Seré breve. El hecho de que el semanario Proceso, salga mañana como mensual es trágico. Sè que son mil factores. Modelo de negocio. Financiamiento. Contenido y periodismo. Seré claro, no todos los reporteros de hoy en Proceso, pueden sostener el proyecto.
Muy lejos quedaron las exclusivas y su enfoque. El dinero no lo es todo. Sin Don Julio parece imposible remontar su historia. Simplemente no pueden.
La dirección heredada por Rafael Rodríguez Castañeda fue un fracaso, él quebró la empresa hace años. Hoy lo padecen. La redacción perdió el rumbo y sus cómplices lo arroparon. Varios de ellos ya están fuera, pero no es suficiente. El daño está hecho.
En sus manos perdieron el rumbo.
Hoy toca renovar el legado de Scherer.
Un dato: esta semana dejó de operar el obsoleto equipo de diseño que trabajaba en la revista, cobrando por no hacer nada. Usted verá mañana un nuevo diseño realizado por un verdadero equipo profesional.
Proceso seguirá siendo Proceso, Jorge Carrasco y Santiago Igartúa son garantía.
En fotografía e imagen, Pepe Jiménez, su editor, es constancia del legado profesional de otra época. Su liderazgo colectivo es clave para el futuro de esta nueva etapa. Mis mejores deseos a todos ellos. Aquí estaremos pendientes de su futuro.