EDUCACIÓN

Los nuevos libros de texto

Existen diversos problemas graves con el contenido de los nuevos libros de texto. | Ricardo de la Peña

Créditos: Especial
Escrito en OPINIÓN el

El debate sobre los nuevos libros de texto, que según el gobierno se distribuirán para el ciclo escolar 2023-24 que está por comenzar, tiene varias vertientes que es pertinente analizar por separado:

Un nuevo desacato

Desde hace meses se ha cuestionado no sólo el contenido potencial de los nuevos libros de texto, sino el procedimiento seguido para su confección. En específico se ha expresado que no se consultó a los interesados, maestros y padres-madres de familia, sobre estos contenidos, lo que contraviene la legislación en la materia. Esto ha propiciado que diversos jueces otorguen amparos y exijan a la Secretaría de Educación Pública que aporte toda la información sobre los procesos de consulta llevados a cabo, los cuales han sido resguardados mediante un procedimiento de reserva por cinco años, como si se tratara de algo concerniente a la seguridad nacional.

Frete a estas determinaciones de autoridades judiciales, el gobierno ha hecho caso omiso, apelando a múltiples pretextos, lo que significa para fines prácticos que el gobernante está cayendo en un nuevo desacato, como aquel que llevo a su desafuero en un cargo anterior, pero gozando ahora de la impunidad que le permiten las disposiciones constitucionales vigentes.

Los errores en los libros

Una revisión preliminar por expertos ha ido detectando infinidad de errores que obligarían como mínimo a una fe de erratas que acompañara a los materiales impresos. Muchos de estos errores pudieron ser fácilmente advertidos y resueltos si se hubiera realmente permitido que especialistas llevaran adelante un exhaustivo proceso de revisión de los libros. Pero la lógica de ocultamiento y esa política de trato de los asuntos públicos cual si fueran cosa nostra que caracteriza la toma de decisiones y los procedimientos administrativos del gobierno imposibilitaron que se corrigieran a tiempo estas equivocaciones factiblemente involuntarias.

La ideología por delante

Pero existen otros problemas con el contenido de los nuevos libros de texto: la inclusión de afirmaciones que no corresponden ni a lo jurídicamente validado ni a la evidencia disponible sobre diversos acontecimientos ocurridos en la historia reciente del país. Estos aspectos no son de ninguna manera equivocaciones involuntarias, sino la expresión de creencia o, lo que es peor, inclusiones de hechos que se sabe que no son ciertos pero que resultan convenientes para imbuir a la infancia en la versión sesgada de lo acontecido en los últimos años que propaga el gobierno en turno.

Los futuros libros de texto

En todo caso, es tal la magnitud de errores y sesgos que contienen los libros de texto que, ante la posible utilización de estos libros en el presente ciclo escolar, a pesar de los impedimentos legales impuestos, se antoja previsible que muy pronto habrán de darse cambios en estos materiales. Ojalá que cuando se haga se pode a estos libros de todo contenido inapropiado por ser errores contrarios a la ciencia o a la correcta escritura y se eliminen todos los vestigios de ideología del grupo en el poder, además de que se atienda un problema de completitud, repeticiones indebidas, formatos variados y complejidades distintas entre los distintos libros de cada año escolar. Ojalá.