CRISIS DE FENTANILO EN EU

La crisis del fentanilo, ¿quién es culpable?

Ni la DEA, la CIA y el FBI, con toda la infraestructura y tecnología con la que cuentan, casualmente no han podido impedir la distribución del fentanilo. | César Gutiérrez

Escrito en OPINIÓN el

Para comprender la problemática del fentanilo es necesario saber este orden lógico de ideas:

Los precursores son comprados por “alguien” en el continente asiático (China, Hong Kong, Singapur y la India), cabe señalar que estas sustancias por sí solas no están comprendidas como ilícitas, por lo que en nuestras aduanas no tendría problema de efectuar la importación. 

Ahora bien, los puertos, que son el blanco principal para la recepción de estos precursores, son el de Manzanillo, Colima, Ensenada, Baja California, Puerto Vallarta, Jalisco, Lázaro Cárdenas,  Michoacán, Tuxpan y Coatzacoalcos, Veracruz. Una vez que ingresan los precursores a México, ¿quién controla el flujo de esa comercialización? En este caso las aduanas son el punto neurálgico, ya que en teoría tendrían que saber quién está importando estas sustancias para uso farmacéutico. 

Después de que se cuenta con los precursores, los cárteles construyen laboratorios clandestinos, los cuales, provocan contaminación y daño ambiental con sus residuos, por lo tanto, además de la Fiscalías estatales, la Fiscalía General de la República, SEMARNAT por medio de su Procuraduría Federal de Protección al ambiente, tendrían que investigar y detectar todos aquellos laboratorios clandestinos, de los cuales no da cuenta ningún gobernador. 

Una vez que se han manufacturado las pastillas, el siguiente paso es su transporte, por lo que las aduanas fronterizas se convierten en un blanco natural para el trasiego de las pastillas de fentanilo

Cuáles son los carteles que se disputan este negocio ilícito; por un lado el Cártel del Pacifico y, por otro el CJNG. Por lo tanto, las ganancias millonarias alcanzan a corromper a las propias autoridades americanas, las cuales permiten el trasiego y la distribución en su país; y las autoridades de México permiten el descontrol de la importación de los precursores y saben quiénes son los representantes legales que compran estas sustancias. Esto no lo hace la delincuencia común.   

Por tal situación, la presión de Estados Unidos de América es una forma de justificar ante sus ciudadanos su propia corrupción, ya que ni la DEA, la CIA y el FBI, con toda la infraestructura y tecnología con la que cuentan, casualmente no han podido impedir la distribución del fentanilo. Si no hubiera demanda, no existiría un mercado. De esta manera, tiene lógica la justificación de su estancia en nuestro país e intervenir en los asuntos internos de México.

Sin embargo, el oportunismo de los políticos americanos no tiene límites, y la derecha mexicana desea la intervención de gobiernos extranjeros. Los mayores consumidores de fentanilo son los ciudadanos de EU ¿porque México tendría que ser responsable del control de población que están realizando los americanos en contra de ellos mismos? Ahora bien, ¿la detención de Ovidio Guzman realmente es la solución para evitar la intervención de los americanos  o solo es la justificación de la omisión de su propio gobierno? De otra forma Estados Unidos podría tener injerencia en México cada vez que lo solicite, justificando una intervención, violándose la autonomía de nuestra nación.

Las falacias de la subdirección de salvaguarda estratégica de Pemex

Al hacer un recuento de los subdirectores de salvaguardia todos han mantenido las malas prácticas de sus antecesores León Trauwitz y Wenceslao Cárdenas Acuña. Se puede verificar mediante auditorías, indicadores de gestión y desempeño, ya que muchos utilizaron el trabajo de otros para mostrarlos como propio, tal como sucedió con los estándares de competencia de Seguridad Física, lo cual implica un deshonor a aquellos militares que no dignifiquen el trabajo de un colega, subalternos y aceptaron la vileza de la mentira.

Lamentablemente continúa la problemática de las tomas clandestinas, pero nadie habla de la merma económica y de las compañías contratistas que realizan las reparaciones a un mayor costo,(lo cual se traduce en millones). Nadie habla de los agentes asesinados debido a la falta de planeación y a la amplia ignorancia sobre la seguridad física, que no tiene nada que ver con las operaciones tácticas del Ejército, ya que las atribuciones y facultades de los agentes solo se limitan al círculo de seguridad dentro de la instalación fija y superficial. No han comprendido que Pemex es una empresa productiva subsidiaria, con un modelo de negocio, en donde la parte sustantiva radica en los procesos del upstream, midstream y downstream, y que la subdirección de salvaguardia dentro de la cadena de valor, requiere brindar seguridad física a las instalaciones, bienes y capital humano, para que se pueda explorar, extraer, producir y comercializar los hidrocarburos en México. 

En consecuencia, se requiere revisar los sistemas de medición donde se verifican las bajas de presión y flujo, para poder establecer realmente dónde se lleva a cabo el robo interno y la sustracción ilícita en los ductos mediante la incidencia delictiva, en donde la omisión comienza desde quienes deben realizar la denuncia, la investigación y la administración de la justicia, ya que están ausentes.

Por otro lado, se han violado sistemáticamente los derechos laborales, ya que en vez de pagar liquidaciones por desear el puesto y cargo de los trabajadores de confianza, se han dedicado a inventar despidos justificados, muchos intentarán fingir que las demandas no existen, pero ahí están, esperando la justicia de una Secretaría del Trabajo que no ha protegido los derechos de estos ex trabajadores, ya que la junta de conciliación y arbitraje ha sido altamente omisa para evitar estas injusticias. Otro ejemplo tangible es que a los trabajadores que les fue otorgada su plaza de ficha perdieron su tiempo de antigüedad, ya que la fecha de su ingreso fue modificada. Así se ven reflejadas todas esas malas prácticas por la falta de supervisión, de valores y sobre todo de honor militar de quienes egresaron de la Escuela Superior de Guerra y el Colegio Militar.

Por último, pude escuchar el discurso de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana de México en Washington que señaló de forma clara y precisa: “en México queremos la paz, es necesario el trabajo coordinado entre las naciones para dar mejores resultados, Estados Unidos tiene un grave problema de salud pública y México está combatiendo a los cárteles del crimen organizado que lucran con la venta de droga y se abastecen con dinero y armas de alto poder”.  La pregunta que me hago, ¿se sabe que en México los grupos criminales transportan el fentanilo a la frontera con Estados Unidos? Se tienen las investigaciones, pero ¿qué pasa cuando el fentanilo cruza la frontera y se introduce al vecino país del norte, ¿porque se pierde el rastro?, o ¿acaso ahí ya no hay interés por las autoridades de Estados Unidos de perseguir y localizar a estos criminales? ¿Será acaso que el interés es seguir presionando a las autoridades mexicanas para poder intervenir en las operaciones en territorio mexicano? ¿Será acaso que cuando los grupos criminales son estadounidenses ahí se pierde el interés por parte del gobierno de Estados Unidos? ¿A quién beneficia no tocar a los narcotraficantes norteamericanos?.  

Son muchas las preguntas sin respuesta.