Ya no despierta ningún interés a los chilangos el agotado y manoseado Presupuesto Participativo (PP), tanto así que en la pasada consulta del PP 2023-2024 del 7 de mayo solamente participó 6% de la Lista Nominal, lo que fue señalado como todo un ‘récord’ por parte del IECM.
Según la página de internet del IECM, el PP es el instrumento mediante el cual la ciudadanía ejerce el derecho a decidir sobre la aplicación del recurso que otorga el gobierno de la ciudad para que sus habitantes optimicen su entorno, proponiendo proyectos de obras y servicios, equipamiento e infraestructura urbana y, en general, cualquier mejora para sus unidades territoriales.
Pero yo tengo otros datos.
Según la ley, los recursos del Presupuesto Participativo corresponden a 4% del presupuesto anual de las alcaldías. Es decir, hablamos de que un puñado de gente decidirá el destino de 1,826.3 mdp para 2023 y otro importe similar para 2024 para ‘enchular’ sus colonias.
¿Enchula tu colonia o tu casa?
No han sido ni uno ni dos los ‘proyectos’ que son usados para equipar propiedades privadas, en un claro abuso por parte de los comités ciudadanos, con la complacencia del IECM, las alcaldías y las contralorías sociales, que hacen como que ven para otro lado.
Vaya por un té helado y póngale piquete
Les cito algunos ejemplos: Pedregal de Santo Domingo, en la alcaldía Coyoacán, se conforma de nueve unidades territoriales, de las cuales siete solicitaron calentadores de agua solares, tinacos y pintura de sus casas por 10.7 mdp.
Chinampac de Juárez, de la alcaldía Iztapalapa, en la que las tres secciones solicitaron arreglar sus fachadas, impermeabilizar sus azoteas y arreglar los cableados de sus áreas comunes, con un presupuesto de 3.2 mdp.
Morelos, en la alcaldía Cuauhtémoc, que se divide en tres unidades territoriales, en el corazón de Tepito, y en la que se van a aplicar 9.6 mdp para arreglar 532 viviendas con pintura, impermeabilización, tinacos y áreas comunes, dizque para recomponer el tejido social.
Pregunto: ¿no sería mejor quitar a todo el comercio ilegal que trafica drogas, especies protegidas, fayuca y armas, así como a las innumerables pandillas que azotan a toda la CDMX?
Santa Ana Poniente, en la alcaldía Tláhuac, dividida en dos unidades territoriales y en la que se gastarán 3.1 mdp para una reja eléctrica, con su caseta de vigilancia y 82 controles para cada vecino, porque la existente es manual y muy pesada, así como luminarias y jardineras. Por cierto, esa reja es una más de las que ilegalmente se colocan para apropiarse de las calles.
Bosque Residencial del Sur, en la alcaldía Xochimilco, dividida en dos unidades territoriales, en la que se gastarán 1.4 mdp para postes de aluminio con lámparas led de alta iluminación y el lavado de cisternas; claro, en una colonia que cuenta con acceso restringido y alto poder adquisitivo. Así como lo está leyendo.
Y con estos ejemplos no me refiero a que no se le deba apoyar a la gente de las colonias marginadas de la CDMX o se discrimine a los ricos, sino que se le llame por su nombre a las cosas, porque es una patraña eso de que es para mejorar el entorno mediante proyectos de obras y servicios, equipamiento e infraestructura urbana, sino que se están ‘enchulando’ propiedades privadas con dinero público, punto.
Y es que todos le ven ganancia al programa, porque es una fuente inagotable de votos. Al fin y al cabo, el dinero cae del cielo.
Se le acabó el té, vaya por más
El PP desde siempre ha presentado inconsistencias desde el diseño presupuestal, administrativo y de ejecución, que los diputados locales han dejado a la suerte porque es muy tentador y popular repartir dinero.
No me lo va a creer, pero gran parte de los ‘proyectos’ se cataloga como gasto de inversión en áreas o bienes públicos, sujeta a la Ley de Obras, que obliga a las alcaldías a licitar, contratar y pagar ese tipo de trabajos como si fueran obras públicas, así que al desvío de recursos hay que agregar todo lo que cuesta el personal de las alcaldías para atender los deseos de los ciudadanos, por más ilegales que estos puedan ser, así como todos los gastos de gasolina y uso de vehículos públicos para andar recorriendo las alcaldías de cabo a rabo, gracias a la dispersión de colonias.
Digno tema para una película de Luis Estrada, no cabe duda. ¿No cree usted?
Entre priistas te veas…
Qué les cuento, que la semana pasada llamó la atención de propios y extraños la nota que se publicó en un medio político del Edomex, ADNoticias, en la cual erróneamente se dijo que Manuel Herrejón Suárez, mexiquense muy cercano a Alito, era socio de CIBanco. De hecho, les puedo confirmar que Herrejón Suárez, secretario de Vinculación Empresarial y Emprendimiento del PRI, jamás ha sido socio de CIBanco. Así como que, recientemente, “capitalizó” Masari Casa de Bolsa, donde actualmente funge como flamante director ejecutivo.
La columna de Lourdes Mendoza Peñaloza se publicó originalmente en El Financiero, reproducida aquí con autorización de la autora.
* Lourdes Mendoza Peñaloza es una periodista mexicana especializada en finanzas, política y sociales, con más de 20 años de experiencia en medios electrónicos, impresos, radio y televisión.