Hoy, la noticia es que el narcotráfico habría financiado los afanes presidenciales de López Obrador.
Y hoy, el mundo sabe que el gobierno mexicano es un “narco-gobierno” y que su presidente es un “narco-presidente”.
Y también hoy el mandatario mexicano lloriquea de manera pública y le exige al gobierno norteamericano que desmienta la información y que ofrezca una disculpa a México, a su gobierno y al presidente.
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Así lo dijo López Obrador: “Yo lo que quiero es que el gobierno de Estados Unidos se manifieste porque el presidente de México tiene autoridad moral y tiene autoridad política; y si no tienen pruebas, tienen que disculparse. El presidente Biden debería de enterarse de esto, porque cómo vamos a estar sentados en la mesa hablando del combate a la droga, si una institución de ellos está filtrando información y dañándome”. (FIN DE LA CITA)
Luego de las revelaciones periodísticas de que el Cártel de Sinaloa habría financiado la campaña presidencial de Andrés Manuel López Obrador, el propio mandatario mexicano habló con su homólogo Biden y no pasó nada, el gobierno de Estados Unidos no desmintió el reportaje del periodista Tim Golden.
Más aún, un acorralado López pretendió vincular al periodista norteamericano con el ex presidente Carlos Salinas, al señalar, otra vez sin pruebas, que son amigos y que buscan dañarlo.
Todo ello en medio de una creciente tendencia en redes de hashtags como #NarcoPresidente y #NarcoGobierno; etiquetas que inundan las redes sociales y los buscadores.
Sin embargo, frente al nuevo escándalo que tiene “en la mira” al mandatario mexicano, vale recordar que no es la primera ocasión que las agencias norteamericanas vinculan a Obrador con las bandas criminales.
En efecto, en el Itinerario Político titulado : “Los “narco-estados” intocables de AMLO”, del 22 de agosto del 2023, presenté el informe de la DEA, sobre la complicidad del presidente mexicano con el crimen.
Aquí un extracto de aquella entrega: “Era un secreto a voces. El secreto de que México se convirtió en un “narco-Estado” desde el momento en que López Obrador llegó al poder. Por eso, no pocas de las instituciones fueron colocadas al servicio de las mafias criminales”.
Pero hoy lo saben no solo los mexicanos sino el mundo entero.
Saben que, por ejemplo, el presidente López Obrador convirtió a la Secretaría de Marina en un “brazo armado” al servicio del crimen organizado.
Y es que al entregar a los marinos el control de aduanas, puertos y aeropuertos, en realidad se favoreció el tráfico de precursores químicos para las drogas sintéticas, negocio que encumbró a los cárteles de Sinaloa y Jalisco.
Pero la revelación no surgió de la prensa mexicana y tampoco es un descubrimiento de los partidos opositores en México.
No, en realidad se trata de otro hallazgo de la DEA, que en uno de sus más recientes informes al Congreso del Estado de Estados Unidos confirmó que el cártel de Jalisco (CJNG) tiene el control de los principales puertos mexicanos; Veracruz, Manzanillo y Lázaro Cárdenas; en los estados mexicanos de Veracruz, Colima y Michoacán, respectivamente.
Curiosamente, esas entidades son “gobernadas” por Morena y en los tres casos existen denuncias públicas de que el crimen organizado financió al partido oficial, controló las elecciones y hoy son los verdaderos “mandones”.
Por eso no resulta extraño que, según la DEA, por los puertos de Veracruz, Manzanillo y Lázaro Cárdenas, entran libremente a México los precursores para “cocinar” drogas sintéticas, como fentanilo, que es la mayor amenaza de salud pública para el gobierno de Estados Unidos.
Pero no es todo. Otra curiosidad es que, desde la llegada de Andrés Manuel López Obrador a Palacio, se dispararon en Estados Unidos los casos de muertes por consumo del citado fentanilo, hasta superar las cien mil vidas perdidas en 2022.
Al mismo tiempo –desde diciembre de 2018–, prácticamente se duplicó el envío de remesas de mexicanos residentes en el país vecino del norte, enviadas a familiares o supuestos familiares en nuestro país; remesas que, en buena parte, son el pago por el masivo ingreso de fentanilo a Estados Unidos, que envían los cárteles mexicanos.
Lo peor del caso es que todo eso ocurre a la vista de todos; del presidente mismo, de las instituciones del Estado mexicano y es solapado desde lo más alto del poder en México.
Pero vamos por partes.
Apenas en junio del 2023, el Congreso de Estados Unidos reveló el informe titulado: “México: Organización del Crimen Organizado y el Narcotráfico”, elaborado por el Servicio de Investigación del Congreso que, a su vez, se documentó de las investigaciones de la DEA.
El informe dice, entre otras cosas, que las organizaciones criminales transnacionales (TCO) mexicanas influyen significativamente en el narcotráfico en los Estados Unidos y representan la mayor amenaza….
También explica que la batalla del CJNG para dominar los puertos clave en las costas del Pacífico y del Golfo le ha permitido consolidar componentes importantes de la cadena mundial de suministro de narcóticos.
En particular, el CJNG mantiene un control informado sobre los puertos de Veracruz, Manzanillo y Lázaro Cárdenas; lo que le ha dado acceso al grupo a precursores químicos que fluyen hacia México desde China y otras partes de América Latina.
Por último el informe lamenta que “hasta ahora, en ningún momento se ha expresado intención alguna del gobierno de México por desmantelar las acciones del CJNG o de otros grupos criminales de los puertos mexicanos”. (FIN DE LA CITA)
Como queda claro, el Congreso norteamericano y el propio presidente Biden tienen toda la información sobre los vínculos de las mafias criminales con el gobierno de México; pruebas que serán usadas electoralmente cuando así convenga a alguno de los candidatos presidenciales de Estados Unidos.
Y López Obrador puede lloriquear todo lo que guste y mande, pero lo cierto es que, como ha ocurrido en pocas ocasiones, el presidente mexicano está en manos del gobierno norteamericano.
Al tiempo.