A pesar de que la versión “oficial” es que están compitiendo por un puesto imaginario de defensa de López Obrador y su gobierno, es evidente que es una precampaña y cuenta con todos los elementos necesarios, pero en una versión muy descafeinada. Giras con grandes equipos de trabajo, eventos grandes y chicos, coronas de flores, entrevistas, espectaculares, recorridos, propuestas y bardas están presentes, como en cualquier campaña, pero bastó con un par de días en la calle para notar que, de todos los precandidatos de Morena, no se hace uno bueno. Algunos comentarios al respecto:
Para empezar, como dije en mi columna pasada, todo lo que está pasando es ilegal y espero que el INE y el Tribunal tomen cartas en el asunto porque cada vuelo, cada evento y cada entrevista constituye un acto anticipado de campaña y un gasto; razones suficientes para inhabilitar a los precandidatos.
Las campaña se sustentan en propuestas y como los precandidatos de Morena están mucho más preocupados por quedar bien con López Obrador que por ofrecer una opción de país viable no pueden hacer propuestas de verdad, porque sería reconocer que las cosas van mal… y en realidad las cosas van mal, en todos los rubros y se pueden proponer mil cosas para corregir el rumbo pero se asumen como parte de ese mundo imaginario de López Obrador, “amlolandia”, salen proponiendo tarugadas o cosas difusas que ocultan el estado real del país.
Claudia Sheinbaum, además de negarse a hablar del Metro, dijo que garantizaría la salud, el empleo con salario digno y la educación, pero lo dijo sin ahondar en la realidad: en salud hemos llegado al peor momento de la historia de México con más de 700 mil muertos por el mal sistema (y López Obrador sigue hablando de Dinamarca), en salario a pesar de los aumentos al salario mínimo la precarización del empleo es la mayor de la historia y en educación entre la pandemia y haberle regresado el control del sistema a los sindicatos tenemos los peores resultados desde que se mide… y cabe mencionar que ya ni siquiera se mide (prueba pisa) para evitar reconocer el fracaso.
Adán Augusto propuso la pensión a adultos mayores y las becas para jóvenes… o sea no propuso absolutamente nada que no haya. Habló de un puente en Puerto Vallarta, pero ni siquiera hizo mucho hincapié porque tendría que reconocer que estamos en el peor gobierno en décadas en materia de inversión.
Ebrard en el triste afán por quedar bien con López Obrador ofreció crear la “Secretaría de la Cuarta Transformación” y que la encabezara el hijo de López Obrador… y todavía después del indigno acto de proponer semejante estupidez salió el hijo de López Obrador a decir que no estaba interesado y que no lo metiera. Quienes decían que Ebrard era el más inteligente y moderado de las corcholatas les bastó un día para tragarse sus palabras y ahora no sólo se trata del más arrastrado, sino del más humillado. No le bastaron 5 años de que lo humillara el presidente cada vez que pudo, ahora también lo humilla uno de sus hijos.
Monreal que de las corcholatas es uno de lo más inteligentes y con más madera, mejor no dio propuestas… no tiene posibilidad alguna pero parece que podría quedarse como candidato a la CDMX si se porta bien… igual Noroña, se limitó a hablar bien de AMLO y dijo que “no se haga negocio con la salud del pueblo”, curiosa afirmación partiendo de que el “pueblo” no tiene acceso a la salud ni a médico, ni a medicinas y que están quitando las normas oficiales para que ni siquiera tengan la obligación de atenderlos. Velasco, que ni con un milagro será el candidato, habló de que le ganaron al PRI en el Estado de México después de 100 años… lo curioso es que el gobernador saliente, Alfredo del Mazo, fue candidato por el PVEM en alianza con el PRI… Velasco y el PVEM no ganaron el Estado de México, lo refrendaron, pero por alguna razón se siente como el cambio, cuando es pura continuidad.
Si todo lo relatado no es un cuento de precampaña ¿qué es? No hay manera que sigan en ese tren sin que se acredite campaña extemporánea y gastos. Incluso en las “mañaneras” el presidente ha “evitado” hablar de sus corcholatas por no hacer diferencias… o sea no sólo es precampaña clara, ahí sí respeta el presidente y prefiere no intervenir, contrario a lo que hizo en las elecciones de Coahuila y el Estado de México.
En fin, una precampaña sin poder hablar de lo que se debe cambiar y bajo la promesa de dar continuidad… o sea una campaña de un país autoritario.