Uno de los derechos humanos que se encuentran consagrados en nuestra Constitución Política y que se replica en las constituciones locales y en las respectivas leyes de las entidades federativas es el derecho de identidad, el cual tiene su base en diversos instrumentos internacionales tales como el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, la Convención Internacional sobre la Protección de los Derechos de los Trabajadores Migratorios y de sus Familias, la Convención Americana sobre Derechos Humanos, entre otros.
En este sentido, en todos estos instrumentos internacionales en la que México guarda una vinculación con los mismos, se establece el derecho a la identidad relacionado con el registro de nacimiento, el derecho al nombre y apellidos, a la nacionalidad, al conocimiento de sus padres, así como a su debido cuidado en su alimentación, su salud y su desarrollo.
La Corte Interamericana de Derechos Humanos a establecido que el derecho a la identidad esta caracterizado por una serie de atributos que le son dados a la persona en sociedad que le permite contar con múltiples derechos que le garanticen coexistir, visibilizarse y desarrollarse.[1]
Ahora bien, múltiples organizaciones y la propia la sociedad civil se han manifestado porque este derecho de identidad sea incorporado a los animales que, si bien no son humanos, sí son seres sintientes que, al igual que nosotros, tienen emociones, experimentan dolor, emociones, ansiedad, sufren de aspectos físicos y hasta psicológicos, por lo que, además de compartir esta postura, se hace necesario actuar al respecto.
Esta iniciativa no es nueva, por ejemplo, en la Ciudad de México a finales del mes de junio legisladores locales presentaron iniciativas para que las mascotas puedan contar con un Acta de Identidad y con ello, ser reconocidas legalmente con determinados derechos entre ellos, los de formar parte de una familia.
En otros países, las mascotas domésticas como gatos, perros y hurones la identidad esta caracterizado por marcar en cada animal un número de identificación exclusivo y único a través de un tatuaje o transpondedor que es un mecanismo que generalmente es utilizado de identificador del animal o bien hasta de localización.
Ahora bien, para el caso particular de nuestro Estado de México se tiene previsto que el Congreso Mexiquense analice en su oportunidad impulsar la iniciativa para que las mascotas cuenten con un Acta de Identidad en el que, además de darles visibilidad, queden registradas las huellas de los animales, el nombre de la mascota, sexo del animal, la edad y la fotografía de la mascota, la raza, algunas señas particulares, así como los datos personales de la o de quienes son responsables del animal.
Esta importante iniciativa permitirá reconocer plenamente a seres que son fundamentales en nuestra vida, que nos acompañan, que nos consienten y que, de alguna manera nos entienden. Ahora es tiempo de ver por ellos, de darles la atención que merecen, además esta propuesta puede ser punta de lanza en que los seres vivientes gocen de otros derechos como el de su salud, a no ser maltratado, de convivencia y esparcimiento, entre otros.
Seguramente, esta iniciativa será un detonante para que nuestra sociedad tenga una convivencia más armónica con el cuidado y atención que merecen los animales quienes deben ser parte de nuestra interrelación cotidiana para lo cual, como ha estado sucediendo, debemos hacernos cargo de ir adaptando nuestros espacios públicos para que las mascotas convivan y se sientan parte de una sociedad moderna que busca potenciar los derechos de los animales en favor de ellos y de nosotras y nosotros.
[1] Caso Gelman vs Uruguay “Sentencia de fecha 24 de febrero de 2011. Liga: https://www.corteidh.or.cr/docs/casos/articulos/seriec_221_esp1.pdf