ATAQUES A SEDENA

Los ataques a SEDENA son internos y externos

Si de por sí la SEDENA está lidiando con fuego amigo y traidores al Proyecto de Nación ¿por qué se siguen cometiendo errores tan básicos que suscitan agresiones al personal militar? | César Gutiérrez

Escrito en OPINIÓN el

El don de mando no se compra con dinero, el don de mando se ejerce con liderazgo, disciplina, tenacidad y el ejemplo diario. Cuando un comandante vende su dignidad, deja de ser comandante y se convierte en mercenario, cuando se abandona a las tropas solo se demuestra cobardía, debilidad y poco carácter. Este tipo de gentuza nunca debe liderar tropas, porque un verdadero comandante vela por ellas, toma decisiones difíciles y acepta la responsabilidad de las fallas. Que yo recuerde, en la Escuela Superior de Guerra y en el Colegio Militar no se forman delincuentes o se enseña el abuso de un cargo o poder ¿o acaso me equivoco? Por favor desmiéntanme. 

Sin embargo, las tropas han sido disciplinadas y no han externado su descontento por la enorme decepción de quienes debieran guiarlos a la victoria, mientras aquellos se vanaglorian de poder. En cambio, los de menor jerarquía, absorben el costo político de ser asesinos y hoy están detenidos en la prisión militar, esa es la cruda verdad.

En consecuencia, hay muchas interrogantes: ¿por qué se sigue permitiendo y no se les exige a las instituciones de persecución del delito y las de administración de justicia de cada entidad federativa que cumplan con su trabajo? Ahora bien, si se cuenta con estudios, mapas delictivos, políticas criminales, informes de inteligencia, etc. ¿por qué no se ha creado un sistema de prevención para evitar que las tropas tengan que caer en actos que terminan siendo un abuso de autoridad y en este caso reciente, de homicidio? Si bien es cierto que los soldados cometieron un delito, ¿qué pasa con quien planeó la operación? No se vale que se vanaglorie un grado y solo se entreguen fallas y errores. 

Si de por sí la SEDENA está lidiando con fuego amigo y traidores al Proyecto de Nación, quienes se sirven de la amistad y cercanía del Señor Presidente, ¿por qué se siguen cometiendo errores tan básicos? Esa omisión es la que ha provocado que se susciten las agresiones al personal militar, así como los casos de probable abuso de autoridad.    

Mi pregunta obligada es: ¿acaso el militar mexicano dejó de ser humano y tiene prohibido tener cansancio, sueño, hambre y sobre todo estrés para mantenerse alerta ante las agresiones? Al final, no es lo mismo pelearse con un kilo de papel y gritar por teléfono, que vivir en vivo y a todo color el estrés postraumático que dejan las secuelas por el alto índice de agresiones que viven las tropas día a día en ciertas áreas geográficas consideradas de extrema violencia. Muchos dirán, para eso son soldados, para eso los adiestraron y luego entonces, ¿por qué juzgarlos y sentenciarlos violando el debido proceso y sus derechos humanos?

Como lo ha venido realizando sistemáticamente el subsecretario de derechos humanos de la Secretaría de Gobernación, Alejandro Encinas, nuevamente se pone la gorra de Ministerio Público y la toga de Juez en contra del personal militar, usurpando así de cierta manera funciones que no le corresponden. Este funcionario viola el debido proceso, ante esta situación ¿cuál es la solución que propone la Secretaría de la Defensa Nacional para mantener en óptimas condiciones a su capital humano?  

El problema es que cuando los alcanza el retiro, ni el grado, ni los años de servicio son importantes, pareciera que los convierten en militares de tercera clase. Basta con darse una vuelta por las mañanas a la Dirección General de Seguridad Social, cuando aquellos militares retirados y pensionistas de la tercera edad están parados esperando ser atendidos y no es por culpa del personal que los atiende. En estos últimos años se ha incrementado el número de militares que pasa a situación de retiro y pensionistas, sumado a los trámites del personal que se encuentra en el servicio activo y el de la Guardia Nacional. Entendemos que esta situación representa una fuerte carga de trabajo, pero con un poco de inteligencia se pueden modificar y mejorar los procedimientos para atender con una mejor logística las nuevas necesidades, optimizándose el capital humano para que brinde un mejor el servicio en estas áreas:

1. Atención al público, que es raquítica. Por ejemplo para realizar la Constancia Provisional de Atención Médica tiene una vigencia, y es política que el militar retirado debe de realizar el trámite correspondiente de forma personal. Pero ¿qué sucede cuando esa Constancia está por caducar o está vencida y el militar se encuentra encamado e imposibilitado y no puede acudir a realizar el trámite? El personal que porta un chaleco para brindar orientación solo se limita a decir que el militar tenía que presentarse a realizar el citado trámite, dejando con la problemática y sin solución al derechohabiente, así es de incongruente e ilógica es la atención al público.

2. Se tardan dos meses para entregar una credencial, me pregunto ¿de qué sirven las herramientas y la tecnología con que se cuenta, en comparación de otras dependencias que hacen lo mismo para tramitar las vigencias de derechos?

3. La actualización de la hoja de trabajo de un expediente tarda de tres a cuatro horas (desconocemos por qué) pero lo que sí deja entrever es la ejecución de un procedimiento arcaico y desactualizado, el cual no responde a las necesidades que requieren hoy estos trámites. 

Nuestras tropas merecen el mayor de los respetos. El problema más grande es la ausencia de una mente brillante que pueda proponer una compensación garantizada para el personal retirado, en pocas palabras les vale madre, ya que esos oficiales y tropa que no pudieron ser jefes o generales, han quedado en el olvido y hoy tienen que trabajar como escoltas o guardias de seguridad privada al no contar con mayor preparación. Para comprender mejor esta idea, les daré este ejemplo: al momento de la desmovilización de los militares revolucionarios se les brindaron mejores prestaciones; precisamente para equilibrar la desigualdad por no haber estudiado o tener un oficio, ya que se enfrentarían a un nuevo mundo donde el paso redoblado nadie lo compra. Actualmente no existe en el Ejército un programa para aquel personal militar que pasará a situación de retiro y que hoy se enfrenta a una atmósfera diferente donde se es discriminado por no tener el rango de general.

Cabe señalar, que hoy no se cuenta con una tabla de haberes para el personal retirado, la cual muchos tratarán de evitar manifestando que cada caso es particular. Eso no es verdad, simplemente ahí es donde el pueblo mexicano se daría cuenta de la realidad en la que viven los militares retirados, los cuales después de una vida de servicios solo se han convertido en matrículas que causan bajas y altas. No se comprende por qué tanta frialdad y menosprecio si todo ese personal que está hoy en servicio, algún día llegará al retiro. Lamentablemente, solo cuando caen en desgracia como el Gral. Cienfuegos, es cuando llegan a vivir en carne propia la ansiedad, preocupación y tristeza de estar en el banquillo de los acusados y ser olvidado por aquellos que en su momento los adulaban, ¿Por qué un comandante tendría que olvidarse de su Tropa?

Por último, existe un viejo dicho que es muy cierto: "El hombre se acuerda de Dios y del soldado ante el peligro, y no antes. Cuando el peligro ha pasado, Dios es olvidado y el soldado despreciado".