Hoy el Ejecutivo Federal entrega al Congreso de la Unión el Paquete Económico para el ejercicio fiscal 2024. Se trata del paquete económico formulado para el último año de la presente administración y los recursos que se aprueben tendrán efecto en los primeros meses del próximo gobierno, pues se trata de un año electoral. Ante ello, debemos tener en cuenta algunos datos relevantes sobre el desempeño reciente de la economía y de las finanzas públicas.
Por ejemplo, en su último informe trimestral, Banxico prevé que la economía cierre 2023 con un crecimiento de 3.0%, mientras que para 2024 anticipa un 2.1%, una creación de empleos entre 570 mil y 770 mil y un déficit de cuenta corriente de entre -1.6% y -0.8% del PIB. Por su parte, con datos de la encuesta de expectativas de especialistas del sector privado de septiembre, se tiene que, en promedio, se espera que 2023 cierre con un crecimiento de 3.04%; para 2024 se anticipa un 1.66%, un tipo de cambio de 18.70 pesos por dólar, una inflación de 4.03% y una tasa de interés de 8.58%.
En materia de finanzas públicas, con información de la SHCP a julio de 2023, llama la atención que pese a observar un crecimiento económico que se acerca al 3.0% previsto por la propia Secretaría, persiste cierta debilidad en la generación de ingresos públicos. La recaudación ha sido 3.3% menor respecto de la prevista en el calendario; los ingresos tributarios han estado 3.9% por debajo de lo esperado (principalmente, por una menor recaudación de IEPS e IVA) y los ingresos petroleros han sido inferiores en 22.1% a lo anticipado.
En cuanto al gasto público, aunque este creció 4.9% en términos reales se siguen observando subejercicios en salud y educación, entre otros rubros. En contraste, el gasto del Ramo Bienestar fue mayor en 14.3% respecto del calendarizado y en materia de energía, se anticipan mayores aportaciones de capital a Pemex. También la inversión pública se ha acelerado y al mes de referencia creció 11.7%.
La apreciación del peso frente al dólar ha permitido reducir la deuda por persona, aunque el déficit presupuestario es, de hecho, 81.6% mayor al observado en el mismo mes de 2022. Además, el costo financiero de la deuda es mayor en 25.9% respecto del año previo y, en cuanto a los recursos que son transferidos a los estados vía participaciones, éstos se encuentran 50 mil 354.7 millones de pesos por debajo de lo originalmente planeado.
Como ciudadanos, debemos estar pendientes de que las variables contenidas en el Paquete Económico sean realistas, pues ello permitirá que no ocurran recortes al gasto a lo largo del año o se presente un mayor endeudamiento público tanto a nivel federal como de los estados y municipios. Asimismo, debemos observar y exigir a nuestros legisladores y autoridades que el presupuesto se gaste efectivamente en los rubros para los que se apruebe; estar conscientes que mayores transferencias en efectivo no necesariamente compensan los subejercicios en rubros como educación, salud o medio ambiente (por mencionar algunos); que las empresas públicas deben apoyar las finanzas públicas y no ser un lastre para ellas, y que la deuda pública no es del gobierno, sino que la terminaremos pagando todas y todos los mexicanos ahora y en el futuro.
El Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP) publicará las implicaciones del Paquete Económico 2024 el próximo 12 de septiembre, el análisis podrá consultarse en https://paqueteeconomico.ciep.mx/.
*José Luis Clavellina Miller | Director de investigación. Es doctor en Economía por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), así como maestro y licenciado en Economía por la misma Universidad. Realizó una estancia de investigación doctoral en la Universidad de Kent en Canterbury. Se ha desempeñado como investigador en el Centro de Estudios de las Finanzas Públicas de la Cámara de Diputados y en el Instituto Belisario Domínguez del Senado de la República. Actualmente es director de Investigación en el CIEP. Entre sus intereses se encuentran la sostenibilidad de las finanzas públicas, la equidad fiscal intergeneracional y el financiamiento para el desarrollo.