Como ha ocurrido a lo largo de su historia, Televisa refrendó su compromiso sexenal con el gobierno en turno.
Sí, por segundo sexenio consecutivo, los directivos de Televisa decidieron alinearse con el partido oficial, Morena y con su espuria presidenta, a la que ofrendaron la cabeza de algunos de sus mayores críticos.
Y es que, igual que en 2018, cuando Televisa se alineó con el gobierno dictatorial de AMLO, hoy llevó a cabo una purga de analistas críticos, para complacer a la espuria Claudia Sheinbaum.
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Y le pueden llamar “reestructuración”, “fin de ciclo”, “nuevo contexto político…” lo que gusten y manden, pero lo cierto es que, en la práctica, no es más que otro golpe a las libertades fundamentales en democracia.
Se llama censura y no es otra cosa que la confirmación de que en el gobierno de la espuria no tolerarán la crítica y menos la libertad de expresión.
En efecto, en días pasados, trascendió que Televisa despidió a cinco de los más reputados críticos de su plataforma de opinión.
Se trata de la politóloga Denise Dresser, la analista Paula Sofía, el escritor Héctor Aguilar Camín, el ex canciller Jorge Castañeda y el columnista Pablo Majluf; la plana mayor del programa “La Hora de Opinar”, que conduce el “filolopista” Leo Zuckermann.
Lo cierto es que se repite la historia de 2018, cuando Televisa empezó por despedir a uno de los mayores críticos de López Obrador, el autor de este espacio, luego de que Ricardo Alemán fue víctima de una campaña de difamación y calumnia para sacarlo de todos los medios.
El mensaje era claro; en la gestión de Obrador no se toleraría la crítica y menos libertades básicas como la de expresión.
Por eso, a lo largo del sexenio no solo salió de Televisa un crítico como Ricardo Alemán, sino Carlos Loret y Víctor Trujillo (Brozo), Adela Micha y otras voces, al extremo de que los mayores cuestionamientos al dictador AMLO hoy se realiza a través de las plataformas digitales de quienes fueron censurados en Televisa y Milenio, entre otros medios vendidos al oficialismo.
Vale recordar que en la contienda electoral de julio de 1988 –hace 32 años--, el candidato presidencial Manuel J. Clouhtier impulsó un boicot publicitario contra Televisa, para obligar a la televisora a darle espacio a los candidatos de oposición. Al final ganaron los opositores.
Y es que, en los años del viejo PRI, Televisa fue “soldado” del presidente y del partido oficial. Hoy la historia se repite y una obediente Televisa despide a los críticos de la espuria, lo que ratifica que viviremos otro sexenio sin libertad de expresión y con los medios vendidos al oficialismo.
Pero tampoco es una novedad. Hace poco más de seis años, en el Itinerario Político del 9 de mayo de 2018, titulado: “¡Gracias…!”, dije que venía una persecución de críticos y opositores.
Así lo explique en esa fecha: “Como saben, dos palabras --“Les hablan”--, fueron sacadas de contexto, manipuladas para crear y hacer crecer la perversión de que se trató de una incitación a la violencia y llevadas al maniqueísmo de las redes, hasta dar forma a una tendencia mundial. Decir “Les hablan”, según el maniqueísmo de las redes –y de quienes orquestaron el linchamiento--, era invitar a un atentado contra un candidato presidencial.
“Detrás está la mano de Morena --lo hemos probado--, el partido más interesado en callar nuestra voz y la de todos aquellos que han advertido sobre el peligro que significa la eventual llegada al poder de Morena.
“Lo preocupante del caso es que los incitadores al linchamiento en mi contra, son los mismos que se dicen de izquierda; aquellos que, en los años 60, 70 y 80 cuestionaban el golpe a Excélsior, a El Día; los que gritaban contra la “prensa vendida”; los que acusaban a los gobiernos de Díaz Ordaz, Echeverría y López Portillo, de represores, censores y violadores de la libertad de expresión; del derecho a disentir, a criticar.
“Y es que aquellos que lincharon a Ricardo Alemán, que pidieron su cabeza en la plaza pública, que a “tuitazos” exigieron su despido de Televisa, de Canal 11 y de Milenio, son los modernos Torquemada, los nuevos Díaz Ordaz, la versión moderna de Luis Echeverría…
“En realidad, los que lincharon a Ricardo Alemán, están avisando que no sólo van contra los críticos, sino contra las libertades fundamentales. No callan a Ricardo Alemán --al que no callarán--; cancelas las libertades y la democracia mexicana.
“Y si hoy difamaron y calumniaron a Ricardo Alemán, si fueron capaces de un montaje monstruoso como el que hizo recular a Televisa, al Canal 11 y que puso en peligro la marcha de Milenio –por las presiones de dentro y fuera--, mañana será cualquier otro crítico de Morena y pasado mañana será tal o cual medio, empresa o institución mediática.
“Hoy habrá fiesta en Morena, festejarán que Ricardo Alemán pierde otro empleo gracias a que empezó la persecución de los críticos y la aniquilación de la crítica.
“Y habrá fiesta en redacciones y entre colegas que brindarán por la victoria del odio y la intriga, en los polarizados tiempos electorales.
“¡Sí, que siga la fiesta…! ¡Total, los carniceros de hoy serán las reses de mañana! Al tiempo”. (FIN DE LA CITA)
En efecto, muchos críticos que han sido echados de los medios, luego de 2018 y hasta hoy, en su momento aplaudieron la persecución en mi contra. Nunca entendieron que “los carniceros de ayer serían las reses de hoy”.
Pero la pregunta está en otro lado. ¿Cuándo aparecerá la versión moderna de “Maquío” Clouthier para proponer un boicot contra Televisa, contra Milenio y contra muchos otros medios vendidos al oficialismo?
Al tiempo.