El presidente mexicano puede decir misa; puede mentir todo lo que quiera sobre la violencia sin freno y la impunidad lacerante en todo el país, pero la terca realidad lo desmiente a diario.
Y es que la violencia y el crimen ya son incontenibles a lo largo y ancho del territorio nacional, al tiempo que a diario son más los casos de impunidad y de abierta complicidad oficial con el poder creciente de las mafias.
Por eso, como lo que ocurre en México no resulta ajeno frente al mundo, gobiernos como el Reino Unido alertaron a sus ciudadanos del riesgo de viajar a nuestro país, en especial a 10 ciudades en donde los visitantes corren peligro de ser víctimas de violencia criminal.
La alerta que difundió el gobierno británico a sus ciudadanos recomienda que eviten viajar a las ciudades de Chihuahua, Sinaloa, Zacatecas, Tamaulipas, Colima, Guerrero, Michoacán, Baja California, Guanajuato y Jalisco, para no ser víctima de delitos violentos como robos, asaltos y secuestros.
Sin embargo, como ya es costumbre, la respuesta de López Obrador no solo fue mentirosa, sino cínica y complaciente con las bandas criminales, a quienes parece encubrir.
El presidente mexicano dijo respetar la recomendación del Reino Unido a sus ciudadanos, pero en tono burlón, dijo: “están mal informados y (quiero) decirle a los ciudadanos ingleses que no hay nada que temer en México, que estamos bajando la incidencia delictiva y son muy pocos los sitios donde hay violencia, muy pocos. México es un país muy bello y segur”. (Fin de la cita)
Paradójicamente, 10 horas después de esa declaración, en la exclusiva zona de Polanco, en la capital del país, se produjo uno de los asaltos más espectaculares de la historia, cuyas imágenes le dieron la vuelta al mundo y se convirtieron en tendencia global.
Y es que, en sólo ocho minutos, al menos cuatro hombres asaltaron una joyería del exclusivo complejo Antara, de donde se llevaron relojes de lujo. Así, mientras tres de ellos destrozaban el cristal blindado de la joyería --utilizando marros y hachas--, otro vigilaba con un arma en las manos.
La empresa de seguridad del lugar no impidió el asalto y tampoco llamó a la policía. Debieron alertar algunos ciudadanos a quienes las operadoras de emergencia no hicieron caso.
Es decir, un asalto de película, a los ojos de todos, en la zona más exclusiva de la capital mexicana y, curiosidad aparte, en donde no se apareció un solo policía ni de la CDMX y menos federal.
Sí, el robo espectacular en Antara no sólo volvió a desmentir al mentiroso presidente López Obrador, sino que exhibió la verdadera realidad de su fallido gobierno; una gestión sometida por los barones del crimen.
Pero los hechos de impunidad y violencia son muchos. Aquí un recuento elemental.
1.- De manera inexplicable la Fiscalía de Justicias de Ciudad de México “dio carpetazo” al atentado contra el periodista Ciro Gómez Leyva, justo a seis meses de que intentaron matarlo.
Es decir, que, a pesar de la gravedad del intento de asesinato, los gobiernos de la capital y federal nada hicieron por aclarar el atentado, lo que alienta la especie de que se trató de un crimen de Estado.
2.- Pero el de Ciro Gómez Leyva quedó como crimen en grado de tentativa, no así 72 ataques a igual número de periodistas de todo el país, quienes perdieron la vida a manos de matarifes impunes.
Sí, ni un solo caso ha sido aclarado. En pocas palabras, en los 55 meses del gobierno de López, han sido asesinados 1.3 periodistas al mes; una epidemia criminal que sólo se explica con la complicidad del Estado.
3.- Pero el país entero es un cementerio o, si se quiere, un río de sangre. Y es que al día de ayer se estima en 160 mil la cifra de crímenes violentos cometidos desde el 1 de diciembre de 2018 y al 27 de junio del 2023. Peor aún, el de AMLO ya es el gobierno con más muertes violentas, ya que con Calderón se registraron 121 mil crímenes violentos mientras que con Peña se documentaron 157 mil.
4.- Peor aún, sólo en 2023 se han documentado casi 13 mil homicidios violentos; lo que significa un promedio de 83 asesinatos diarios. Y sólo en mayo pasado se cometieron mil 660 crímenes con violencia; el peor mes del sexenio.
5.- Pero no es todo. Según el Registro Nacional de Personas Desaparecidas y No localizadas --dependiente de Gobernación--, en México se ha documentado la desaparición de casi 110 mil personas en la última década.
Pero el de López Obrador ha sido el peor gobierno para las desapariciones, ya que del 1 de diciembre de 2018 al día de ayer se contabilizan poco más de 42 mil desaparecidos, mientras que en todo el gobierno de Peña Nieto sumaron 34 mil y con Felipe Calderón poco más de 26 mil desaparecidas.
Sí, de nuevo el gobierno de AMLO rebasa por mucho a sus antecesores en la cifra de personas desaparecidas.
6.- El de los desplazados a causa de la violencia es un fenómeno que no ha sido estudiado ni contabilizado adecuadamente. No existen cifras oficiales y tampoco de organizaciones ciudadanas, pero recuentos periodísticos revelan que durante el gobierno de AMLO millones de mexicanos han dejado sus hogares, pueblos y comunidades en estados como Guerrero, Zacatecas, Chiapas, Sinaloa, Sonora, Michoacán…. A causa de la violencia.
7.- Las atrocidades igual que las matanzas aparecen por todo el país, pero tampoco se llevan registros puntuales.
Por ejemplo, en su reciente reporte de “atrocidades”, la organización Causa en Común da cuenta que de enero a junio del 2022 se cometieron al menos 3 mil 123 atrocidades en México, con por lo menos 5 mil 463 víctimas; un promedio por día de 17 actos atroces.
Una atrocidad se define como el uso extremo de la violencia contra un ser humano, con la intención de causar el mayor dolor y daño posibles. Entre las atrocidades están el descuartizamiento, el desmembramiento, la mutilación, la tortura; arrancar ojos, uñas o el vientre a una embarazada y… muchas otras expresiones de violencia inenarrables.
8.- Pocos hacen caso a lo que ocurre en el estado mexicano de Chiapas, uno de los más pobres y que se ha convertido en el campeón de la violencia, del crimen, el desplazamiento y, en general, está al borde de la guerra civil a causa de los grupos criminales. Parece que a los más pobres se les carga la mayor violencia criminal.
9.- Pero no es novedad que el gobierno de López Obrador pactó con las bandas criminales; las mismas que hoy gobiernan entidades federativas completas y que son el motor de no pocas elecciones estatales.
10.- Por eso, congresistas de Estados Unidos han denunciado esa complicidad ante el gobierno de Biden; una gestión a la que nada le importa que en su “patio trasero” la violencia destruya la democracia que nos costó décadas edificar.
Si, el mundo empieza a ver y a señalar el fracasado gobierno de López Obrador, a pesar de que muchos mexicanos prefieren cerrar los ojos a ese fracaso.
Al tiempo.