La Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), encabezada por el general Luis Crescencio Sandoval, solicitó 231,744,000 a la Secretaría de Hacienda de Rogelio Ramírez de la O para comprar armas de última generación, de acuerdo con documentos oficiales. Y argumenta que con la medida hasta van a “elevar la moral” de los soldados. Es en serio.
El proyecto presentado por la Sedena es “para la adquisición de 2,444 diferentes armas de última generación para equipar a las unidades operativas del Ejército mexicano en la realización de tareas de seguridad interior y la seguridad nacional”. En promedio cada una de las armas a comprar tendría un valor de 94,821.60 pesos.
En este espacio le hemos dado cuenta de cómo los militares, en particular la Sedena, tienen la chequera de la autodenominada 4T totalmente abierta.
El mes pasado estos #Recovecos informaron que la Sedena prepara un gasto de 22 mil millones de pesos para construir cuarteles destinados a militares que están en el combate contra la delincuencia en municipios que registran los más altos índices de violencia, según el reporte obtenido por el reportero (Sedena seguirá en tareas de seguridad pública | La Silla Rota). ¿Se trata de que los militares sigan en la guerra contra el narco y el crimen?
No es el único caso. En 2022 (Sedena: el hazmerreír y sus gastos inútiles… por 3,900 millones de pesos | La Silla Rota y Sedena: el hazmerreír y sus gastos inútiles | La Silla Rota) Recovecos reveló que la Sedena pretendía gastar 3, 900, 017, 966 pesos para un Centro de Almacenamiento de Datos. De acuerdo con el documento, se trataba de crear “una arquitectura de tecnologías de la información, comunicaciones e industrial que permita y lograr la eficiencia de los servicios informáticos”. Esa era la buena noticia, la mala era que apenas unos meses antes Guacamaya exhibiera sus sistemas informáticos, con revelaciones que van desde las enfermedades del presidente Andrés Manuel López Obrador, atención médica especial a sus hijos durante la pandemia por Covid y otros detalles del propio general Luis Crescencio Sandoval.
Más recientemente programaron más gastos: 389,528,779 pesos para “la construcción de instalaciones y el equipamiento necesario para brinda la atención para la recuperación del personal militar”.
Con las 2,444 armas que ahora piensa comprar la Sedena pretende que el personal militar esté “equipado con armamento de última generación acorde a las actividades sustantivas que se desarrollan por las unidades operativas. (Y para el) desarrollo de las actividades en apego a los derechos humanos dentro del marco legal, al contar con armamento acorde a las exigencias de las situaciones tácticas se elevará la moral del personal operativo al contar con armamento que cumple con las características tácticas y técnicas para el cumplimiento de las diversas misiones asignadas”.
Sí, argumenta que se “elevará la moral” de los soldados al momento del cumplimiento de su labor.
La documentación disponible no permite saber qué tipo de armamento piensan comprar para “elevar la moral” de sus soldados, pero sí aclara que se trata de equipo de importación.
La Sedena no pasa por su mejor momento. En este espacio se ha relatado desde hace años En círculos castrenses hay preocupación por el grado de involucramiento en demasiadas tareas a los militares.
También hay versiones en círculos castrenses que alertan de corrupción, por ejemplo, en el AIFA. También conocimos por una investigación de Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad que Luis Crescencio Sandoval se pudo comprar un departamento en una zona de alta plusvalía en Huixquilucan en apenas 9 millones de pesos, aunque su valor comercial rondaría los 25 millones de pesos. Después el general salió a explicar el asunto.
El secretario de la Defensa Nacional no ha perdido el apoyo del presidente Andrés Manuel López Obrador. También se dieron a conocer viajes al extranjero, por parte de Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad, aunque según el general no ha viajado de vacaciones en 20 años.
En estos días la revista Science publico una investigación cuyos autores son Rafael Prieto-Curiel, Gian María Campedelli y el fallecido y respetado Alejandro Hope reveló que los cárteles mexicanos de la droga emplean entre 160 mil y 175 mil personas, al tiempo que requieren reclutar a cerca de 350 personas por semana por los asesinados o encarcelados de sus organizaciones y poder mantener así sus actividades delictivas. Son el quinto empleador en el país, detrás de Femsa, con 321 mil empleados; Walmart con 231 mil; Manpower con 203 mil y América Móvil con 181 mil empleados.
Por lo visto, los más de 100 mil elementos desplegados para combatir al narco en el país, sumando a la Guardia Nacional, Ejército y Marina, es un auténtico fracaso. Los datos oficiales hablan de 166, 000 asesinatos cometidos en este sexenio del presidente Andrés Manuel López Obrador, un promedio aproximado de 95 personas cada día. Con Enrique Peña Nieto, el demócrata según AMLO, fueron 156 mil, unos 71 al día, mientras que su odiado Felipe Calderón unos 120,400 y unos 55 por día.
Un profesor de economía en la maestría decía: el dinero no es la felicidad, pero cómo se le parece. Esa parece ser la tónica de la 4T. Mientras tanto podemos seguir perdiendo el tiempo en reyertas entre Claudia Sheinbaum, Xóchitl Gálvez… el país se nos escurre por otras vías.
Punto y aparte. En colaboración con Mariluz Roldán publicamos hace justo dos años el libro La historia oscura detrás de la pandemia. El baile de cifras de López-Gatell. Sin grandilocuencias, con análisis serenos de expertos y reportajes de periodistas se anticipó el desastre. Por eso la postulación de Hugo López-Gatell al gobierno de la Ciudad de México en el proceso interno de Morena es simplemente inconcebible. Como diría el clásico: no se hagan bolas.
Punto final. Algo está sucediendo en el proceso de selección de rector o rectora en la UNAM. El escándalo que desató Ricardo Rojas Arévalo, secretario general de la facultad de Derecho de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), cuyo director y aspirante a rector es Raúl Contreras, insultó verbalmente a la directora de la Escuela Nacional de Ciencias Forenses, Zoraida García Castillo, durante el Ciclo de Conferencias: Retos actuales de la investigación criminal en el sistema acusatorio. Fue despedido. Pero este hecho hace aflorar no sólo el pendiente de abusos, acoso y violencia de género en la UNAM. Apenas el 28 de agosto pasado Mariluz Roldán y este reportero entrevistamos a Enrique Graue (Violencia de género persiste en la UNAM, es un pendiente: Enrique Graue | La Silla Rota) y reconocía ese pendiente en la máxima casa de estudios del país. Las sonrisitas cómplices de Gabriel Regino y otros que estaban a lado de Rojas son la punta del iceberg. Y algo más: ¿hay filtraciones interesadas desde la Junta de Gobierno? Para no perder de vista…