¡Vivimos tiempos virtuosos! Hoy 1 de octubre, Claudia Sheinbaum recibió la banda presidencial de manos de Ifigenia Martínez, presidenta de la Cámara de Diputados en una ceremonia republicana, después de haber sido electa por 36 millones de mexicanas y mexicanos el pasado 2 de junio.
Nuestro gran presidente saliente, Andrés Manuel López Obrador (que terminó sus actividades el 30 de septiembre) entregó la banda tricolor a Ifigenia, para después colocarla en el hombro de Claudia Sheinbaum.
En un hecho sin precedentes que marcará un antes y un después en la historia, es la primera vez que México tiene una mujer que encabezará los destinos de nuestra nación; señal de la profunda transformación que está viviendo nuestro país.
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Proviene de una carrera científica, y al mismo tiempo ha participado en la lucha por la democracia, las libertades, la justicia social y ambiental y los derechos de las mujeres desde que tenía 15 años.
Gobernó además la Ciudad de México con grandes resultados y múltiples reconocimientos nacionales e internacionales, bajo los principios de no robar, no mentir y no traicionar al pueblo. Y así seguirá. Estoy seguro.
Confiada en cumplir con el objetivo de nuestro movimiento: darle una verdadera continuidad a la transformación iniciada por Andrés Manuel López Obrador; ella lo hará con sello propio.
Su fortaleza es la honestidad; y la honestidad da resultados.
Ya comenzó su impronta, su timbre; un grupo de mujeres cadetes del Heroico Colegio Militar fue quien escoltó a la Presidenta electa a su llegada al Palacio Legislativo de San Lázaro donde se llevó a cabo la ceremonia con la presencia de integrantes de todas las naciones con las que México ha establecido relaciones, y los organismos internacionales con los que tiene membresía.
Es decir, se incluyó a 208 mandatarios extranjeros, así como 34 titulares de organismos internacionales. Así, la Presidenta rindió protesta y dirigió un mensaje ante los asistentes al Congreso donde se entonó el Himno Nacional de México.
En esta nueva etapa de la transformación con honestidad, amor al pueblo y a la patria, a la Presidenta le corresponderá seguir favoreciendo la paz, la seguridad y atenderá siempre con humanismo, disciplina y valor los problemas del porvenir. ¡Estaremos a su lado, apoyándola!
Seguirá con la Transformación, mantendrá los programas del Bienestar; y ahora apoyará a las mujeres de 60 a 64 años; a todos los niños y niñas de escuelas públicas con becas; construirá más preparatorias y universidades gratuitas y de calidad para que las y los jóvenes puedan seguir estudiando. Fortalecerá el sistema de salud pública; su gobierno construirá viviendas, generará más empleo; y continuará aumentando el salario.
Será perseverante en la lucha contra el clasismo, el racismo, el machismo y cualquier forma de discriminación; es decir, Claudia hará de México un país todavía más próspero, justo e igualitario, y seguirá engrandeciendo la dignidad y el orgullo de ser mexicanas y mexicanos.
Con nuestra Presidenta seguirán los proyectos estratégicos, seguirán los tiempos de las hazañas pacíficas.
Claudia presidirá un gobierno honesto, íntegro, que dará orgullo a nuestro pueblo. Sabemos, por sus convicciones humanistas, que nunca emitirá una orden que vulnere los derechos humanos del pueblo de México.
Será una Presidenta para todas y todos los mexicanos, independientemente de cual sea su afiliación política. Ya tiene poder político, y ahora va por un proyecto aún más ambicioso, más desafiante.
Política, científica y académica, es una mexicana que ha tomado la decisión de dar la vida por su pueblo, con honor, lealtad, patriotismo, honestidad y valentía. Claudia es también hija de México.
Su misión es una: el amor a la grandeza de nuestro país, libre, independiente y soberano. Con ella, el poder que la 4T ejerce en el panorama político y territorial será aún mayor.
Su lucha viene de lejos; recordemos que participó en las movilizaciones electorales de 1988 mientras estaba embarazada. ¡Siempre en primera línea!
Hoy es el inicio de una etapa decisiva hacia el futuro, es tiempo de la consolidación de la Cuarta Transformación; tiempo de profundizar en el bienestar común; de llegar adonde nunca hemos llegado; tiempo de construir utopías y nuevas realidades, desafíos; tiempo de la renovación de las conciencias. ¡Tiempo de mujeres! ¡Tiempo de nuestra Presidenta!