En las pocas ocasiones que sale al mundo, el presidente mexicano gusta llevar en su equipaje las mismas taras que a diario exhibe en México.
Así, como buen fantoche que siempre ha sido, lloriquea por los rincones del mundo y se presenta como víctima de “la perversa prensa mexicana”.
Además de que, públicamente condena dictaduras como la de Pinochet, en Chile, pero por lo bajo financia tiranías como las de Cuba y Venezuela.
Y cínicamente rechaza los gobiernos militares y rinde homenaje a víctimas de la tiranía chilena, mientras en México militarizó la vida nacional e ignora a las “madres buscadoras” de los miles de desaparecidos.
Pero no es todo. Una ofensa más del viajero de ocasión se dio en Colombia, en donde López Obrador se dijo conmovido por la epidemia que vive Estados Unidos a causa del fentanilo, cuando el mundo sabe que López Obrador es socio de los cárteles que más droga sintética venden al vecino del Norte.
Pero la burla mayor se produjo cuando, junto con el presidente colombiano, AMLO anunció que intensificará su lucha contra las drogas, mediante el “amor y familia”, la otra versión de los “abrazos y no balazos”.
Y viene a cuento el tema porque López Obrador puede engañar a los presidentes de Colombia y de Chile; puede creer que engaña al mundo entero, sin embargo, ya no engaña a la mayoría de mexicanos.
Y es que, a pesar de la manipulación oficial, de la propaganda engañosa y del control mediático, en México muchos saben que la herencia de López Obrador será una de las peores tragedias sexenales; catástrofe que impactará el futuro de muchas generaciones y costará por lo menos medio siglo de atraso.
Y si lo dudan vamos al dato duro.
1.- Al final del gobierno de López Obrador, México se habrá endeudado como nunca y el quebranto de la economía significará no una, ni dos veces el llamado Fobraproa, sino que esa deuda habrá crecido de forma geométrica.
Sí, según el presupuesto de egresos, para 2024 se estima un endeudamiento de por lo menos 16 billones de pesos, es decir, 60% más que la deuda con la que llegó AMLO al poder, que era de 11 billones de pesos.
2.- Así, durante por lo menos medio siglo, el dinero del contribuyente será destinado al pago de la deuda y de los caprichos sexenales –AIFA, Tren Maya y refinería Dos Bocas--, además del saqueo generalizado que llevó al gobierno de AMLO ha destruir el Instituto de Transparencia y que mandó a la opacidad todo el gasto no comprobable; es decir todo el gasto sexenal.
3.- En 2024 México seguirá con una pobreza de más del 40% de la población --casi 50 millones de ciudadanos--, mientras que los pobres extremos habrán pasado de 9 a casi 12 millones de personas. Es decir, un fracaso total de la esperanzadora promesa de “primero los pobres”.
4.- Al final del sexenio México será el país número uno del mundo que, si bien no está en guerra, si registra más muertes violentas que las naciones en guerra, con casi 200 mil vidas perdidas al final del sexenio de López Obrador; la cifra más grande en su historia y una de las mayores del mundo.
5.- También en el sexenio de AMLO, México es campeón en masacres, desaparecidos y feminicidios; epidemias que han provocado que en nuestro país estén 12 de las 15 ciudades del mundo con mayor inseguridad, violencia y más riesgo para las mujeres. El sexenio terminará con 60 mil desaparecidos.
6.- La militarización de toda la vida nacional es, sin duda, una de las herencias más perniciosas del “desgobierno” de López Obrador, ya que México sigue los modelos de Cuba, Venezuela y Nicaragua, en donde los militares sostienen la dictadura, a partir de la corrupción generalizada de las fuerzas castrenses.
Sí, militares y marinos mexicanos están hasta en la sopa y la corrupción es el mayor estímulo en sus tareas civiles, violando la Constitución. Y el ejemplo lo vemos en el presupuesto del 2024, en donde se reporta que las fuerzas castrenses exigieron casi 23 mil millones de pesos para sus principales empresas; puertos, aeropuertos y trenes.
7.- Y precisamente la corrupción es otro de los problemas endémicos de la gestión de AMLO, ya que el saqueo en los tres ordenes de gobierno es generalizado; en el gobierno federal, los gobiernos estatales y municipales, se roban miles de millones de pesos, bajo la protección del presidente López Obrador.
8.- Peor no se queda atrás la salud pública, convertida en otra de las grandes tragedias del sexenio de López Obrador. Y es que a la desaparición del Seguro Popular y del Insabi –lo que dejó sin servicio de salud pública a por lo menos 50 millones de mexicanos--, siguió el recorte del 60% del presupuesto sanitario en el 2024. ¿Y eso que significa?
Aquí y en China a eso se le llama privatización de la salud pública, ya que, ante la quiebra de los servicios públicos, se empuja a los ciudadanos, en especial a los que menos tienen, a buscar la salud en las instituciones privadas; hospitales, consultorios y farmacias.
9.- La destrucción de la democracia es otra de las grandes tragedias sexenales y sin duda que colocará a López Obrador como el mayor destructor de las instituciones democráticas, ya que no solo desapareció la división de poderes; no solo capturó a las cámaras del Congreso, sino que se ha empeñado en la captura y destrucción de las instituciones electorales y del Poder Judicial, pero, en especial, en la desaparición de la Suprema Corte.
Todo para dar el “tiro de gracia” a la elección presidencial del 2024, en donde el presidente encabezará el más escandaloso fraude de Estado
10.- Y junto con la destrucción democrática, el presidente mexicano ya está en la historia como el mayor peligro para libertades fundamentales, como las de expresión e información.
Y es que, al mejor estilo de las dictaduras del mundo, México es el país con el mayor número de periodistas asesinados; el país dizque democrático en donde más se agrede a los medios y a las empresas mediáticas y el país en donde, en los hechos, se ha cancelado el libre tránsito.
¿Se ha cancelado el libre tránsito?
En efecto, en la práctica, hoy el crimen organizado se ha adueñado de las carreteras y los caminos del país y los ciudadanos se juegan la vida para salir de sus lugares de origen. Se vive un toque de queda de facto.
Pero esa tragedia sexenal no es nueva. La realidad es que aquí y en muchos otros espacios se advirtió hasta el cansancio, antes de 2018, que López Obrador era un peligro para México. Pero a muchos les importó un pito.
¿Aún quieren un peor gobierno? Voten por la señora Claudia.
Al tiempo.