Como Secretario de Gobierno de la Ciudad de México, he sido testigo del compromiso inquebrantable de nuestra Jefa de Gobierno, Clara Brugada Molina, con las causas que realmente importan. El lanzamiento del programa Agua Bienestar es un ejemplo claro de su visión transformadora y su voluntad de enfrentar los desafíos de manera directa y solidaria.
El agua, un recurso tan esencial como el aire que respiramos, ha sido durante mucho tiempo un reflejo de las desigualdades en nuestra ciudad. Mientras algunos hogares disfrutan de un suministro generoso, otros luchan día a día para obtener lo más básico. Con Agua Bienestar, no sólo estamos proporcionando una solución inmediata con garrafones de agua purificada a bajo costo; estamos atacando las raíces de esta problemática.
La inauguración de la Planta Purificadora Xotepingo marca un punto de partida hacia un cambio estructural en la distribución y acceso al agua. Este esfuerzo es más que un programa; es una declaración de principios. Con un costo simbólico de 5 pesos por garrafón de 19 litros, el programa está diseñado para ser accesible y efectivo, ayudando a las comunidades que enfrentan las mayores carencias.
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Desde ayer, 6 de enero, los garrafones ya están disponibles en los Pilares y las Utopías de las 16 alcaldías de la Ciudad de México, así como en otros puntos que se irán anunciando en los próximos días. Pero Agua Bienestar no se detiene aquí. Como explicó nuestra Jefa de Gobierno, esta medida es sólo el inicio de una estrategia integral que incluye sectorización, redistribución y equilibrio hídrico. Además, se implementarán tecnologías avanzadas de purificación y se construirán más plantas, lo que garantizará que podamos cumplir con la meta ambiciosa de producir hasta 200 mil garrafones a la semana en 2025.
Este esfuerzo cuenta con una inversión inicial de 30 mil millones de pesos, lo que subraya la seriedad con la que abordamos este tema. Asimismo, la distribución prioritaria en 738 colonias, pueblos y barrios con mayores necesidades es una muestra de que esta administración entiende la urgencia de actuar donde más se necesita.
El agua no es una mercancía; es un derecho. Bajo esta premisa, Clara Brugada Molina está redefiniendo la manera en que gobernamos para las mayorías, demostrando que es posible construir una ciudad más equitativa y sustentable. Desde este espacio, hago un llamado a todas y todos los habitantes de la Ciudad de México a sumarse a este esfuerzo, no sólo como beneficiarios, sino también como promotores de una cultura del agua que priorice el ahorro y el cuidado de este recurso vital.
P.D. Aprovecho este espacio para informar que las audiencias del Zócalo de Gobierno Ciudadano cambiarán de horario y se realizarán a las 16:00 horas.
Los esperamos para seguir construyendo una ciudad más justa y participativa.