El video se convirtió en tendencia global por la brutalidad pública que exhibe –a los ojos del mundo–, y por el mensaje que transmite
Imagen en donde sicarios de un grupo criminal del estado de Guerrero “abofetean” y “tablean” a operadores de servicio público, a quienes obligan al “pago de piso” mediante la violencia que, además, es grabada en celular y difundida a manera de “mensaje ejemplar”.
Pero lo aterrador del tema es que todos en México saben que se trata de la vivencia cotidiana entre comerciantes, agricultores, choferes, empresarios traileros y ciudadanos que deben pagar el más humillante impuesto, el de la extorsión exigida de forma violenta por los grupos criminales, a quienes solapan los tres niveles de gobierno; municipal, estatal y federal.
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Sin embargo, también es cierto que todos los ciudadanos hemos estado solos en los últimos 62 meses y 13 días; en lo que va del sexenio de Andrés Mnauel López Obrador.
Sí, soledad aterradora, provocada por la ausencia de instituciones del Estado y por el predominio de la #PaxNarca que impusieron el presidente mexicano y su gobierno, al entregar el país entero al crimen organizado.
Soledad que en 62 meses y 13 días ha costado más de 182 mil vidas a causa de la violencia; un millón de muertes por el mal manejo del Covid-19; cientos de miles de niños y mujeres fallecidos por el capricho de cancelar el presupuesto a la salud y, sobre todo, decenas de miles de feminicidios.
Pero también es cierto que no asistimos a una novedad. No, la tragedia comenzó en el primer minuto del 1 de diciembre del 2018, fecha en la que arrancó el #NarcoGobierno de López Obrador.
Sí, en ese momento se puso en marcha la perniciosa alianza del nuevo presidente mexicano con el crimen. Y, desde entonces los ciudadanos y toda la sociedad estamos solos, sin gobierno, sin fuerza pública, sin instituciones castrenses y en manos del crimen a quienes Obrador escrituró el país entero.
Pero si dudan, por todo el país se ven los daños de la “narco-violencia” que toleran los “narco-gobiernos” estatales y municipales y el federal; alianzas que permiten a las mafias criminales tener presencia política en municipios, congresos locales, gobiernos estatales y, sobre todo, en la federación, cuyo principal representante es el mismísimo presidente Andrés Manuel López Obrador; mandatario que a diario y de manera pública, refrenda su pacto con los barones del crimen.
Pero tampoco es secreto que, a lo largo y ancho del país, los grupos criminales dominantes en cada región financiaron la construcción del Partido Morena y luego se han beneficiado con la complicidad oficial que, a manera de pago, les permite hacer y matar a placer.
Por eso la defensa a ultranza que a todos los días realiza López Obrador desde Palacio; cómplice y grosera política pública de “abrazar” a los criminales, antes que castigar sus fechorías.
También por eso no es exagerado decir que los mexicanos estamos solos; que el Estado y sus instituciones han claudicado de su responsabilidad central de velar por la vida, la seguridad y los bienes de los ciudadanos.
Sí, están solos los transportistas, traileros, comerciantes, empresarios, agricultores, defensores de derechos humanos, defensores de la selva y la tierra.
Están solas y solos las madres y padres buscadores de cientos de miles de desaparecidos, los periodistas –hasta la tarde de ayer no aparecía Jaime Barrera, periodista secuestrado en Guadalajara, Jalisco–, los enfermos en general; las mujeres y los niños.
Están solos los políticos opositores, los críticos del gobierno, los ciudadanos que piensan distinto al gobierno federal; los emprendedores, las madres solteras y, en general, estamos solos todos los mexicanos, a quienes el criminal gobierno de Andrés Manuel López Obrador nos arrebató todo.
Y es que en el México de hoy, quien no es aplaudidor de López Obrador está en el lado equivocado de la historia y es considerado enemigo del presidente.
Pero el tema tampoco es nuevo. En el Itinerario Político del 25 de marzo del 2020, titulado: “¡Estamos solos, las 25 causas!”, dije que en la gestión de Andrés Manuel López Obrador se vivía una ingobernabilidad parecida a la del movimiento estudiantil de 1968, al terremoto de septiembre de 1985; a la gran crisis económica de 1976 y al magnicidio y el levantamiento zapatista de 1994.
Volví con el Itinerario Político del 16 de agosto del 2023, titulado: “¡Estamos solos y en manos del crimen organizado!”, a propósito de que la DEA dio a conocer que los principales cárteles de la droga –Sinaloa y Jalisco–, tienen presencia y disponen del control en todo el territorio mexicano.
Sí, hoy los mexicanos vivimos una de las peores espirales de ingobernabilidad y ausencia de las instituciones del Estado; crisis que tiene a los ciudadanos indefensos y a merced de los criminales.
¿Hasta cuándo?
Al tiempo.