MALTRATO DE PERROS

El perro ¿mejor amigo del hombre?

¿Por qué si poco a poco se han descubierto los beneficios que un can puede traer a nuestras vidas podemos ser tan ingratos y en algunos casos, crueles con ellos? | Alicia Fuentes

Escrito en OPINIÓN el

¿Cuántas veces no hemos escuchado o leído que “el perro es el mejor amigo del hombre”? La razón de la frase es porque un can tiene una gran capacidad de captar las emociones de los humanos; darles cariño, compañía y protección incondicionales, y con el tiempo son capaces de desarrollar un vínculo irrompible científicamente comprobado, no en vano hoy en día muchos perros son utilizados para ayudar a pacientes con discapacidades emocionales o físicas. 

Si bien los perros llevan miles de años siendo compañía del hombre, estudios recientes han demostrado que son capaces de detectar algunos tipos de cáncer o de que una persona con epilepsia tendrá una convulsión antes de que ésta ocurra. Por otro lado, algunos estudios sugieren que tener un perro reduce las posibilidades de morir a causa de una enfermedad cardiovascular, disminuye el riesgo de padecer diabetes y proporciona apoyo social y emocional a sus dueños. Pero ¿por qué si poco a poco se han descubierto los beneficios que un can puede traer a nuestras vidas podemos ser tan ingratos y en algunos casos, crueles con ellos?

De acuerdo con Humanidad es Comunidad de junio pasado, en México 7 de cada 10 animales domésticos sufren de algún tipo de maltrato y cerca del 70% de la población canina se encuentra en situación de calle por diversos motivos. Lamentablemente, muchos de esos perros tienen dueño que irresponsablemente los dejan en las calles arriesgándolos a un sinnúmero de penurias como hambre, sed, incomodidades, sufrimiento, dolor, lesiones, enfermedades, temores y estrés, sin omitir que los exponen a una reproducción indiscriminada. 

Pero ¿quién debe responsabilizarse del maltrato de los perros con dueño y en situación de calle? ¿las instancias gubernamentales? ¿los ciudadanos? Según un documento del Senado de la República la legislación mexicana no reconoce los derechos de los animales pero sí existe un marco jurídico que los protege y cuya principal normativa es el Artículo 4º párrafo 5º de la Constitución, que a la letra señala que “Toda persona tiene derecho a un medio ambiente sano para su desarrollo y bienestar. El Estado garantizara´ el respeto a este derecho. El daño y deterioro ambiental generara´ responsabilidad para quien lo provoque en términos de lo dispuesto por la ley”. Este texto implica que debemos cuidar de los animales por el simple hecho de que forman parte del medio ambiente y pese a que el problema del maltrato a los perros, de los animales en general, y de los canes en situación de calle no está explícito la Constitución responsabiliza directamente al Estado y al ciudadano. 

Asimismo, de la Constitución mexicana se desprende otras normativas que protegen a los animales; la Ley General de Equilibrio Ecológico y Protección Ambiental cuyo Artículo 79, Fracción VIII, especifica que debe fomentarse “el trato digno y respetuoso a los animales, con el propósito de evitar la crueldad en su contra”. De esta Ley resultan las responsabilidades de los gobiernos estatales y municipales pues en su Artículo 87 Bis, señala que a las entidades federativas en coordinación con los municipios corresponde establecer las sanciones para el maltrato y la crueldad contra los animales. 

Afortunadamente, hoy en día ya 27 estados cuentan con leyes de protección y bienestar animal y, salvo en Chiapas, en todos los estados el maltrato animal es considerado un delito que se castiga con multas de diversos montos y penas que van desde un mes hasta seis años de prisión. 

Aún con las legislaciones en México no cabe duda de que el bienestar de los canes son responsabilidad directa de sus dueños y las instancias gubernamentales son las responsables de sancionar a aquellos amos que descuidan a sus mascotas y los dejan en la calle; a su vez, los perros en situación de calle, que en México la cifra asciende a casi 25 millones y que tiende a incrementarse, son responsabilidad de las instancias locales por la poca efectividad de las campañas de esterilización y el bajo interés que la ciudadanía en general presta a éstas. 

De esto, surge la interrogante ¿qué se puede hacer con los perros en situación de calle? Hace unos días, a las 10 am en el Centro de Acopio Canino de Yautepec, Morelos, de 10 personas que esperaban turno para esterilizar a sus perros por una módica cooperación, sólo una llevaba a una perrita en situación de calle. Si bien hay que reconocer la labor y compromiso tanto de amos de canes como del personal del Centro que hacen mucho con pocos recursos, el nivel para evitar reproducción indeseada de canes destinados a nacer y sufrir en la calle es nada. 

Sin duda, el problema de los perros callejeros no sólo es responsabilidad de las autoridades a través de campañas de esterilización, también de la ciudadanía que no terminamos de entender que poner de nuestra parte evitará la proliferación de perros en la calle. En estos tiempos, en los que es más frecuente que los amantes del “mejor amigo del hombre” encuentran sitios de ocio pet friendly, pero en los que también el maltrato a los perros y la proliferación de canes en situación de calle se está visibilizando cada vez más ¿por qué no pugnar para que el hombre sea el mejor amigo del perro