Todas las penurias que sufre nuestra república también las sufre la capital de nuestro país.
Desde la violencia de los cárteles y el crimen organizado. Las desapariciones de jóvenes a niveles que se asemejan a tiempos de guerra. La cooptación de las fuerzas policiacas por estos mismos grupos. Un transporte público que no da abasto a los más de 6 millones de usuarios diarios. Un sistema de aguas al borde del colapso y súmele usted.
La Ciudad de México; esa que fue la ciudad de la vanguardia en derechos políticos, sociales y libertades es ahora una ciudad que administra la mediocridad y el caos.
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Movimiento Ciudadano en la Ciudad de México acaba de tener su plenaria debido al arranque del periodo legislativo. Invitamos a expertas y expertos en diversas materias y su diagnóstico nos puso los pelos de punta.
En materia de seguridad, la maestra Volga de Piña, nos dio una cátedra en torno al deterioro de la seguridad en la CDMX. Nos cuenta que ya existen 8 cárteles operando en la capital. Si nos quejamos de las fosas comunales en Jalisco, Guanajuato y demás, tenemos que voltear la mirada al Ajusco. La ciudad más vigilada del país cierra los ojos ante las desapariciones de mujeres, niñas y niños que se dan todos los días. En resumen, la ciudad también representa el colapso de la paz social mexicana. Soluciones hay, pero para ello debemos de empezar a restablecer un diálogo republicano entre todas las fuerzas políticas y la sociedad en general.
En materia medio ambiente y agua estamos también a niveles críticos, acercándonos al día 0. El ingeniero Ramón Aguirre que trabajó en la administración de Ebrard en la CDMX (2006-2012) nos comentó que la capital tiene para subsistir un máximo de 40 años con el desgaste de los mantos acuíferos. Que las inversiones requeridas superan los 9,000 millones de pesos anuales, solamente para ir renovando nuestro sistema de tuberías y drenaje. Nos dejó un panorama desolador, pero también, en lo personal a mí me dio esperanza ver a tantas personas expertas, con propuestas y soluciones en mano para darle futuro a esta ciudad y a la república.
Y con eso me quedo. Existe el capital intelectual, cultural y social para rescatar al país y a la gran Ciudad de México. Hay grandes proyectos para entrarle al tema de la vivienda, agua, seguridad, medio ambiente etc. Y aunque suene a disco rayado, todo lo podremos hacer si convocamos a un pacto nacional y local que empiece por definir a dónde queremos llegar como sociedad y cuánto cuesta este futuro que nos imaginamos digno para todos.
Si no, el futuro será una mezcla entre Mad Max y Blade Runner, mientras los ricos planean su escape a Marte. Por eso es indispensable hablar de impuestos a la riqueza, no solo por justicia social, sino para financiar las obras que requerimos para no ahogarnos en aguas negras.
