La creación del Frente Amplio por México (FAM), conformado por la voluntad y el acuerdo de las organizaciones sociales y los partidos políticos que lo signaron, es una contribución inédita al proceso político de nuestro país. El FAM avanza en medio de grandes dificultades y limitaciones, gracias a la generosidad política de muchos de sus integrantes y a la confianza que ha despertado entre los ciudadanos.
Hasta hace unos meses, eran pocos los que creían en la viabilidad de una alternativa política de oposición y menos los que concedían a los opositores la capacidad para organizarse y enfrentar con éxito la abrumadora presencia del grupo en el poder y sus aliados. La narrativa del gobierno, encabezada por el presidente, había logrado instalar con eficacia el sofisma que supone a la oposición moralmente derrotada.
Ante los desplantes autoritarios del gobierno, la polarización política y el ataque sistemático a las instituciones democráticas y las libertades –consagradas en la constitución– cientos de organizaciones y cientos de miles de ciudadanos en todo el país se sumaron a las marchas y concentraciones de noviembre y febrero en defensa del INE, del voto, de la división de poderes, la democracia y de las libertades amenazadas.
La participación y movilización de los ciudadanos, identificados con la marea rosa, ha sido la fuerza que ha unido y ha dado sustento al nuevo acuerdo ciudadano político que hoy encabeza el Frente Amplio por México. Concretar la propuesta de agenda para un gobierno de coalición, con el propósito de que nadie se quede atrás; y proponer un método abierto para la elección de un coordinador que organice los trabajos de la oposición de cara a las elecciones del próximo año, han sido parte de las tareas realizadas por las organizaciones agrupadas en Unidos.
La destacada participación de los ciudadanos que integran el Comité Organizador a nivel nacional y en los estados y la Misión de Acompañamiento Cívico, es una muestra de generosidad y valor cívico, con cargo a su prestigio, que ya ha dejado una huella imborrable en la historia de nuestra democracia.
La disposición de los partidos políticos del FAM para abrir sus procesos internos de selección de candidaturas, en respuesta a la demanda ciudadana, es una muestra inequívoca de la voluntad política y el compromiso del PRI, PAN y PRD con el presente y el futuro democrático del país. Aún es tiempo de que otras fuerzas democráticas se sumen con generosidad y hagan historia.
El genuino interés y talante democrático de los aspirantes que se inscribieron para participar en la selección del coordinador del FAM, es nota distintiva de este proceso. La definición de los finalistas no ha estado exenta de presiones y tensiones, sin embargo, ha sido superior la convicción democrática y la generosidad política de quienes no alcanzaron la calificación como Enrique de la Madrid; o quienes, como Santiago Creel, declinaron por amor a México.
Finalmente, el próximo 3 de septiembre, más de dos millones de ciudadanos inscritos en el padrón del FAM expresaremos nuestra simpatía entre Beatriz Paredes y Xóchitl Galvez. Hay confianza y ánimo para elegir a la mejor y esperanza en el triunfo en 2024.