De 3 nos comemos un taco cuando se trata de hablar de los aspirantes presidenciales. Entre Marcelo, entre Claudia y entre Augusto no se hace una persona que esté respetando los tiempos pre electorales y todos tienen ya un historial bastante cuestionable.
Empecemos con el primero en tiempo, el primero en aspirar. La historia de Marcelo es triste porque cuando gobernó la CDMX no fue malo, inclusive estuvo muy cerca de los votos de la clase media que nos mueven desde el PAN, tan así que Mancera llegó con gran parte de este capital político, pero su papel en la Línea 12 no sólo nos decepcionó a muchos, sino que salió corriendo a esconderse a Francia y ahora pretende que nadie se acuerde de lo sucedido y echarle la culpa a Claudia.
Por parte de Claudia Sheinbaum, ella tiene mil motivos en contra para que digamos que no queremos que sea Presidenta. Cómo Jefa de Gobierno arrancó bien, era firme, tenía rumbo, parecía que en la Ciudad íbamos a avanzar por el camino técnico, como tanto presumió, inclusive recuerden que ¡el color oficial era el verde! No el color guinda espantoso que hoy está en cada entidad gobernada por Morena. Pero después no sólo cambió su discurso tajantemente, sino que no supo manejar bien la Línea 12 y luego cada catástrofe que ha habido en el Metro, las feministas, la delincuencia, su mal trato a los alcaldes de oposición, y sus fallas en finanzas como quitarle dinero a los zoológicos y recortes presupuestales de todas las dependencias de gobierno. Claudia tenía todo para hacerlo bien, pero decidió ser la discípula ciega del presidente y perder esencia y la posibilidad de hacer un gobierno a la altura de sus aspiraciones.
Adán. Adán es política de la vieja escuela, y da miedo, da miedo porque se ve que es un hombre de armas tomar y que no va a aceptar fácil un no por respuesta. Adán llega porque Olga se mueve de posición y López Obrador necesitaba a un hombre de confianza. Y Justo es eso en lo que Adán se ha convertido. La verdad es que más allá de su lastimosa decisión de Adán de no asumir la muerte de 38 personas en un centro de inmigrantes es de las peores cosas que hemos observado, además de estar involucrado en movimientos cuestionables en ventas de propiedades del gobierno, operó el remate de bienes del estado, así como hectáreas de reservas territoriales a precios de regalo.
Estos 3 personajes, los 3, tienen algo que señalarse, ninguno de los 3 trae un valor agregado que nos haga creer que serían buenos generando democracia, equilibrios y respeto por todas las formas de pensamiento. Los 3 como hijos de López Obrador son y serán parte de esta lamentable herencia que la 4T le dejará a los y las mexicanas.
De los 3 la única que podría decir que tiene algo que aportar, sería Claudia y es genuinamente porque es mujer y este país ya se merece tener una Presidenta. Mi corazón está con Lilly Tellez. Ojalá lo logremos.