El lunes por la tarde, después de muchos rumores y filtraciones, Santiago Creel por medio de un video en redes anunció su declinación del proceso del Frente Amplio en favor de Xóchitl Gálvez y una vez más demostró su altura de miras y su capacidad de ser factor de unidad dentro y fuera del PAN. En lo personal, he tenido la oportunidad de acompañarlo en muchos de sus caminos y ha sido un ejemplo permanente, algunos comentarios al respecto:
- Entre 2005 y 2006 fue la elección interna del PAN entre Santiago Creel, Felipe Calderón y Alberto Cárdenas. En aquel entonces fui coordinador de los jóvenes con Creel y viví todo el proceso interno en primera fila; después de la derrota yo le pedí a Santiago que impugnáramos el proceso por claras anomalías en el Estado de México, en Veracruz y en Yucatán, pero el se negó. Me dijo que venía una elección complicada, que teníamos que ganar la presidencia con Calderón y que desde el Senado podríamos construir un mejor país y así fue.
- Los siguientes años lo acompañé en la coordinación del Grupo Parlamentario del PAN en el Senado y siendo parte de su equipo me tocó aprender de todos los temas. Junto a Enrique Barber contribuí a hacer muchos discursos y junto a Miguel Rodarte llevé parte de la organización y acompañamiento del Coordinador. Esta época fue de crecimiento y aprendizaje y desde acompañar a candidatos que llegaron a gubernaturas y hasta pasar noches estudiando temas para argumentar reformas trascendentes, viví la política desde un mundo técnico que me llevó a estudiar filosofía. Vi a Santiago encabezar sesiones históricas, dirigirse a todo tipo de audiencias y enfrentar escenas tan complejas como la toma de protesta de Calderón en medio del conflicto inventado por López Obrador. En estos años tuve el honor de dirigirme al Senado de la República al ser orador en la entrega de la medalla Belisario Domínguez (post mortem) a mi padre Carlos Castillo Peraza y también, cuando hubo cambio de coordinador, fui quien acompañó a Santiago a guardar sus libros… me regaló varios que tengo en mi biblioteca junto al ejemplo de alguien que es muy superior al cargo que ocupase o dejase de ocupar.
- Para 2011 yo seguía en la coordinación del Senado, pero ahora con José González Morfin (después de acompañar a Gustavo Madero hasta ganar la presidencia del PAN), y pedí licencia a mi puesto para hacer una segunda interna con Creel, pero ahora como encargado de mensaje. Lo acompañé a giras, a entrevistas y eventos, y estuve en la preparación de los debates donde nos dejó muy claro a quienes le dábamos datos e ideas que no eran espacio para ataques y claro que tenía razón. Los ataques con los que Cordero agredió a Josefina Vázquez Mota fueron los mismo que meses más tarde usaron Peña Nieto y López Obrador, o, en otras palabras, Josefina, con una carrera realmente exitosa dentro de la política salió a competir lastimada por una interna violenta; por un contendiente que no entendió la función de una elección interna y que se negaba a reconocer que no contaba con el voto de los panistas. Ante todo, y ante todos Santiago se mantuvo como un caballero y el día de la elección interna fue una vez más la voz que unió al PAN.
- En 2011, siendo senador todavía también me tocó ver como Santiago hizo la mayor reforma de la historia de la Constitución, cambiando primer artículo y con ello lo visión central de todas las leyes y ordenamientos en nuestro país… Santiago es quien realmente hizo humanista a México.
- Años más tarde también, por 2016-2017, me tocó acompañarlo otra vez a hacer campaña, pero ahora yo iba como su suplente para el Constituyente de la Ciudad de México. De interna a externa, de recorridos a eventos y hasta hacer la Constitución de la Ciudad México me tocó una vez más acompañar a Creel y lo vi brillar como estadista al momento consensar, debatir y redactar la Constitución vigente de la Ciudad de México.
Ahora, en 2023 no lo pude acompañar en esta última campaña. Mis obligaciones actuales requieren imparcialidad y la he cumplido cabalmente. Sin embargo, una vez más Santiago deja una lección de generosidad, de caballerosidad y de patriotismo al declinar por Xóchitl. El gesto no será olvidado, pero tampoco hay que olvidar que cuando se veía imposible y nadie quería levantar la bandera fue Santiago quien dijo yo voy; no hay que olvidar que cuando hubo que defender la Constitución e impugnar reformas injustas fue Santiago quien lo hizo y tampoco habrá que olvidar que cuando se necesitó generosidad y cuidar al PAN y a México, no lo dudó.
Hoy es muy claro, es con Xóchitl y ojalá que Beatriz Paredes se sume pronto porque hoy se requiere generosidad y altura de miras para salvar a México.