ÍNDICE DE PAZ MÉXICO

Índice de Paz México: una década midiendo y promoviendo la Paz Positiva

El Institute for Economics and Peace desarrolló y publicó el Índice de Paz México por primera vez en 2013 para evaluar diferentes aspectos relacionados con la paz en México. | Carlos Juárez Cruz*

Escrito en OPINIÓN el

Con la declaratoria de Guerra contra las drogas, en diciembre de 2006, se inauguró una de los episodios más oscuros y sangrientos de la historia contemporánea de México. Un episodio aun inconcluso que ha cobrado más de 270 mil víctimas de homicidio y más de 100 mil personas desaparecidas; además de múltiples efectos sociales y económicos muy difíciles de estimar.

Desde el momento en que inició la crisis, la gran mayoría de las respuestas institucionales a la violencia criminal se ha concentrado en reaccionar a los efectos de la violencia mediante el uso de la fuerza pública y, en particular, la utilización de las Fuerzas Armadas como recurso principal en el combate a grupos de delincuencia organizada.

Ante la falta de una comprensión más amplia e integral de las violencias, que permitiera imaginar una paz multidimensional que fuera mucho más allá de la seguridad pública, el Institute for Economics and Peace (IEP) desarrolló y publicó el Índice de Paz México (IPM) por primera vez en 2013. El IPM utiliza una metodología rigurosa, basada en evidencia para evaluar diferentes aspectos relacionados con la paz en México, como el nivel de violencia, la criminalidad, la gobernanza y el acceso a la justicia. 

La calificación y clasificación anual de los 32 estados según avances y retrocesos en sus niveles de paz, busca fomentar la revisión crítica de sus políticas públicas y estrategias, identificando lo que funciona. El seguimiento a las dinámicas de paz y violencia en el país a lo largo de diez años permite identificar múltiples desafíos que persisten, como la reducción de la impunidad y el combate a la corrupción, las violencias de género, el fortalecimiento de las instituciones de justicia y seguridad, o el cierre de las brechas de desigualdad. 

El panorama nacional nos muestra un conjunto amplio de violencias con naturalezas y dinámicas distintas. Todas sucediendo simultáneamente, y en muchos casos, altamente concentradas en algunas personas, grupos o territorios. Analizar y complejizar las violencias hace posible comprenderlas a mayor profundidad, explorando cómo se relacionan y retroalimentan mutuamente.

Así, al complejizar las violencias se amplía también la mirada hacia su contraparte, la paz. A partir del concepto de Paz Positiva de Johan Galtung, el IEP ha desarrollado un marco conceptual que describe ocho factores que impulsan la paz en el largo plazo. Estos ocho elementos se interconectan y funcionan como un sistema conformado por elementos culturales, institucionales, estructurales y actitudinales; además de definir responsabilidades y oportunidades de los actores sociales en la construcción de la paz.

El marco de los Ocho Pilares de Paz Positiva logra desarrollar una conversación pública más amplia que reconoce que la paz no es sólo la ausencia de violencia directa, sino un bien social más amplio y profundo. Este cambio de paradigma ha sido especialmente valioso al reconocer que las fuerzas de seguridad pública y seguridad nacional no son, ni deberían, ser capaces de generar las condiciones de paz a las que México aspira.

La décima edición del IPM analiza por primera vez los efectos de la polarización en los procesos sociales de nuestro país. Una encuesta global reciente (1) encontró que el 52% de los mexicanos creía que el país estaba muy o extremadamente dividido, y el 65% consideró poco probable que estas divisiones pudieran superarse.

Como en otros lugares del mundo, la polarización política y social ha crecido significativamente en México, sobre todo impulsada por diferencias partidistas, pero también alimentada por narrativas socioeconómicas y culturales. Es así como se observa una creciente tensión y antagonismo entre los grupos dentro del gobierno y los partidos, pero también entre las autoridades y otros sectores privados, como empresarios, académicos y medios de comunicación. 

En este sentido, el IPM concluye que “…la polarización socava la capacidad del gobierno para operar con eficacia y cohesión, así como también disminuye la confianza y la disposición de los ciudadanos para participar en los procesos cívicos. La falta de confianza en el gobierno y sus instituciones también conduce a una menor disposición a denunciar actividades delictivas a la policía” (2).

Para superar la crisis que enfrenta nuestro país, se requiere de múltiples esfuerzos y capacidades provenientes de todos los sectores sociales, los cuales solo podrán integrarse bajo un marco de diálogo, entendimiento mutuo y colaboración.

Aunque esto podría parecer obvio, la falta de articulación entre el sector público, académico, organizaciones de sociedad civil, medios de comunicación y sector privado, ha impedido la generación de estrategias integrales y visiones amplias que nos coloquen en la ruta de construcción de una paz más duradera, justa e incluyente.

1.  “Edelman Trust Barometer 2023”. Edelman. Marzo 1, 2023. https://www.edelman.com/trust/2023/trust-barometer

2.  Índice de Paz México 2023. https://www.economicsandpeace.org/reports/ 

 *Carlos Juárez Cruz es director en México del Institute for Economics and Peace.

El reporte completo puede ser consultado en www.indicedepazmexico.org y www.economicsandpeace.org.