Restan seis días para que concluya, de manera formal, la gestión del peor presidente mexicano.
Sí, el 1 de octubre del 2024, López Obrador deberá entregar la banda presidencial a su “criatura”, la espuria Claudia Sheinbaum.
De esa manera, habrán terminado seis años en donde la mayoría de los mexicanos entendimos que estuvimos solos, sin gobierno, sin instituciones y sin Estado; lo que la ciencia política conoce como ingobernabilidad.
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Seis años en los que estuvimos atrapados en medio del gobierno más corrupto, más irresponsable, menos eficaz y con la mayor deuda pública de la historia. Y, por si fuera poco, entregado a las bandas criminales.
Seis años de una de las mayores espirales de ingobernabilidad, en medio de los estragos de un “narco-Estado”; con la mayor cifra de muertes violentas, desapariciones, feminicidios, secuestros y, sobre todo, víctimas de la demolición de pilares de la democracia, como la división de poderes y la cancelación de libertades básicas, como las de expresión y de prensa.
Pero no era ninguna novedad ya que, desde el amanecer del gobierno de AMLO, muchos mexicanos entendimos que el nuevo presidente no solo era un peligro para México, sino un mandatario ignorante, rencoroso, vengativo y preocupado sólo por su imagen y sus negocios de rapiña y depredación.
Por eso, a diario, una mayoría de ciudadanos experimentaron el desdén oficial y, a lo largo de los casi 72 meses de gestión, aprendieron que nada se podía esperar de las instituciones de un Estado fallido; institución que jefatura un irresponsable y criminal confeso, de nombre López Obrador.
Un presidente que, por ejemplo, en cadena nacional de televisión reconoció que su prioridad no era velar por la vida y los bienes ciudadanos –como lo exige la Constitución–, sino que confesó que priorizó la defensa de sus aliados; las bandas criminales, los pillos de su gobierno y su familia.
Sí, por increíble que parezca y por ridículo que resulte, esas fueron las prioridades del presidente que en pocos días se irá a “La Chingada”.
Y es que, durante 72 meses, todos los días y en todos los rincones del país, millones de ciudadanos fueron víctimas de la ingobernabilidad, la ineficacia oficial y del Estado fallido; víctimas de la violencia criminal, de la muerte a manos de matarifes sin ley y sin piedad; víctimas del secuestro sin fin, la desaparición, la trata y los feminicidios sin freno.
Mexicanos víctimas de la pobreza, la insalubridad, el manejo deficiente de la pandemia; víctimas del hambre, el desempleo, el fracaso económico y, sobre todo, víctimas de la irresponsabilidad del peor gobierno mexicano que haya conocido la historia de nuestro país; un gobierno que acabó con el sistema de salud, con las medicinas, las vacunas y, en general, que destruyó el sistema de salud pública; la educación pública y que acabó con la democracia.
Y es que, en los hechos, en México ya no existen las figuras de “jefe del gobierno” y menos “jefe del Estado”, ya que hoy, la espuria Claudia no es más que marioneta del único y verdadero dueño de Morena; el “mandón” detrás del trono, el dueño del circo y de los payasos.
Por eso, frente a esas distorsiones del Estado mexicano, los ciudadanos estamos solos, sin la protección del gobierno y menos del Estado; a merced de los poderes fácticos mafiosos y de la grosera impunidad que solapa la incontenible corrupción oficial.
Pero tampoco es la primera ocasión en que los mexicanos estamos solos; estuvimos solos en 1968, en la gran represión; en 1976, en la primera de las grandes crisis económicas, en septiembre de 1985, en el gran terremoto y estuvimos solos en 1994, a causa de los magnicidios de ese año.
Y por eso obliga la pregunta. ¿Dudan que hoy estamos solos?
1.- Estamos solos porque el gobierno de López Obrador, como ya se dijo, claudicó su responsabilidad de perseguir, detener y sancionar a los jefes y matones a sueldo de las bandas criminales.
2.- Porque tales bandas del crimen –en todas sus modalidades– hoy son socios del gobierno federal y se han apoderado de no pocos gobiernos estatales, municipales y cargos en los congresos federal y de los estados.
3.- Porque al final del gobierno de López Obrador, la violencia es peor, la inseguridad más letal, los feminicidios son una epidemia, igual que las desapariciones y los secuestros. Y sólo basta recordar que son 200 mil muertes violentas y casi 150 mil desaparecidos; la peor guerra en el mundo.
4.- Estamos solos porque a diario, cuando habla el presidente en una perorata interminable, son pocos los que le creen, ya que López Obrador ha dicho más de 160 mil mentiras en 72 meses; es el presidente más mentiroso de la historia y del mundo.
5.- Estamos solos porque un presidente analfabeto destruyó la economía del país, a la que darán “el tiro de gracia” la inseguridad, la violencia, la descomunal deuda externa y la venganza contra el Poder Judicial.
6.- Porque antes de la llegada del covid-19, AMLO ya había destruido la salud; ya no había medicinas, médicos, instalaciones sanitarias adecuadas, y el IMSS y el ISSSTE vivían el peor colapso de su historia.
7.- Porque el irresponsable manejo de la pandemia enlutó a casi un millón de familias que perdieron un hijo, un padre, una madre, un abuelo…
8.- Porque aquel mexicano al que 30 millones le encomendamos el timón del país resultó un “papanatas” incapaz de conducir un “patín del diablo”, ya no se diga una nación como la nuestra.
9.- Porque el gobierno de AMLO es hoy la mayor fábrica de pobres de la historia.
10.- Porque del potente “primero los pobres” que animó a millones, hoy sólo queda el insultante “primero los narcos”, los mafiosos y los criminales.
11.- Porque el presidente mexicano se ha encargado de derribar todo el edificio de la democracia mexicana, en sus afanes demenciales de mantener el poder de manera indefinida.
12.- Porque López Obrador destruyó la división de poderes al someter a sus contrapesos del Poder Judicial y Poder Legislativo.
13.- Porque México ya no es una democracia sino una tiranía en donde sólo manda un hombre.
14.- Estamos solos porque ante la cotidiana violación constitucional que ejercen el presidente y toda la pandilla de su gobierno, nadie es capaz de llamar a cuentas a los violadores seriales de la Carta Magna.
15.- Estamos solos porque la Fiscalía General, y no pocos ministros de la Corte están al servicio de Palacio, lo que deja al ciudadano en indefensión.
16.- Estamos solos y a merced de todas las tragedias inimaginables, gracias a que un caprichoso presidente dilapidó en sus obras faraónicas, a costa de la salud y la seguridad de los ciudadanos.
17.- Porque el 90 por ciento del gasto público del gobierno federal no es auditado y menos transparentado.
18.- Estamos solos porque el autócrata llamado Andrés Manuel López Obrador sometió a los dueños de los grandes medios.
19.- Estamos solos porque en el gobierno de AMLO han sido asesinados más periodistas que nunca: 81 informadores muertos en 72 meses y no hay ni un solo responsable preso.
20.- Porque ni los grandes medios, como Televisa, Imagen y Milenio –y tampoco la mayoría de la gran prensa-–, han estado a la altura para cuestionar, acotar, criticar a los mentirosos, farsantes, incompetentes e ignorantes.
21.- Y estamos solos porque sin oposición avanza la dictadura de López Obrador, la misma que continuará un sexenio más, en medio de la estupidez ciudadana.
¿Aún dudan que estamos solos, solos, solos?
Al tiempo.