¿Por qué si el dólar está bajando, el precio de muchos productos alimenticios que son importados sigue al alza? Esa es la pregunta que se formulan a diario millones de mexicanos a quienes ya no les alcanza lo que ganan para comer.
La apreciación del peso pareciera no estar ayudando en este país donde la pobreza es un problema difícil de resolver.
Tan solo en los primeros dos años de la actual administración la pobreza extrema aumentó de 8.7 a 10.8 millones de mexicanos, y la racha parece incontenible ya que ningún programa social logra atenuar el impacto.
Para el líder nacional del PAN, Marko Cortés, al 40 por ciento de los mexicanos no le alcanza ni para la canasta básica y en las zonas rurales el problema se está agravando con un porcentaje que golpea al 53% de las personas.
Hay incrementos en algunos alimentos del orden del 116 por ciento, lo que viene generando una especie de hambruna en zonas marginales y pobres del país.
El Grupo Consultor de Mercados Agrícolas (GCMA) informó que, en términos generales, el costo de la canasta básica subió 15.8% durante enero pasado, el mayor incremento en el último lustro.
Ese porcentaje quintuplicó el aumento promedio que reportó la cotización de la canasta básica de 2019, cuando los alimentos se encarecieron 3.2%, según el reporte del GCMA.
Actualmente se requiere como mínimo mil 644 pesos mensuales para que cada persona pueda costear su alimentación en zonas rurales en tanto en las ciudades la cifra llega a los dos mil 144 pesos per cápita.
El año comenzó con una tasa de inflación interanual de 7.91 por ciento, el nivel más alto para un enero desde hace dos años.
Esta ola inflacionaria tiene en jaque a muchos hogares que no logran entender porqué si el dólar está bajando se tienen que pagar muy caros los alimentos importados al igual que los combustibles. Algo no está funcionando bien pero nadie sale a explicar qué es lo que está ocurriendo.
Una familia de cuatro personas que residen en la Zona Metropolitana de Guadalajara debe destinar ocho mil 576 pesos mensuales para comer.
Las canastas básicas alimentarias incluyen alimentos de alta incidencia por su participación en el consumo total y esto son el maíz y sus derivados, pan, galletas, carnes, frutas y verduras, jugos, cereales, leguminosas, leche, quesos, huevos, aceites, azúcar.
Las amas de casa, que son realmente las mejores economistas del país son quienes día tras día hacen las compras del mercado, consideran insostenible los precios de la canasta básica.
En tiendas de autoservicio y mercados se ha visto reflejado un aumento en los productos de la canasta básica familiar.
Pero el problema inflacionario no es privativo de México. Otros países sufren contracción en sus economías que aún no se reponen del impacto de la pandemia del coronavirus que se inició a finales del 2019.
Solamente una reingeniería en los precios, abrirse más a los mercados y decisiones políticas permitirán al país salir adelante porque así como estamos el impacto en los estómagos será cada vez mayor.