El pasado 11 de octubre fue un día importante para la democracia en nuestro país, pues en 1990 fue fundado el Instituto Electoral conocido como el Instituto Federal Electoral (IFE) que se constituyó como pilar en la organización de las elecciones en nuestro país desde una perspectiva basada en la profesionalización, bajo parámetros legales y normativos que han permitido hoy, con el Instituto Nacional Electoral (INE), 34 años de democracia en la que prevalecen resultados participativos, incluyentes, con certeza y equidad jurídica que ha logrado la confianza de actores políticos y, sobre todo de la ciudadanía.
Desde entonces, la autoridad electoral se ha ido transformando a través de múltiples reformas destacando la de 1993 en la que el Legislativo dotó al Instituto Electoral de facultades para establecer topes a los gastos de campaña, declarar la validez de las elecciones de diputaciones y senadurías, así como la de expedir las constancias respectivas.
En 1994 se reconfigura la integración del Consejo General del Instituto Electoral, su máximo órgano de decisión, y en 1996 se da un paso importante al desligar al Poder Ejecutivo del Instituto Electoral y dotarlo de personalidad jurídica, autonomía y patrimonio propios por lo que se rediseña su Consejo General y se crean comisiones permanentes a cargo de consejeras y consejeros electorales.
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En 2007 al Instituto Federal Electoral el Congreso de la Unión determina darle 53 atribuciones destacando las de regular el acceso de los partidos políticos y autoridades electorales a los medios de comunicación; asegurar condiciones de equidad en las campañas; crear la unidad de fiscalización, entre otras.
En 2014 el Legislativo crea al Instituto Nacional Electoral (INE) con los cimientos del otrora IFE otorgándole múltiples actividades destacando la nacionalización de las elecciones con la rectoría de éste órgano en la organización de las elecciones federales y locales en coordinación con los institutos electorales locales, la homologación de estándares en la planeación y organización electoral, la designación de las y los consejeros locales, la fiscalización de los recursos de los partidos y candidaturas a nivel federal y local, entre varias más.
Desde entonces, a 34 años de historia el IFE, en sus 23 años de vida organizó 18 elecciones federales, en tanto que el INE, hasta antes de las elecciones de este 2024 que han sido las más grandes en la historia de nuestro país y que tiene aún en puerta la preparación y organización de elecciones extraordinarias en algunos municipios de Chihuahua, Hidalgo, Michoacán, Tlaxcala y Yucatán, ha realizado 331 procesos electorales entre elecciones federales y locales ordinarias, elecciones extraordinarias, consultas populares, entre otras.
El resultado de este arduo trabajo de más de tres décadas ha sido, entre otros las siguientes:
- La consolidación de nuestra democracia como la única vía institucional para la renovación del poder público en el que es la ciudadanía y solo ella quien define, con ejercicio al voto, el rumbo de esta nación por los próximos años de acuerdo con el nivel de gobierno en disputa.
- La solidez de un servicio profesional electoral nacional que, junto con la rama administrativa del INE forman la columna vertebral que da cauce a elecciones auténticas y que demuestra que la carrera profesional en cualquier institución es la vía para la solidez de las instituciones del estado mexicano.
- La celebración de elecciones periódicas de forma pacífica incluso, cuando ha habido alternancia en el poder.
- La confianza de los distintos actores políticos que participan en las contiendas electorales, así como de la ciudadanía, principal activo de todo sistema democrático que, de acuerdo con diversas mediciones, coloca al INE en un cercano 60% de su confianza.
- Que la ciudadanía tenga a una institución electoral que sea propositiva en la lucha por alcanzar la visibilización de grupos históricamente vulnerables, así como lograr la implementación de una auténtica igualdad sustantiva que traería consigo, mejores estándares sociales.
- El entendimiento claro que las controversias electorales se dirimen por las vías institucionales, lo que da como resultado que tengamos elecciones democráticas bajo un Estado de Derecho.
Por estas y otras razones, 34 años de historia han significado para el país que el INE sea una de las instituciones más sólidas y valoradas, el resultado está en que la gente ha hecho suya esta institución, lo que nos compromete para seguir haciendo un trabajo profesional, imparcial, independiente, transparente, paritario y certero para que el voto cuente para todas y para todos.