Los gobernantes autoritarios suelen pensar que están por encima de la ley y actuar como si simplemente no existiera. Desde frases como “no me vengan con que la ley es la ley” y hasta la forma en que presidente López Obrador ha arremetido con toda su fuerza y todos los recursos del Estado para denigrar a la Suprema Corte, no hay prueba mayor de que tenemos un presidente autoritario que ver lo que comunican el presidente, la institución del gobierno (las cuentas oficiales) y su grupo de voceros. Algunos comentarios al respecto:
- Para empezar, es justo decir que el presidente López Obrador no tiene seguidores políticos, tiene fanáticos. Los seguidores políticos son gente que suele razonar y no acepta que los políticos sean corruptos o rompan la ley; a los fanáticos no les importa la legalidad ni la corrupción y aún ante pruebas contundentes siguen apoyando y culpan a las leyes o a quien sea de las corruptelas y las ilegalidades del líder. Es un fenómeno común del populismo en todo el mundo que ha recrudecido la corrupción y la impunidad. México es un ejemplo claro.
- Desde que inició su gobierno usó la tribuna de las conferencias de prensa como un espacio para atacar opositores, pero algo ha ido cambiado año con año: cada vez ve más opositores y cada vez ataca a más personas e instituciones.
- Las semanas pasadas se ha dedicado a atacar a los ministros de la Suprema Corte porque le dieron revés a las ilegalidades de la primera parte de su “plan b” y no es un ataque menor, hay una gran cantidad de recursos invertidos en la comunicación del gobierno para denostar a los jueces y publican infografías con el sello del gobierno en donde ponen sus sueldos, los celulares que usan y las prestaciones… un total atropello a la división de poderes.
- Además, el ataque es una hipocresía total porque el presidente cuesta más él solo que los 11 ministros sumados. Puede que gane menos de sueldo, pero si le sumamos los millones mensuales que se usan en alimentación, viáticos y lujos es mucho más y eso sin contar que los ministros viven en sus casas, no en un palacio que está en el Zócalo y que se paga con impuestos.
- Por otro lado, también a partir del fallo de la SCJN López Obrador se ha dedicado a hablar en términos electorales, a decir que ahora buscarán ganar mayoría en ambas cámara y cosas así, pero… estamos en elecciones. Es totalmente ilegal que el presidente de la República llame al voto desde la Presidencia.
- Lo anterior también deja un mensaje muy claro: Morena va a perder en Coahuila y en el Estado de México y ahora desde la presidencia se están metiendo cínica y abiertamente a pedir el voto por Morena. ¿Dónde está la nueva presidenta del INE en todo esto?
- También ahora le dio a López Obrador por atacar a Santiago Creel y el secretario de Gobernación Adán Augusto sacó a relucir los permisos de casinos de la época de Fox, esperando con ello afectar a Creel con un argumento conservador que contradice todo lo que pregonan en contra de los conservadores… francamente los hace ver ridículos… Lo curioso es que habla de no dar permisos de casinos como si eso fuera en algún universo un logro, no habla de que con Creel en ningún momento se quemaron vivos a 40 migrantes dentro de las instalaciones de la Secretaría de Gobernación, cosa que sí pasó con Adán Augusto; no habla de que con Fox hubo menos de 1,000 desaparecidos y con AMLO van más de 100,000; no habla de que con Fox se hizo el Seguro Popular que alcanzó la cobertura total (y de todas las enfermedades) y que López Obrador con su INSABI dejó morir a cerca de 700,000 mexicanos sin médicos ni medicinas, y ahora lo cierran… o sea en el gobierno de López Obrador mataron alrededor de uno de cada 200 mexicanos.
- Sólo para ponerlo en su justa dimensión, el presidente está atacando a un precandidato de la oposición desde la institución de la Presidencia, utilizando recursos públicos y a un precandidato (corcholata) de su partido para generar ventaja… o sea se están rompiendo la ley desde la Presidencia y desde la Secretaría de Gobernación.
En fin, López Obrador se ha puesto por encima de la ley y cada día comete más ilícitos. Están perdiendo popularidad, se están radicalizando y están cruzando fronteras que ya son preocupantes, como utilizar la “mañanera” para atacar a otro poder o para pedir el voto por Morena. Se convirtieron en todo lo que alguna vez criticaron y aunque le queden algunos fanáticos, cada día despiertan más mexicanas y mexicanos que saben que un gobierno que rompe la ley impunemente no es un gobierno, es una forma más de crimen organizado.