Hoy abundan los “analistas” y “especialistas” que, en todos los tonos y en todos los medios, alertan a la sociedad de los peligros que traerá la muerte de la democracia mexicana; destrucción diseñada y ejecutada desde Palacio.
Sí, “analistas” y “especialistas” que, horrorizados, descubren que López Obrador no era el demócrata que suponían y que llegó al poder volver para al régimen de partido único; al viejo PRI autoritario, vertical, nada democrático, sin contrapesos y que concentra todo el poder, sin importar las minorías.
En efecto, “analistas” y “especialistas” que no sólo lamentan la muerte de la joven democracia mexicana, sino que se dicen sorprendidos por el fracaso de escándalo que ha sido el peor presidente de la historia.
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Lo cierto, sin embargo, es que no debe sorprender a nadie el bodrio en que terminó el “desgobierno” de López Obrador.
¿Y por qué no debía sorprender a nadie el fracaso de la gestión de AMLO y la muerte de la democracia a manos del tabasqueño?
Porque sólo los necios, ciegos, sordos y, claro, los idiotas, no vieron lo que venía con López Obrador.
Y si lo dudan, así lo advertí hace casi nueve años, en el Itinerario político del 22 de noviembre del 2015, titulado: “¡Gracias Andrés Manuel!”, en donde pronostique que, de llegar a la presidencia en 2018, López Obrador acabaría con la democracia mexicana.
Así lo dije: “A partir de 2015, la celebración del 20 de noviembre podría tener un nuevo significado; podría ser recordado como el día que inició la destrucción democrática.
“Y es que gracias a la grosera y grotesca simulación democrática que montó Morena –para ungir como rey a López Obrador–, hoy México abre la puerta para imitar a dictadores como las de los Castro, en Cuba; Chávez y Maduro, en Venezuela; Correa, en Ecuador y Evo Morales, en Bolivia.
“Por eso, los mexicanos levantamos el corazón al cielo y, con los brazos en alto, damos gracias al salvador de la patria; mesías que --con amor a toda prueba--, da la vida para expulsar de México esa amenaza que es la democracia e imponer un gobierno autoritario si en 2018 es votado a ciegas…
“Gracias, Andrés Manuel, por mostrar el camino al autoritarismo; por confirmar que no existe más y mejor “democracia” que la de la aclamación a mano alzada. Gracias por regresar al lugar preponderante en la historia el culto a la personalidad, al candidato único; por recordar y probar que la única democracia real es la de las asambleas arregladas, sin adversarios, sin discusión, sin crítica, sin más regla que el aplauso al rey.
“Gracias, Andrés Manuel, por recodar a todos la regla básica de la antidemocracia; que el dueño del partido es dueño de la voluntad de todos los seguidores del partido; por ratificar que el dueño del partido es el dueño de la presidencia del partido y dueño de todas las candidaturas, sobre todo la candidatura presidencial.
“Gracias, Andrés Manuel, por mostrar que el camino es el autoritarismo vertical, despótico, nada democrático y que no existen mejores tiempos que los del viejo PRI de los años 50, 60 y 70; tiempos de un solo hombre, del patriarca único; tiempos que ha restaurado Morena y su serenísima majestad.
“Gracias, Andrés Manuel, porque con la genialidad que te caracteriza engañaste a todos y porque la asamblea que te aclamó como rey de Morena, también colocó a todas las cuotas y los cuates que necesitabas en el comité ejecutivo; leales de los que no puedes prescindir, pero a los que debías dar hueso en agradecimiento a sus lealtades.
“Gracias, Andrés, por recuperar para Morena todo el esplendor de una máxima indispensable del México nada democrático. La máxima de “el que no transa no avanza”. Gracias por esa generosa enseñanza que te ha llevado a no trabajar por más de diez años y, aún así, viajar por el mundo, vivir como potentado y darte el lujo de enarbolar las banderas de los pobres.
“Gracias porque sin pagar un peso de impuestos puedes tener tu propio partido político y puedes usar el dinero público para lo que te plazca; sobre todo para destruir “la perversa democracia burguesa”.
“Gracias, Andrés Manuel, porque tu genio tabasqueño hizo posible un prodigio digno de “la multiplicación de los panes y los peces”; inaugurar la “democracia de tómbola”, fórmula mágica que deja a la suerte el acceso a cargos públicos y que deja en la basura la indeseable “dictadura del merito”. ¿Por qué habrían de tener más méritos los que estudian; licenciados, maestros o doctores, si todo se puede resolver con la bondad igualitaria de “la tómbola”? ¿Qué no todos somos iguales?
“Gracias, Andrés Manuel, porque tu inteligencia sin límite es capaz de romper todos los diques de las leyes opresoras; leyes divinas y leyes de los hombres; leyes naturales y leyes imperfectas, como la ley que obliga a los hombres a trabajar para subsistir; que obliga a todos a pagar impuestos y obliga a los consumidores a pagar la luz, el gas, agua…
“Gracias por tu ejemplo de no respetar la ley, de mandar al diablo las instituciones y de nunca aceptar que te equivocas. Y gracias porque hiciste escuela con la cultura de la dádiva, el despojo, el chantaje y la extorción.
“Gracias, Andrés, porque además de ser el rey de Morena eres el rey de la incongruencia, lo cual te convierte en el más congruente y predecible
“Gracias porque nadie se percató que, con el engaño de los spots de Morena –que utilizas para tu campaña presidencial–, te robaste el equivalente a 50 casas blancas y nadie te acusó de ratero.
“Gracias porque a pesar de lo que dicen los estatutos de Morena –en su Artículo 3 apartado f, que Morena “no permitirá ninguno de los vicios de la política actual”–, te empeñas en que Morena sea el mejor ejemplo del PRI autoritario, vertical, represor, incongruente y nada democrático.
“Gracias, Andrés Manuel, porque tu bandera es la honestidad y nunca has aclarado el robo en los segundos pisos; el cobro de diezmo a los miles de empleados del GDF durante los seis años de tu gestión; porque nadie sabe de donde salió el dinero, los miles de millones de pesos que costó construir tu reino en la tierra de los mortales, llamado Morena.
“Gracias porque eres el rey de la exigencia de honestidad y transparencia y hasta hoy nadie sabe de qué has vivido durante años –junto con toda tu claque, de ujieres y choferes–, como si tuvieras un trabajo con salario de 200 mil pesos mensuales.
“Gracias, Andrés Manuel, porque si una mayoría de mexicanos son imbéciles, como crees, pronto celebraremos el 20 de noviembre como el aniversario de la destrucción democrática.
“Gracias, porque si eres presidente, serás el campeón de la destrucción democrática. Al tiempo”. (FIN DE LA CITA)
Sí, terco como siempre, el tiempo me dio la razón.
Hoy, López Obrador no sólo es presidente, sino que es el campeón de la destrucción democrática, el responsable de regresar a México a los tiempos del viejo PRI; autoritario, vertical, represor, incongruente y nada democrático.
Se los dije.
Al tiempo.