Ya son pocos los baby boomers que quedan dentro del ambiente laboral, esperan poder retirarse tranquilamente y le dejaron la pelea por la chuleta a los X, los millennials y los centennials, quienes forman más del 50% de la fuerza laboral desde el 2020, y representan poco menos del 30% de la población a nivel mundial, lo que los hace de momento la generación más numerosa del mundo.
Algunos boomers y X confunden a los millennials con los centennials y ponen a ambas generaciones como harina del mismo costal, pero son fundamentalmente diferentes en muchas cosas, incluido el trabajo. Disequemos las características de esta siguiente generación para poder entender mejor sus motivaciones y expectativas dentro del ambiente laboral.
La generación Z (o centennials) nació entre 1995 y 2010, así que si crees que eres millennial por nacer después del 94, piénsalo de nuevo. Una de sus principales características es que son 100% digitales, viven conectados a la tecnología, redes sociales, y pueden con más de dos pantallas al mismo tiempo.
No solo eso, también nacieron y crecieron en el contexto de la crisis económica, lo que de alguna u otra manera los hace ser muy maduros para su edad, autosuficientes, y creativos. Aprenden de tutoriales de internet, no conocen el olor a libro viejo porque prefieren la lectura digital, y desde la escuela las tareas y actividades ya comenzaban a ser online prácticamente en su totalidad, sobre todo con la pandemia.
También son comprometidos, tienen un alto sentido de la responsabilidad hacia la sociedad y hacia el planeta. Tienen mentalidad global en donde todo está interconectado, y no solo eso, sino que también están íntimamente ligados a la tecnología, no solo a nivel laboral, sino personal también.
En el trabajo, destaca su preferencia por trabajar en PyMES para adquirir experiencia y de ahí poder saltar a empresas más grandes, y conforme su experiencia aumenta, también lo hace su ambición. Si bien el salario es importante para ellos, lo es también el compartir los valores de su lugar de trabajo y sentir que contribuyen de alguna manera a mejorar la sociedad. No les gusta restringirse físicamente, porque las fronteras están desdibujadas gracias a su conexión innata con internet y la posibilidad de trabajar desde cualquier parte del mundo. Y no solo eso, también piensan en ser emprendedores y poder tener un negocio propio con la experiencia que obtengan.
Son de los colaboradores más colaborativos que puede llegar a tener una empresa, son muy creativos, flexibles y muy comunicativos. Y al tener una mejor relación con la tecnología, pueden representar un activo muy valioso en cuanto a la innovación y digitalización de su compañía.