Después del eclipse de 1991, en México se desató la euforia por los ovnis. El recientemente fallecido Nino Canún fue un impulsor del tema en su programa ¿y usted, qué opina? , donde la fama de Jaime Maussán se disparó exponencialmente. Con los años el tema pasó de moda.
Según las estadísticas, en la actualidad, entre Estados Unidos y el Reino Unido se tendría el primer lugar en reporte de avistamientos de ovnis.
En ese contexto, el Congreso de Estados Unidos decidió tener sesiones para que comparecieran ex oficiales de sus fuerzas armadas locales, quienes han comentado en medios que su gobierno tiene escondidos seres y naves extraterrestres. En la sesión dijeron que la verdad no habían visto nada, pero que les han contado. Uno afirmó haber visto un ovni cuando era piloto. Sin embargo, dijeron, les había llegado el chisme de que el gobierno tenía programas secretos, ilegalmente financiados, y que habían incluso matado gente para mantener todo así, en secreto, pero que a pesar de eso habían decidido revelar esos programas escondidos, aunque sin detalles, porque esos son, pues, secretos. Ok.
El verdadero misterio es la motivación para que el Congreso estadounidense haya decidido darle el micrófono y la atención a unos “informantes” que fueron a platicar un chisme que les pasaron, sin tener pruebas de absolutamente nada.
No son los primeros “informantes” de los últimos años. Por ahí anda un Luis Elizondo que da conferencias y vive de contar los secretos que conoció en su misión como investigador oficial de los ovnis.
Tampoco es la primera vez que Estados Unidos aparece a los marcianos en la arena pública. Ya en 1947, después del famoso incidente en Roswell, donde supuestamente chocó una nave extraterrestre, el ejército emitió un comunicado diciendo que habían capturado un “disco volador”. Horas después modificaron la versión y aseguraron que había sido un globo meteorológico. Por años, los fanáticos de los extraterrestres se dedicaron a buscar evidencia del disco volador para desmentir la versión de lo del globo meteorológico. Se concentraron tanto en el ovni que no vieron las evidencias del experimento de espionaje atmosférico, precursor de los satélites, denominado Proyecto Mogul.
En México hemos hecho cosas parecidas. En el 2004, la SEDENA entregó a Jaime Maussán los videos que desde un avión del ejército se habían tomado sobre una supuesta flotilla ovni, para su análisis. La noticia tuvo eco en todo el mundo. ¿qué recursos podía tener Maussán que no tuviera la SEDENA?
En el 2020 el Departamento de la Defensa de Estados Unidos hizo públicos videos tomados por pilotos militares de objetos voladores que no podían ser identificados y que se movían a velocidades extraordinarias. Los pilotos reaccionan ante su incapacidad de reacción contra esos objetos con singular alegría.
Los congresistas estadounidenses justificaron la premura con que atendieron los chismes sobre extraterrestres en la necesidad de verlo como un asunto de seguridad nacional. Fue la misma actitud que mostró el gobierno federal cuando fueron detectados hace unos meses los globos chinos que entraron a territorio estadounidense.
Con esa misma premisa actuaron contra Edward Snowden y Jack Teixeira, a quienes metieron a la cárcel por revelar información del ejército o mentir sobre ello, después de ser miembros de las fuerzas armadas.
Estas actitudes contrastan con la emoción de los pilotos militares en los videos del 2020, cuando atestiguaron la llegada de objetos que no podían ni identificar ni alcanzar y que merodeaban el territorio estadounidense, así como con la tranquilidad con la que estos ex oficiales andan “revelando secretos”.
Con riesgo a sonar a teórico de la conspiración, no pareciera que estemos más cerca de los extraterrestres, sino ante un momento de espacio dado a los intereses de la gente, como la religión, el tema de las armas o los activismos progresistas.
Me decían algunos conocidos que en México el asunto de los ovnis no tuvo mayor impacto, ya que no nos distraen esas cosas. Tenemos, en contraste, un decidido seguimiento al proceso, e incluso documentados posibles actos fraudulentos, sobre la designación de los candidatos a salir de la casa de los famosos. Ok.