El Instituto Nacional Electoral (INE) no solo organiza y desarrolla elecciones, también fortalece la educación cívica de las y los mexicanos a través de la elaboración, impresión y difusión de una robusta producción editorial en la que resaltan obras sobre democracia, procesos electorales, cultura cívica, sistemas de partidos, normativas electorales, tecnología electoral, entre otras. Asimismo, realiza estudios e investigaciones que son indispensables para conocer el comportamiento electoral de las personas que sirven de base para ensayos, estrategias de capacitación, debates, análisis y más entre personas académicas, expertas electorales, partidos políticos, entre otros.
En este sentido, el INE llevó a cabo un “Estudio muestral de la participación ciudadana 2024” que contiene los principales resultados de las personas electoras que votaron en la que ha sido la elección más grande registrada hasta el momento en el que fueron renovados más de 20 mil cargos de elección de manera concurrente tanto a nivel federal como en las 32 entidades federativas.
El estudio contiene información de diversas variables como la participación ciudadana a nivel nacional por sexo, rango de edad y por tipo de sección; participación de la ciudadanía para cada entidad federativa por sexo, grupos de edad y tipo de sección, y participación por distrito electoral por sexo, grupos de edad y sección. Asimismo, contiene un apartado específico de la participación ciudadana de las mujeres en 2024.
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Sobre este último indicador quiero resaltar una serie de datos que resultan por demás relevantes en el contexto histórico del proceso de lucha de las mujeres por alcanzar una igualdad de derechos respecto a los hombres.
De entrada, en la elección de 2024 votó un 59.8% de las y los ciudadanos inscritos en la lista nominal, de la que el 64.3% de las mujeres asistieron a las urnas por un 54.8% de los hombres. Las mujeres votaron un 9.5% más que los hombres.
Las entidades federativas en las que las mujeres votaron más que los hombres son Guanajuato (12.6%); Tlaxcala y Querétaro (11.4%); Puebla (11.2%), Hidalgo y San Luis Potosí (11.1%); el Estado de México (11%); Zacatecas (10.9%), y Aguascalientes, Coahuila y la Ciudad de México (10.6%).
El país se divide en términos de la geografía electoral en secciones urbanas, no urbanas (rurales) o mixtas. Al respecto la mayor diferencia respecto del voto el día de la jornada electoral entre mujeres y hombres se presentó en las secciones urbanas en las que las mujeres votaron 11.3% más que los hombres, es decir, 64.9% respecto a un 53.5%. En las secciones no urbanas la diferencia fue de 8.7%, un 64.1% de las mujeres respecto a un 55.4% de los hombres.
Por distrito electoral resalta que en San Luis de la Paz, Guanajuato, las mujeres votaron en un 67.8% por un 43.6% de los hombres; en Guanajuato, Guanajuato, las mujeres lograron una participación del 63.4% por un 42.7% de los hombres; en Bochil, Chiapas, la diferencia fue de 19.8% donde las mujeres votaron en un 81.1% por un 61.3%.
Las menores diferencias se registraron en Tuxtla Gutiérrez, Chiapas, en donde los hombres votaron en 1.3% más que las mujeres, 37.4% por un 36% de las mujeres; en Santa Catarina, Nuevo León, las mujeres votaron en un 63%, respecto a un 61.7% de los hombres, y en Chihuahua, Chihuahua, la diferencia de votación a favor de las mujeres fue tan solo del 2.5%, 36.5% y 34%, respectivamente.
Todos estos registros muestran el interés y el nivel cívico de las mujeres por ser el indicador de cambio para una sociedad más inclusiva; son la referencia fundamental de nuestra democracia y obliga al Estado, a las instituciones electorales y a todos los actores políticos que participan en elecciones a generar mejores condiciones para la participación de las mujeres tanto como candidatas como para el ejercicio del voto.