Seguridad, Omar García Harfuch; de Economía, Marcelo Ebrard, y hasta la consejera jurídica de la Presidencia, Ernestina Godoy.
Agravios olvidados
Las universidades privadas, a las que Andrés Manuel López Obrador llamó instituciones “patito” y “fraude”, ya se olvidaron los agravios. En la firma del convenio entre la Asociación Nacional de Universidades e Institutos de Educación Superior (ANUIES) y la Secretaría de Educación Pública se pasaron por alto las críticas y descalificaciones, y se aceptó el llamado a cerrar filas con el gobierno, que hizo la UNAM hace unos días. El secretario general de ANUIES, Luis González Plascencia, saludó cordialmente a Mario Delgado, secretario de Educación en el gobierno del entonces Distrito Federal, que lo criticó por sus informes en los que señaló a esa administración, esto cuando encabezaba la Comisión de Derechos Humanos de la capital del país.
La soberbia de Francisco Garduño
Muchas de las preguntas que quedan sin respuesta sobre el comisionado del Instituto Nacional de Migración (INM), Francisco Garduño, están en el aire, máxime cuando en octubre pasado la presidenta Claudia Sheinbaum dio a conocer que Sergio Salomón Céspedes sería el nuevo titular. Pero no solamente no ha ocurrido ello, sino que Garduño, con la soberbia que lo caracteriza, está como si nada luego de que fue exonerado de la tragedia que fue el incendio en una estación migratoria en Ciudad Juárez, sitio al que el funcionario público tuvo que estar viajando de manera constante para enfrentar su proceso, y todo con cargo al erario. Y para acabar, apenas regresó de aquella ciudad fronteriza y lo hizo cómodamente en primera clase de avión. Y así, recibió el espaldarazo de Palacio Nacional.
