Claudia Sheinbaum, Marcelo Ebrard, Ricardo Monreal, Adán Augusto López Hernández, Xóchitl Gálvez, Beatriz Paredes, Santiago Creel y Enrique de la Madrid están en la recta final de esta primera etapa en la que, sin ser candidatos presidenciales, se acercan al ansiado nombramiento de coordinar quién-sabe-qué-cosa en sus respectivas agrupaciones políticas o alianzas rumbo al 2024 que, como sabemos, comenzó en 2021, o peor aún: arrancó el día después de las elecciones de 2018 en las que se alzó con el triunfo Andrés Manuel López Obrador.
Analistas y tendencias en redes sociales o buscadores de Google parecen marcar pautas de quiénes serán las personas que en septiembre podrán ser coordinadores de quién-sabe-qué-cosa, pero en los hechos se estarán candidateando para la Presidencia de la República en 2024. En la parte oficial de la 4T se da por sentada una negociación que implicaría un supuesto reparto de posiciones para quienes no resulten beneficiarios del respetable público encuestado.
¿Quién va a la Secretaría de Gobernación? ¿Quién va a las coordinaciones parlamentarias en el Senado y Cámara de Diputados? ¿Quién será el coordinador de campaña? ¿Quién va a la presidencia de Morena? ¿Ya es inamovible lo que se ha dicho? ¿Quién jugó para nutrir la caballada? ¿Quién tendría la decisión de ruptura? ¿Habría persecución en contra de quien rompiera? ¿Es firme la propuesta para ir por la Ciudad de México? Porque para todas esas preguntas ya hay respuestas…
Y en el caso de la CDMX, en los corrillos políticos de Morena ven que mueve la patita un personaje que, aquí se adelantó antes que en ningún otro lado, que le hacía ojitos a ser candidato. Ese mismo personaje que algunas encuestas siguen ubicando como favorito. Pero, hay otros personajes de alto perfil político que están moviendo sus piezas, equipos y demás por si las dudas. Alcaldesas que poco a poquito recorren la ciudad, pues en una de esas.
¿Claudia Sheinbaum está esperando a ser la candidata formal para incidir de manera directa en la designación de la candidatura? ¿Martí Batres lleva sus toppers a la oficina, se toma fotos entrando a las reuniones del gabinete de Seguridad en Palacio Nacional, se deja ver bailando guaracha sabrosona con Clara Brugada… solamente eso, o ya ha recibido una señal del altísimo para que haga lo necesario para mantener para Morena a la CDMX?
¿Qué gobernadores o gobernadoras ya se ven en el gabinetazo de Morena en el 2024, heredando a sus cercanos los finales en ejecutivos estatales, acaso algún compadre suspira por algo así? ¿Y quiénes del actual gabinetazo que ya se ven en candidaturas… se les podrían caer, a pesar de todo lo que han hecho, pero sobre todo… por lo que no han hecho?
Y ya ni qué decir de la acera de enfrente. El Frente Amplio por México le dio un susto al PRD y los sacó de la jugada en la recta final. Jesús Zambrano, peleado con el otro Chucho, Ortega, pataleó, pero al final se mantuvo en el Frente. Pero, ¿qué hará Silvano Aureoles, a quien algunos ven fuera del PRD? ¿Los priistas darán la sorpresa o serán capaces de hacerle fraude a la que parece ser ya la puntera? ¿O es todo un espejismo?
En el caso de Movimiento Ciudadano muchos hacen política disfrazada de otra cosa. Se sorprenden con reuniones de alto nivel encabezadas por el dueño de MC, el senador Dante Delgado, a quien sus corifeos le llaman “Jefe Dante”. En ese juego de espejos, el “Jefe Dante” los sienta a todos a la mesa para llegar a lo mismo: sigamos platicando. Ya en lo corto ajustan estrategias, conceden espacios a los rejegos y se comienzan a preparar con equipos de trabajo para ir en soledad al 2024 con la esperanza, sí, con la esperanza de que pueden ganar la Presidencia de la República, a sabiendas de que con esa actitud muchos los ven con recelo como paleros de López Obrador.
Hace muchos años el salsero Rubén Blades, autor de célebres canciones que reflejan la realidad latinoamericana, coreaba en una de ellas “la vida te da sorpresas, sorpresas te da la vida”. Y quizá antes de empezar a apostar por uno, una u otro, otra suspirante presidencial, habrá que contener un poco la respiración bajo el agua, porque vaya si la vida te da sorpresas.
Punto y aparte. “Desgraciadamente, para muchos, el Poder Judicial de la Federación somos sólo los ministros. En ocasiones incluye a los consejeros y algunos magistrados y jueces, cuyos rostros se exhiben en el intento por ponerle un nombre a la función jurisdiccional. Un poder del Estado no tiene nombre ni apellido. El Poder Judicial Federal somos todos y ninguno en particular. Nuestra institución trascenderá a nuestros cargos actuales, a las personas que actualmente lo conformamos. Sin embargo, hoy ustedes y yo con cada actuación, con cada determinación, con cada contacto ciudadano somos la voz del Poder Judicial Federal". Son palabras de la ministra presidenta de la Corte Norma Lucía Piña. Lo dijo en Mérida, unos días después de que el presidente Andrés Manuel López Obrador exhibió el nombre de un juez que le dio revés en su pleito con Xóchitl Gálvez. Así las cosas. Y se pondrá peor.
Punto final. ¿René Bejarano diputado federal? ¿Es en serio?