ACCESO LIBRE A INTERNET

El acceso libre a Internet, entre oportunidades y desafíos

Utilizar Internet de manera libre sin temor a la censura o restricciones, siempre privilegiando el respeto, la pluralidad, la veracidad y legalidad de lo que consumimos, resulta esencial en esta era digital. | Blanca Lilia Ibarra Cadena

Escrito en OPINIÓN el

¿Hemos modificado nuestros comportamientos digitales por temor a la censura o al acoso en redes?, ¿qué tan libres nos sentimos para expresar nuestras posturas y opiniones en las plataformas digitales

En 2023, la libertad en Internet se vio deteriorada en cinco países de América Latina: Brasil, Colombia, Ecuador, México y Nicaragua. De acuerdo con el más reciente informe de Freedom House, “Libertad en la red 2024: la lucha por la confianza en internet”, este retroceso se debió a la imposición de medidas represivas y sanciones a las actividades digitales, así como al incremento de información falsa y engañosa con fines políticos. En el caso de México, el informe destacó el hostigamiento y las graves agresiones que sufren comunicadores digitales y periodistas

En el informe de Freedom House, México obtuvo una calificación de 61 puntos de 100 en el índice que mide la libertad en Internet, cifra que lo posiciona en la categoría de “parcialmente libre”, junto a países como Ucrania, Nigeria, Filipinas y Kenia. En su análisis, Freedom House buscó conocer los progresos y retrocesos en la libertad en el uso del Internet, evaluando tres categorías: los obstáculos para el acceso a Internet, las limitantes al contenido y las violaciones a los derechos de las personas usuarias. 

Este informe da cuenta de los desafíos para garantizar el acceso a un Internet libre, a fin de favorecer la participación y la protección de los derechos y las libertades. Debemos considerar que Internet ha sido un elemento clave para la libertad y el desarrollo de las sociedades de finales del siglo pasado y de este siglo, tanto en lo relativo a las comunicaciones y el crecimiento de las economías, como en lo relacionado con el acceso al conocimiento. Consideración en la que debemos advertir su valor e impacto en los sistemas políticos democráticos. 

El acceso a Internet potencia directamente el derecho a saber, la disponibilidad de información, la participación ciudadana y la posibilidad de construir ágoras digitales para el debate desde la libertad y la pluralidad. No obstante, no ha funcionado de tal forma.

En algunas regiones persisten políticas restrictivas para utilizarlo —como apagones e interrupciones en el suministro de este servicio, ya sea por parte de los gobiernos, empresas privadas o como consecuencia de situaciones de crisis o conflictos armados— que impactan directamente en el ejercicio de los derechos y las libertades.

Recordemos, para citar un ejemplo, el papel que Internet jugó en las revueltas de la llamada “primavera árabe”, como la que vivió Egipto en 2011 contra el gobierno de Hosni Mubarak; el Internet funcionó como una herramienta que dio vida a las manifestaciones, pese a que la amenaza de represión era latente. Las manifestaciones provocaron que el gobierno decidiera la interrupción del servicio de Internet. Aun así, el gobierno de Hosni Mubarak cayó debido a las protestas. Si esos hechos tienen ya más de una década, imaginemos el incremento, penetración e impacto que en la actualidad tiene el uso de Internet a nivel mundial. 

Por ello, resulta fundamental continuar impulsando el acceso universal y equitativo a Internet. Claro, sin dejar de insistir en que la conexión a la red debe afianzar la garantía de las libertades y los derechos humanos. Esto requerirá de la participación de las autoridades, las plataformas digitales y la sociedad civil. Todas y todos somos usuarios, y tenemos derecho a saber y expresarnos con libertad y seguridad. 

El Internet es una herramienta que ha revolucionado a la humanidad, sus interacciones y comunicaciones; utilizarla de manera libre sin temor a la censura o restricciones, siempre privilegiando el respeto, la pluralidad, la veracidad y legalidad de lo que consumimos, resulta esencial en esta era digital para construir sociedades autónomas, informadas y participativas.

Blanca Lilia Ibarra Cadena

@bl_ibarra