COMUNIDAD LGBT+ Y VIOLENCIA DE GÉNERO

Violencia de género en México: una lucha persistente por la justicia para la comunidad LGBT+

En México, la violencia de género se mantiene como un problema persistente. Las mujeres y las personas de la comunidad LGBT+ siguen enfrentándose a discriminación, acoso y violencia. | Jaime Rochín

Escrito en OPINIÓN el

En México, la violencia de género se mantiene como un problema persistente. Las mujeres y las personas de la comunidad LGBT+ siguen enfrentándose a discriminación, acoso y violencia.

Durante las primeras semanas de enero fuimos testigos de atroces asesinatos de seis mujeres trans, de las cuales tres de ellas eran defensoras de derechos humanos

El 6 de enero fue localizado el cuerpo de Gaby Ortiz con signos de tortura en el estado de Hidalgo. El 11 de este mismo mes, le fue arrebatada la vida a balazos a Miriam Ríos en Michoacán. Y cuatro días después, se cometió otro asesinato contra Samantha Fonseca en la CDMX. Todas ellas se caracterizaban por su lucha incansable en la defensa de los derechos de las personas LGBT+.

Todas ellas representan voces que fueron calladas y que merecen justicia, una investigación con perspectiva de género y que se les reconozca por la labor que realizaban en favor de su comunidad.

Esta situación ha alarmado a una parte de la sociedad y a colectivos y fundaciones dedicadas a la protección de esta población. Ciudadanos y grupos se han pronunciado en contra de la violencia ante los gobiernos de los distintos órdenes, piden un alto a la agresividad y exigen una investigación para dar con los responsables.

Hace unos días también fuimos testigos de la agresión hacia una influencer trans por parte de su pareja, quien terminó en el hospital con múltiples lesiones y fracturas en la cara.

Es crucial destacar la importancia de detener este tipo de sucesos, ya que los crímenes de odio no solo afectan a las víctimas directas, sino que también generan un impacto negativo en la sociedad en su conjunto. Estos actos son ataques individuales, que contribuyen a la creación de un entorno hostil y temeroso para aquellos que son percibidos como “diferentes”. 

El reconocimiento y la condena de los crímenes de odio son fundamentales para enviar un mensaje claro de que la discriminación y la violencia basada en la identidad de género o la orientación sexual son inaceptables. Detener estos actos no solo implica la persecución legal de los responsables, sino también abordar las raíces culturales y sociales que perpetúan el odio y la intolerancia.

La visibilidad y la denuncia de estos casos son pasos cruciales para enfrentar el problema. Detener los crímenes de odio requiere un esfuerzo colectivo para construir una sociedad más inclusiva y justa donde todas las personas puedan vivir libres de discriminación y violencia.

Es fundamental fomentar el respeto a la diversidad y promover la igualdad de derechos para prevenir actos violentos y garantizar que todas las personas puedan vivir sin temor a la discriminación o a la violencia debido a su identidad de género u orientación sexual.

Las instituciones, como las comisiones de atención a víctimas, deben proporcionar apoyo a las víctimas y a sus comunidades para su recuperación y resistencia, así como servicios de asistencia psicológica, asesoramiento legal y apoyo comunitario. Estas labores desempeñan un papel crucial en la respuesta ante estos crímenes

Asimismo, es fundamental subrayar que el respeto y la consideración deben comenzar desde las autoridades. Es imperativo que las personas funcionarias públicas y las instituciones gubernamentales se dirijan a la comunidad LGBT+ con un lenguaje inclusivo y respetuoso, reconociendo y utilizando los términos preferidos por cada individuo. Este gesto, además de reflejar un compromiso con la igualdad y la dignidad, establece un precedente crucial para fomentar la aceptación y el entendimiento en la sociedad en su conjunto. 

Sociedad y gobierno debemos trabajar juntos para crear un entorno seguro y respetuoso para todas las personas, independientemente de su identidad de género u orientación sexual. Esto implica implementar políticas efectivas, proporcionar educación y sensibilización, así como garantizar que las leyes se apliquen para quienes perpetúan la violencia.

Las voces perdidas y las voces silenciadas exigen justicia y cambio. Detener la violencia de género y los crímenes de odio es una tarea colectiva que requiere la colaboración decidida de la sociedad, de las instituciones y del gobierno. Levantemos nuestras voces en solidaridad exigiendo un cambio cultural y social profundo. Solo a través de la unidad y el compromiso inquebrantable podremos forjar un futuro donde cada persona independientemente de su identidad de género u orientación sexual pueda vivir sin miedo y con pleno derecho a la igualdad. #HagamosComunidad

Jaime Rochín

@sjrochin