Tropezando con sus palabras

Las contradicciones en Morena han sido parte de su naturaleza y con frecuencia, lejos de lo que proponen o dicen, se tropiezan con sus palabras y llegan incluso a negar a lo que se habían comprometido o mencionado y no estoy hablando de opiniones; todas y todos tienen derecho a tener opinión e incluso a cambiarlas, pero Morena se ha caracterizado no por cambiar de opinión sino por cambiar de hechos.

• Durante los últimos días tanto López Obrador como Alfonso Durazo han criticado el proceso de selección de la encargada del Frente Amplio por México. Incluso a la hora de entregar la constancia de Claudia Sheinbaum habló Durazo del proceso del Frente y en ese mismo momento estaba Ebrard impugnando el proceso de Morena… sólo tenían que contar unas cuantas encuestas, sólo tenían que darle certeza a lo que todas las encuestas han dicho por meses y no pudieron. Incluso la secretaria general, Citlalli Hernández (que ha demostrado ser bastante limitada en toda oportunidad que ha tenido) salió a decir que no ganó quien tuvo más votos en las encuestas ¿?¿? o sea ¿corroboró que fue fraude? Intentó explicar qué era un ponderador en una encuesta, pero obviamente ni ella lo entendía y acabó por decir que el“voto en la cierra vale distinto del de una empresaria”. Criticaron un proceso en el que participaron cerca de 3 millones de mexicanas y mexicanos, y no tuvo señalamiento alguno, pero no pudieron tener un proceso limpio de poco más de 10 mil. ¡¡¡Esos son los que dicen que son demócratas y no han podido hacer una interna democrática… ni siendo por encuesta!!!
• Por su parte, Marcelo Ebrard está en pleno drama en el que acusa que fue un fraude el proceso de Morena. Acusó a Claudia de usar la estructura de los programas sociales para promoverse, que bajaron línea en las secretarías, que compraron gente, que gastaron recursos públicos y todo eso parece cierto. Sólo que todo es ilegal y también lo hizo Marcelo y al menos también Adán Augusto. Desde su “libro” que usó como instrumento de promoción pagando espectaculares, pasando por las estructuras que lo promovían (todas de funcionarios públicos), los cientos de miles de bardas pintadas, la estructura a partir de delegados de la SRE, el gasto no reportado… ahora es justo decir que hizo que cambiaran el proceso, que hizo a todos pedir licencia y que se hicieron las encuestas que él quiso (los debates no se los cumplieron)… y aun así perdió por más de 15 puntos. No fue un proceso democrático, no lo era en su diseño ni en su realización, pero nunca tuvo posibilidad de ganar… no existe una medición seria que lo pusiera como ganador y aun así salió a hacer su drama; eso nos dice que es muy posible que todo sea orquestado para algo… Marcelo no es tonto, no creo que se haya visto como posible ganador en ningún escenario y tampoco creo que tenga las agallas de romper con López Obrador. Pronto se sabrá el verdadero fin de todo este teatro.
• Para cerrar las contradicciones en un ritual tan ridículo como absurdo el presidente de la República le entregó el “bastón de mando” a su candidata… lo curioso es que si lo quieren hacer como tradición de pueblos originarios pues no hubo un solo indígena en su show e incluso si hay un grupo que ha sido castigado en el gobierno de López Obrador es precisamente el de los indígenas (les han quitado políticas públicas y presupuestos año tras año). No se necesitan símbolos ni representaciones absurdas, hoy hay una persona de origen indígena en la elección y va a ser la siguiente presidenta de México.

Las contradicciones son parte del discurso de Morena y cada vez son más notorias. No son un partido político, son la cola de un caudillo y lo único que los ha unido hasta hoy es la fidelidad al caudillo. No van a poder mantener el poder después de AMLO y se van a desintegrar como movimiento entre las ambiciones, las corruptelas y la mediocridad de todas y todos los de abajo.