Fui testigo de cómo médicos, enfermeras, camilleros, todos ellos trabajadores de IMSS-Bienestar discutían en un salón cómo debía llamarse su sindicato. Uno de ellos decía: “No queremos un sindicato similar a muchos otros que no defienden a nuestros compañeros y solo quieren apropiarse de nuestras cuotas sindicales y usarnos políticamente”.
Me preguntaban si era posible darle un nombre sin anteponer la palabra Sindicato. Les respondía que si era posible. Les cuestionaba intrigado: ¿Pero por qué quieren quitar la palabra sindicato si es la forma como los van a identificar?
Usted no sabe lo que ha ocurrido con sindicatos ligados al gobierno, no nos defienden, nos engañan, hacen sus acuerdos a espaldas nuestras sin tomarnos en cuenta. ¿Quiénes son ellos? Son los que dirige Joel Ayala, quien encabeza desde hace 26 años (a partir de 1998) la Federación de Sindicatos de Trabajadores al Servicio del Estado (FSTSE) y antes líder del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Secretaría de Salud.
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Ha sido dos veces senador de la República y tres veces diputado por el PRI, y ahora resulta que apoya a la doctora Claudia Sheinbaum para asegurarle que él sí sabe controlar a los trabajadores del Estado. Es de los viejos líderes que son como camaleones, y se ponen del color que más les convenga para seguir controlando a los trabajadores, ese es su negocio.
¿Cómo debe llamarse su organización que no se le denomine Sindicato? Nos gustaría empezar con la palabra Fuerza, que sea Independiente del Estado y de los partidos políticos y que deje en claro que su compromiso está con los Trabajadores de la Salud. Que se llame: “Fuerza Independiente de Trabajadores de la Salud” (FINTRAS).
Fue este 11 de julio de 2024 que recibieron su Toma de Nota que los reconoció como organización sindical, en manos de Placido Humberto Morales Vázquez, Magistrado Presidente del Tribunal Federal de Conciliación y Arbitraje. Él les mencionó que este reconocimiento legal era muy importante porque les permitía una defensa colectiva de sus representados para mejorar sus condiciones de trabajo.
El FINTRAS se forma ante el nacimiento de un organismo descentralizado llamado “Servicios de Salud del Instituto Mexicano del Seguro Social para el Bienestar” (IMSS-BIENESTAR) mediante decreto del 31 de agosto de 2022, que se decidió por mandato presidencial pertenecer al apartado B del artículo 123 Constitucional. En otras palabras, sin tener derecho a un Contrato Colectivo, sin poder revisar sus salarios cada año, ni sus condiciones de trabajo cada dos años, cancelando todo derecho a ejercer una huelga.
Sin tomar en cuenta a los trabajadores de IMSS-Bienestar el 30 de mayo de 2023, se depositaron unas condiciones generales de trabajo, que nadie conoció, un contrato de protección como los que se critican en la reforma laboral pero que para los trabajadores del Estado si se impone.
El FINTRAS se constituyó ante múltiples violaciones a sus derechos laborales, entre ellos, no se les ha cubierto el pago del 300% de los días festivos que laboran los trabajadores de esa Institución. No se les paga la prima dominical desde el mes de septiembre de 2023.
Se enfrentan ante la negativa a ser recategorizados aquellos trabajadores que perciben un salario menor por un error administrativo, con categorías diferentes a su nivel académico desde septiembre de 2023. No reciben respuesta del pago de sus salarios retroactivos que les adeudan.
Médicos y enfermeras se quejan de discriminación y violencia en los centros hospitalarios sin que haya una autoridad que intervenga y la comunicación con los directivos es prácticamente nula. A pesar de ser una nómina federalizada se les ha negado el derecho a recibir los beneficios del FONACOT.
La nómina federalizada de IMSS-Bienestar tiene a trabajadores con más de seis quincenas retenidas sin darles razón de las mismas. Normalmente se les niega la hora de comida y ese derecho no viene estipulado en las Condiciones Generales de Trabajo impuestas.
No hay protocolos ante el acoso, hostigamiento y violencia sexual de género.
En las entidades de la República no se les cubre a los trabajadores los traslados mayores a 800 kilómetros. Tampoco se les cubre el pago de los días festivos y se les amenaza con despedirlos a pesar de no cubrirles los salarios correspondientes.
Existen miles de trabajadores que a pesar de reunir los requisitos para su estabilidad en el empleo no se les basifica. No hay horarios de trabajo ciertos y hay muchos errores en los datos de los trabajadores que se niegan a corregir en perjuicios de éstos. El departamento de Nóminas Federalizadas está ocupada por personas que no reúnen el perfil y poco les importa que se respeten los derechos de los trabajadores, se niegan al diálogo y a resolver problemas cotidianos.
Es un reto para la administración que viene que se respeten los derechos de los trabajadores de un organismo que tiene como propósito brindar servicios de salud gratuitos a grupos vulnerables. Se espera la congruencia del Estado como patrón; los nuevos tiempos, así lo exigen.
De otros avatares
El pasado 10 de julio falleció María Aramoni de Martínez, esposa del primer doctor en derecho laboral de nuestro país y gran amigo: Arturo Martínez y González a quién le expresamos nuestras más sentidas condolencias.