GOBIERNO DE MÉXICO

Edomex: ¡purga “engañabobos”!

El problema está en los municipios, en los gobiernos estatales y en el gobierno federal. | Ricardo Alemán

Escrito en OPINIÓN el

Con “bombo y platillos”, el gobierno federal anunció –el pasado viernes 22 de noviembre del 2024--, una “purga” de funcionarios municipales mexiquenses, presuntamente vinculados con cárteles del crimen organizado.

A la ruidosa noticia difundida en tiempo real, a través de redes, le siguió un despliegue impensable –el sábado 23--, en las primeras planas de la llamada “prensa nacional”.

La noticia daba cuenta de la captura de la alcaldesa de Morena en Amanalco, María Elena Martínez Robles y la detención, de forma simultánea, de un puñado de jefes policiacos de 11 municipios mexiquenses. Incluso, uno de los policías detenidos prefirió el suicidio, antes que pisar la cárcel.

El insólito operativo contra los “narco-servidores públicos” fue acompañado y aplaudido por miles de cuentas de redes sociales pagadas por Morena, en un claro intento por convertir “la purgamexiquense en “una acción ejemplar” del gobierno de la espuria Claudia Sheinbaum.

Más aún, no faltaron “los idiotas” que, en la “purgamexiquense, vieron una similitud con el “michoacanazo” que, en su momento, ordenó el presidente, Calderón, a solicitud del entonces gobernador Cárdenas Batel.

Lo cierto, sin embargo, es que el operativo mexiquense que exaltaron tanto el gobierno federal, como los medios y las redes, no fue más que “una purga engañabobos”; una estratagema que no solo engaña al ciudadano, sino que manda el mensaje mentiroso de que en México y el mundo “la señora presidenta” sí combate a los cárteles del crimen organizado.

Sí, una purga engañabobos”, ya que el problema de la “narco-política” no sólo está en los municipios, sino en los gobiernos estatales y, sobre todo, en el gobierno federal.

Y los mejores ejemplos son gobiernos como los de Sinaloa, Guerrero, Chiapas, San Luis Potosí, Baja California, Michoacán, Oaxaca… entre muchos otros, cuyos gobernadores son verdaderos jefes mafiosos al servicio de los cárteles criminales. Y por eso las preguntas.

¿Por qué los sabuesos federales no fueron contra la gobernadora Delfina Gómez, la jefa del grupo criminal del Estado de México?

¿Por qué no va el gobierno federal contra los “narco-gobernadores” de la entidad mexiquense, contra mandatarios de Sinaloa, de San Luis Potosí, Nuevo León, Oaxaca, Chiapas, Michoacán, Quintana Roo y muchos otros en donde las bandas criminales se han convertido en el poder político real?

La respuesta la conocen todos; porque Morena es un “narco-partido”, porque su dueño fue un “narco-presidente” y porque Claudia es la espuria “narco-presidenta”. Pero tampoco vivimos una novedad.

Y es que desde el 17 de febrero de 2017 –hace más de siete años--, en el Itinerario Político titulado: “Morena y Delfina, las ligas con el narco”, revelé los intríngulis de la mafia del naciente partido Morena con cárteles criminales.

Así lo dije: “pero, ¿qué creen? Sí, Resulta que junto con Citlali Ibáñez Camacho –motejada como Yeidckol Polevnsky y una de las principales colaboradoras de AMLO--, la señora Delfina Gómez fue el enlace directo y privilegiado del entonces líder del PRD, Andrés Manuel López Obrador, con toda la política y la grilla política que movía AMLO en el estado de Guerrero.

“Según todos los consultados, hasta antes de la tragedia de “los 43 de Iguala”, las señoras Yeidckol y Delfina pasaban largas temporadas recorriendo el estado de Guerrero, visitando municipios perredistas y a los grupos de poder, para crear las redes de apoyo político y económico a favor de la naciente Morena

“Todos recuerdan a Yeidckol y a Delfina en negociaciones con Lázaro Mazón, con el depuesto gobernador, Ángel Heladio Ramírez, en abierto proselitismo a favor de los candidatos de AMLO a tal o cual puesto de elección popular y, por supuesto, las recuerdan como promotoras clave de la candidatura de José Luis Abarca a la alcaldía de Iguala.

“Según muchos de los consultados, las dos mujeres fueron responsables, de manera directa, de “planchar” la candidatura de Abarca. Y una vez que las mujeres operaron todo lo necesario, llegó a Iguala el jefe real del PRD, Andrés Manuel López Obrador, para encabezar la asamblea popular en la que –a mano alzada--, fue impuesto Abarca, en medio de gritos y expresiones de rechazo que Obrador trató de calmar con su “autoridad moral”. Era el 12 de mayo de 2012.

“Y es que, en esa fecha, muchos habitantes de Iguala no sólo sabían y conocían la historia delictiva de Los Abarca, sino que habían padecido los secuestros, la extorsión y todos los efectos de la violencia que impuso la mafia de los Guerreros Unidos, en esa región de Guerrero. Por eso, en la asamblea en la que AMLO impuso a Abarca, muchos exhibieron pancartas de rechazo, con la advertencia de que era un grave error. El candidato desplazado, incluso trató de entregar a AMLO un expediente de Los Abarcas. Los cercanos a Obrador lo impidieron.

“Lo curioso es que en medio de un pueblo que conocía a la perfección los estragos del crimen organizado y a los protagonistas de esa violencia, las señoras Yeidckol y Delfina no le informaron a López Obrador nada de ese malestar ciudadano. ¿Complicidad? ¿Simulación? ¿Ligas con el “narco”?

“Hoy, todos culpan al gobierno federal por la tragedia de Iguala, mientras que AMLO es el candidato presidencial más aventajado y Delfina Gómez la aventajada candidata al gobierno del Estado de México.

¿Esas son las alternativas? ¿Hasta cuando la farsa? Al tiempo”. (FIN DE LA CITA)

En efecto, desde Palacio han iniciado una “purga engañabobos”.

Y la pregunta es: ¿Cuántos idiotas se creen el engaño? Se los dije.

Al tiempo.

 

Ricardo Alemán

@RicardoAlemanMx