PRESUPUESTO 2026

El Presupuesto de Egresos 2026: un compromiso con la salud de los mexicanos

El incremento en el gasto en salud es una apuesta política y ética: poner la vida y el bienestar de las personas en el centro de la agenda nacional. | Pedro Zenteno

Créditos: Cuartoscuro
Escrito en OPINIÓN el

El Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF) 2026 marca un hito en la política social de nuestro país: la salud se consolida como una de las máximas prioridades del gasto público. Pero más allá de las cifras, este presupuesto refleja el espíritu del nuevo modelo de salud que se construye en México, el cual busca superar décadas de dispersión institucional y desigualdad en el acceso a los servicios.

Durante muchos años, el sistema de salud mexicano estuvo fragmentado en múltiples subsistemas —IMSS, ISSSTE, Secretaría de Salud, servicios estatales y seguros parciales— que generaban inequidades y duplicidades. Cada trabajador o familia recibía un nivel distinto de atención según su condición laboral, dejando grandes vacíos para millones de personas en la informalidad. Hoy, con el fortalecimiento del IMSS-Bienestar y la integración progresiva de los servicios, se avanza hacia un modelo único, universal, gratuito y de calidad, en el que el derecho a la salud ya no depende de la condición laboral ni del lugar de residencia, sino de la sola condición de ser persona.

El PEF 2026 es, en este sentido, más que una asignación de recursos: es la piedra angular de una transformación estructural que pretende garantizar que cada mexicano, desde la primera infancia hasta la vejez, tenga acceso efectivo a médicos, hospitales, medicamentos y prevención.

De acuerdo con los Criterios Generales de Política Económica y el PPEF 2026, el presupuesto federal destinado al sector salud asciende a 2.3 billones de pesos, lo que representa el 23% del gasto total. Este esfuerzo significa un incremento de 141,149 millones de pesos respecto a 2025, es decir, un aumento del 6.3% en términos reales. En un contexto de desafíos sanitarios crecientes –enfermedades crónicas, envejecimiento poblacional y necesidad de consolidar el modelo IMSS-Bienestar, este aumento se traduce en un compromiso inequívoco del Estado mexicano con el derecho a la salud.

El desglose del presupuesto muestra la orientación estratégica del gasto: El IMSS recibe 1.59 billones de pesos, un incremento del 8.2% respecto al año anterior; el ISSSTE contará con más de 539 mil millones, con un aumento del 2.6%; el IMSS-Bienestar, pieza clave del nuevo modelo de atención, dispondrá de 172,492 millones, un crecimiento del 4.0%; el Ramo Administrativo de Salud se mantiene con poco más de 66 mil millones.

Estos datos reflejan que la política de reasignación de recursos —incluyendo recortes a sectores como el Poder Judicial— busca fortalecer la seguridad social de los trabajadores del Estado y garantizar que los servicios de salud lleguen a más mexicanas y mexicanos.

El incremento en el gasto en salud no es una simple cuestión contable. Es una apuesta política y ética: poner la vida y el bienestar de las personas en el centro de la agenda nacional. Además, se contempla que una parte de los recursos de Marina y Defensa Nacional se dirija al fortalecimiento de programas y servicios de salud, mostrando que la seguridad nacional no se limita a las fronteras, sino que incluye la salud de la población.

Este presupuesto reafirma que el Estado mexicano entiende que no hay prosperidad posible sin salud, y que invertir en hospitales, médicos, medicamentos y prevención es invertir en la fortaleza de la nación.

En conclusión, el PEF 2026 incrementa de manera histórica el gasto federal en salud, consolidando una visión de largo plazo donde el derecho constitucional a la salud no es un ideal lejano, sino una realidad que se construye día a día con voluntad política, recursos suficientes y compromiso social.

* Presidente de la Comisión de Salud de la Cámara de Diputados