¿La primera derrota de Arturo Zaldívar?
A la sombra de los reflectores que dominaron el anuncio de los primeros seis integrantes en el gobierno de la virtual presidenta electa, Claudia Sheinbaum, deambuló una figura sólo advertida por los iniciados. El expresidente de la Corte, Arturo Zaldívar, había dejado caer en todos los oídos que pudo, cercanos a la exjefa de Gobierno capitalino, que aspiraba con firmeza a ser el próximo consejero jurídico del gobierno mexicano. No es remoto que, como desde el inicio de esta historia, haya acudido a Palacio para que su ocupante dejara sentir su peso al respecto. De nada valió que le explicaran que estaba impedido legalmente para ocupar un puesto público fuera del Poder Judicial hasta en tanto no pasaran dos años de que dejó su lugar en el máximo tribunal, que se cumplirán hasta noviembre de 2025. Fuera como fuese, la próxima consejera jurídica es Ernestina Godoy, exfiscal capitalina.
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De los “duros” y el diálogo
Durante la singular reunión sostenida esta semana por Claudia Sheinbaum con los legisladores electos para el Congreso federal por parte de Morena y sus aliados, lenguas viperinas nos aseguran que hubo voces cercanas al sector más radical del oficialismo que llamaron a no emprender ningún diálogo o parlamento abierto para reflexionar sobre los alcances de la propuesta de Reforma Judicial impulsada por Palacio y avalada por la virtual presidenta electa. En ese rol tomaron la palabra los periodistas Pedro Miguel y Rafael Barajas, cuya influencia ideológica sobre el presidente López Obrador es frecuentemente referida en el entorno del oficialismo. De frente a quien presidía el encuentro y que se ha manifestado en favor de escuchar a todas las partes implicadas, en particular Pedro Miguel habría caracterizado esa posibilidad como una “traición” al movimiento. SI ello no fue un arrebato emocional, una licencia literaria, quizá estemos ante un desafío de consecuencias no previsibles aún.
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Xóchitl y el frente: adiós para siempre
La excandidata presidencial del frente opositor, Xóchitl Gálvez, sigue recibiendo información sobre el nulo apoyo operativo aportado por los partidos que oficialmente la apoyaron. Las crudas cifras del proceso electoral arrojan que, por ejemplo, aun en las zonas de influencia en donde el PRI es gobierno, como Coahuila, a cargo de Manuel Jiménez, o en Durango, con Esteban Villegas, los esfuerzos se concentraron casi únicamente en sacar adelante a los candidatos tricolores locales y para legisladores federales, dejando al garete a su abanderada más relevante. El PAN tenía sus propios cálculos, mientras el PRD resultó irrelevante. Ingenua o víctima propiciatoria, la ingeniera Gálvez tiene suficiente materia para dejar atrás a quienes se dijeron sus aliados y promotores.
Otra travesura de Martí Batres
El mismo día en que Claudia Sheinbaum concentraba la atención generalizada al presentar a los primeros miembros de su próximo gabinete, el jefe de Gobierno interino, Martí Batres, desplegó sus baterías al convocar a medios de comunicación y otros personajes para lanzar lo que bautizó como el “Himno chilango”, encomendado a una hermana de la artista y activista Jesusa Rodríguez. El ejercicio del funcionario provocaría carcajadas de no ser porque sin duda será interpretado en algunos sectores políticos y partidistas como una provocación.