SAN MATÍAS JALATLACO, OAXACA, BARRIO MÁGICO

El patrimonio se protege, no se premia

En el marco del Tianguis Turístico de México 2023, la Secretaría de Turismo otorgó al antiguo pueblo de San Matías Jalatlaco, Oaxaca de Juárez, la condecoración de Barrio Mágico. | Danivia Calderón Martínez

Escrito en OPINIÓN el

En el marco del Tianguis Turístico de México 2023, la Secretaría de Turismo (Sectur) federal otorgó en marzo de este año al antiguo pueblo de San Matías Jalatlaco –municipio de Oaxaca de Juárez– la condecoración de Barrio Mágico, un nombramiento sumado a las varias instancias de cultura y turismo tanto nacionales como internacionales. 

Según la Secretaría, para obtener esa marca se toman en cuenta diversos factores, como infraestructura, integración de servicios, conectividad, conformación de cadena de servicios y facilidad para enlazarse con otros destinos. 

[Imagen 1. Templo católico de San Matías Jalatlaco, Fotografía. Michelle Sánchez, 2023.]

Sin embargo, no es claro cómo es el proceso mediante el cual, ya sea a escala federal o estatal, se consigue la marca, ni en quién o en quiénes recae hacer las postulaciones, cuántas solicitudes se reciben, cómo —y por qué— se aprueban. En suma, se ignora por qué Jalatlaco fue seleccionado de entre los demás barrios de la capital oaxaqueña. Habrá entre los locales quien encuentre una justificación para ese nombramiento, principalmente por el paulatino cambio que en los últimos años ha experimentado en su imagen urbana, en la proliferación de restaurantes, bares, cafés, hostales y la atención de la que es objeto; aquellos juzgarán una designación razonable e indiscutible; motivo, incluso, de orgullo.

Mientras que otros desde ahora manifiestan alarma a causa de los fenómenos que ha estado mostrando, como: gentrificación, plusvalía, descomposición del tejido social, aumento de comercios —algunos fuera de norma—, alteración de la arquitectura, la imagen urbana y las festividades. Por ello es necesario reflexionar sobre el origen de esa categoría, la elección del sitio y el impacto en la vida social, económica y cultural que ya muestra. 

[Imagen 2. Calles del barrio de San Matías Jalatlaco, Fotografía. Michelle Sánchez, 2023.]

Jalatlaco, un barrio de indios

En 1521 los conquistadores emprendieron las primeras expediciones meridionales, estableciéndose en la antigua guarnición mexica de Huaxyácac. En 1529, antes de que se comenzara su traza, la ciudad de Oaxaca estuvo delimitada por pueblos habitados por indígenas obligados a mantenerse alejados de los europeos, lo cual nunca sucedió a cabalidad, ya que la distancia entre la ciudad y sus vecinos fue ínfima, y desde siempre Jalatlaco se conoció como arrabal de la ciudad, asentado al oriente en las riberas del río homónimo. Se sabe que fue tan grande como los barrios de Xochimilco o Mexicapam, y se fundó con un grupo de nahuas de los ejércitos de los hermanos Alvarado. 

[Imagen 3. Mapa de la ciudad de Antequera, hoy Oaxaca de Juárez, 1777, Fondo. AGI, MP, México, 543.]

No obstante, antes de 1680 Jalatlaco –el cual perteneció a Antequera– se convirtió en un pueblo separado administrativamente que contó con sus propias autoridades, así como su particular forma de sociabilidad y organización (manteniendo esa categoría aún hasta los primeros decenios del siglo XX, pues en 1926 las municipalidades de Jalatlaco y Xochimilco se suprimieron para sujetarse a la jurisdicción del ayuntamiento de la ciudad), donde se establecieron comisarías y servicios de policía. Para mayo de 1965 se decretó la desaparición de cuatro agencias y Jalatlaco pasó a formar parte de la cabecera municipal. 

Antes de la designación

Jalatlaco no merecía el interés ni tenía la percepción que actualmente goza, lo cual ha cambiado apenas unos años atrás, en parte por los problemas sociales y políticos que constantemente secuestran la zona turística de la ciudad. En el 2006, derivado de los enfrentamientos entre el Gobierno estatal y los manifestantes de la Sección 22 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), las autoridades de cultura y turismo, y los capitalinos, buscaron lejos de la zona de conflicto nuevos espacios de sociabilidad —la plaza principal o Zócalo y los alrededores—. Por la cercanía con la zona turística, los primeros barrios en recibir visitantes fueron Jalatlaco y Xochimilco, donde se abrieron bares, restaurantes, cafés, hoteles, hostales y múltiples opciones ante cualquier eventualidad política-social que volviera a desplazarlos del llamado centro. 


[Imagen 4. Calles del barrio de San Matías Jalatlaco, Fotografía. Michelle Sánchez, 2023.]

El primer Barrio Mágico en Oaxaca

El titular de la Sectur federal entregó al gobernador del estado el distintivo que recibió Jalatlaco, con lo cual deja ver que las iniciativas de los gobiernos federal y estatal no han cambiado: llevamos casi un siglo explotando la cultura e indianidad de los pueblos como la única fuente posible de desarrollo económico y bienestar social; entretanto, Oaxaca sigue concentrando los municipios con mayor porcentaje de población en situación de pobreza, según el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval).

A diferencia del programa de Pueblos mágicos –creado en 2001 durante el gobierno de Vicente Fox– el programa Barrios Mágicos busca sitios llenos de encanto, tradición y misticismo. La marca de Pueblos Mágicos ha sido un éxito comercial y turístico, pero una amenaza para la conservación del patrimonio cultural e inmaterial de los pueblos que la recibieron. Como sucedió en su momento con aquel programa, comenzará la disputa por obtener la marca de Barrio Mágico y sus beneficios: cursos de capacitación, campañas de promoción, pintura para las fachadas y turistas dispuestos a vivir nuevas experiencias y con ello generar derramas económicas. 


[Imagen 5. Calles del barrio de San Matías Jalatlaco, Fotografía. Michelle Sánchez, 2023.]

El patrimonio de la ciudad de Oaxaca ha merecido estar en la Lista del Patrimonio Mundial, contar con una declaratoria de Zona de Monumentos Históricos y ahora, con un Barrio Mágico. El propósito que ahora debe prevalecer en las distintas instituciones de cultura es el de preservarlo y reconocerlo. El patrimonio se protege, no se premia, como parece que se entienden-exhiben algunas nominaciones. 

*Danivia Calderón Martínez

Es arquitecta por la Universidad Autónoma Benito Juárez de Oaxaca (UABJO), maestra en Urbanismo por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y doctora en Historia Moderna y Contemporánea por el Instituto de Investigaciones Dr. José María Luis Mora. Obtuvo mención honorífica por la tesis de licenciatura en los Premios Anuales INAH 2003 y por la tesis de maestría otorgada por la UNAM. Es autora del libro Oaxaca, la ciudad renovada. Historia de los procesos de transformación y crecimiento urbano 1876-1950 y de artículos y capítulos de libros relacionados con la historia de la ciudad y la arquitectura de Oaxaca.