A casi 50 días de que sepamos, o más bien confirmemos, el resultado del proceso interno de selección de quien va a abanderar a Morena en las elecciones presidenciales del 2024, Claudia Sheinbaum, Marcelo Ebrard, Ricardo Monreal y Adán Augusto López Hernández han sacado a relucir sus mejores artes de seducción para incorporar a sus huestes a personajes que consideran relevantes para su causa.
Hay un activismo soterrado que no se está viendo y que incluso estaba activado aún antes de que pidieran licencia o renunciaran a sus cargos.
Por ejemplo, hay casos de alcaldes que fueron citados en la Ciudad de México y se podría decir que hasta fueron impresionados con ser recibidos personalmente por las corcholatas en sus oficinas de desempeño como servidores públicos, en privado, y escucharlos que conocen su trayectoria e importancia en sus lugares de origen y que mucho les gustaría verlos o verlas en su ruta hacia la candidatura presidencial.
Incluso, es interesante saber que algunos o algunas de estas alcaldes o alcaldesas en proceso de seducción… no son de Morena, sino que son fuertes en sus plazas para otros partidos, donde principalmente el oficialismo busca horadar a la oposición. Pero no sólo opositores, también atraían a los de casa que pudieran estar cerca de alguna corcholata contrincante.
Otro dato corroborado por el reportero es que incluso algunos de esos alcaldes o alcaldesas fueron llamados a citas privadas con el general Audomaro Martínez Zapata, primero amigo del presidente Andrés Manuel López Obrador y luego director del Centro Nacional de Inteligencia (CNI), antes Cisen. Si desde este espacio se ha criticado la opacidad del organismo de inteligencia del gobierno federal, ahora se señala que hacen activismo político… en favor de Morena para seguir perfiles, con el pretexto de seguimiento por razones de seguridad nacional.
También, y será materia de siguientes #Recovecos, las corcholatas tienen una bien aceitada maquinaria de colaboradores y colaboradoras para lanzarse por todo el país para convencer a los indecisos y para atraer a quienes militan en otros partidos. Claro, llama la atención casos específicos de algunos y algunas enviadas que tienen responsabilidad pública, pero al parecer no les cansa y les da para promover a su corcholata.
Las cosas podrían complicarse para las corcholatas. Hay información verificada de que en el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) hay siete quejas por posibles actos anticipados de campaña cometidos por las corcholatas. Cuatro fueron presentados por Movimiento Ciudadano, dos por Acción Nacional y uno más por gente de casa: la morenista Yeidckol Polevnsky.
El tema es escabroso es del 28 de junio. La Comisión de Quejas del Instituto Nacional Electoral rechazó dictar medidas cautelares a quejas de Movimiento Ciudadano que solicitó frenar actos anticipados de campaña por las corcholatas de Morena. En particular las giras que comenzaron el 19 de junio Claudia Sheinbaum, Marcelo Ebrard, Adán Augusto López, Ricardo Monreal Gerardo Fernández Noroña y Manuel Velasco.
En paralelo, una decisión que pasó un poco desapercibida fue que el presidente Andrés Manuel López Obrador vulneró los principios de equidad e imparcialidad con impacto en el proceso electoral de 2024, al emitir expresiones en su mañanera del 27 de marzo en las que se refirió a su Plan C para lograr la mayoría calificada en el Congreso de la Unión, de acuerdo con una resolución de la Sala Especializada del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF).
El diario Reforma ha documentado de todas las corcholatas las decenas, cientos de espectaculares que pululan por todo el país. El periodista y director de Excélsior Pascal Beltrán del Río realizó un ejercicio con sus seguidores en Twitter para detectar cuantos había. Eran cientos. Y eso cuesta.
Las campañas por las candidaturas internas para elegir al candidato o candidata presidencial en 2024 se adelantan. La Constitución precisa que el INE comenzará el proceso electoral 2024 en la primera semana de septiembre; mientras que las precampañas de los partidos políticos deberían comenzar de manera oficial en noviembre.
En lo personal, los políticos deberían poder hacer política si a eso se dedican. Pero vale decir que parte de las riendas colocadas se deben a las quejas derivadas de Andrés Manuel López Obrador por las elecciones del 2006, en las cuales perdió, pero nunca lo va a admitir. La parte fundamental donde deberían poner lupa es en los recursos utilizados.
Sin duda, la cacería de las corcholatas ha sobrepasado los límites de la legalidad. Ojalá se hagan cargo de ello, porque de las autoridades electorales, llámese INE o Tribunal Electoral más bien se les ve cómo les tiemblan las piernas.
Punto y aparte. Dante Delgado y sus corifeos podrán decir misa: el veracruzano y su MC hasta ahora sólo ha demostrado hacerle el juego al presidente Andrés Manuel López Obrador. Ahora está en crisis porque el gobernador más fuerte, Enrique Alfaro, desde Jalisco le ha plantado cara para hacerse a un lado y cimbrar a MC. Según nos dicen, Dante ni siquiera se ha reunido o acercado con Marcelo Ebrard. Ya se verá cuál es el color que el camaleón Dante asume: fue del PRI, es naranja por su partido, pero ha sido aliado de López Obrador y del panista Ricardo Anaya. Ya todo se puede esperar de él.
Punto final. Juan Ramón de la Fuente podría posponer un par de meses su retorno a México con tal de que su presencia en México no se tome como pretexto en la sucesión del rector Enrique Graue. Está convencido de que el cambio en México no debe detenerse, pero rumbo a la sucesión 2024 mantiene la incógnita.