Hipólito Mora fue asesinado con casi mil balas y fue quemado para asegurarse que moriría. ¿Quién dictó la sentencia de muerte contra el líder comunitario? ¿Quién decidió, hace más de una década, que armar autodefensas en Michoacán era la solución para enfrentar al narcotráfico? ¿Quién es el responsable hoy de que la sentencia de muerte fuera ejecutada sin que el Estado mexicano metiera las manos para impedirlo? ¿Por qué el velorio de Hipólito Mora fue sin dolientes?
En Taxco decenas de tortillerías y pollerías cerraron sus cortinas. Todo el año pasado fue de terror para expendedores de tortillas y pollo. Algunos de ellos fueron asesinados a balazos por negarse a ser extorsionados. Pero esto sigue ocurriendo. Polleros aseguran que les piden aumentar el precio del producto para que puedan pagar el “derecho de piso” que el narco les impone. ¿Quién hace frente a esta realidad?
El martes 29 de junio 16 trabajadores de la Secretaría de Seguridad del estado de Chiapas fueron secuestrados. Videos difundidos aseguraban que serían liberados si se destituía a funcionarios de seguridad. Al día siguiente, el presidente Andrés Manuel López Obrador dijo en la conferencia mañanera en Palacio Nacional que a los plagiarios los iba a acusar con “sus papás y sus abuelos”. ¿Quién tiene el poder de retener más de 72 horas a 16 personas sin que el Estado mexicano pueda hacer algo más que amagar con acusarlos con sus padres y abuelos?
El 28 de junio un grupo de elementos de la Guardia Nacional recibió el reporte de un vehículo con ráfagas. Al revisarlo, los policías sufrieron el estallido del auto y uno de los guardias perdió una extremidad. El auto bomba estaba cerca de Celaya.
El viernes 30 de junio el auditor Superior de la Federación David Colmenares presentó su reporte correspondiente a 2022. Los informes de la ASF siempre han sido de risa: cifras escandalosas, pero poca sustancia. Incluso casos tremendos que han dado pie a ríos de tinta quedan en la liberación de los presuntos responsable. Pero lo curioso fue en que una diputada de Morena, Inés Parra, se levantara de su lugar, caminara hacia el auditor y en su cara le rociara una caja de ratones de plástico con la frase: “Aquí están sus ratones (…) destape la cloaca de la corrupción”. ¿Tiene qué ver que la diputada poblana no forme parte del grupo de Ignacio Mier, coordinador parlamentario de Morena, y aspirante a gobernador de Puebla? Más allá de ello, la imagen es el fiel reflejo del combate a la corrupción en la autodenominada 4T.
El 29 de junio el presidente López Obrador dijo en la mañanera: “Ignacio Ovalle es nombrado para ocuparse de este sistema (Segalmex), se confía, comete el error de llamar a participar a gente con malos antecedentes, a corruptos, y lo engañan y empiezan a hacer compras con empresarios corruptos, pagando sobreprecios, pero también estos funcionarios, como era antes, empiezan a colocar dinero público en bonos”. Para colmo, el fantasmal secretario de la Función Pública, cuyo nombre ni siquiera vale la pena poner, dijo que el presunto quebranto no es de 15 mil millones de pesos, como los periodistas han documentado, “no es preciso, no tiene fundamento”, y aseguró que es de sólo 9,000 millones de pesos. ¡Qué alivio!
Estas son las estampas de una semana que cierra con el festejo en el Zócalo encabezado por el presidente Andrés Manuel López Obrador. Pero también son las estampas de una realidad del país en dos de las principales banderas del obradorismo: la inseguridad y la corrupción.
Parafraseando a García Lorca: así pasaron 5 años.
Punto y aparte. En ambos frentes está más que cantado quiénes serán abanderadas. ¿Alguien les dará un susto?
Punto final. Xóchitl Gálvez vino a dar una bocanada de oxígeno a la oposición perdida. Aún falta mucho por confirmar que halló el rumbo, porque sigue siendo una oposición perdida.