ELECTROMOVILIDAD

La electromovilidad en México y la llegada de TESLA

Transitar hacia la movilidad eléctrica, es una apuesta que debemos hacer como humanidad para frenar el calentamiento del planeta, es nuestro compromiso intergeneracional. | Ximena Celis* y Andrik Rodrigo Rodríguez**

Escrito en OPINIÓN el

El calentamiento global es la mayor amenaza que la humanidad enfrenta en la actualidad. Sabemos que el aumento de la temperatura es provocado por las altas emisiones de gases y compuestos de efecto invernadero (GyCEI) que mayormente, por la actividad humana, son emitidas a la atmósfera. Es por ello que hacerle frente mediante medidas de mitigación, las cuales van encaminadas a reducir dichas emisiones, es fundamental. 

En ese sentido, la mayoría de los países mediante acuerdos internacionales, como el Acuerdo de París, han tomando acciones para disminuir estos efectos a través de diversas políticas, entre ellas, las que promuevan la movilidad sustentable y su electrificación. Gracias a esto, gradualmente la sociedad no solamente empieza a ser consciente de que su movilidad tiene un impacto directo en las emisiones de GyCEI que calientan el planeta, sino que ahora busca opciones en vehículos híbridos o 100% eléctricos a los autos convencionales impulsados por motores de combustión fósil. 

Dando contexto de nuestro país vecino, de acuerdo al Plan de Electrificación del Presidente de Estados Unidos, Joe Biden, que entró en vigor el 20 de enero del 2021 y que está alineado a las Contribuciones Nacionalmente Determinadas (NDC) de este país, se tiene como visión disminuir en un 50~52% las emisiones de CO2 equivalente. Asimismo, este plan está acompañado con impulsar a que todas las marcas de automóviles que se comercializan en el país, cuenten con el 50% del total de sus ventas en autos híbridos y/o eléctricos de cero emisiones. Esto se traduce a que las empresas automotrices deben sustituir en su parque vehicular los motores convencionales de combustión fósil e incluir motores eléctricos para el cumplimiento de dicho plan. 

Esta condición ha elevado la tendencia de las empresas automotrices en Estados Unidos a producir más modelos con estas características, usando esto como una ventaja competitiva, ya que los autos eléctricos requieren un mantenimiento menor, cuentan con una menor complejidad en sus motores a comparación de los autos convencionales, se disminuyen costos en su elaboración, entre otras virtudes más. Además, en el país vecino se ofrecen incentivos fiscales federales de hasta $7,500 dólares al comprar un auto eléctrico, buscando con ello, la transición progresiva de autos de combustión fósil a autos eléctricos.  

Es relevante mencionar que más del 80% de los automóviles producidos en México son exportados principalmente a Estados Unidos y Canadá, por lo que este tipo de tendencias repercute directamente en nuestro país. Hoy, con la reciente confirmación de la llegada de la Giga Factory TESLA, del CEO Elon Musk a México, la posibilidad de contar con un auto eléctrico en el país y su posible comercialización en América Latina es cada vez más factible. 

Si bien esta noticia ha venido acompañada de mucha controversia por los medios de comunicación y por la sociedad, cabe destacar que tiene que ser vista como un caso exitoso, pues la Secretaría de Relaciones Exteriores logró una negociación sin precedentes otorgando al país una inversión inicial de cinco mil millones de dólares y más de 6,000 nuevos empleos. Por otro lado, la llegada de TESLA traerá consigo decenas de empresas dedicadas a la industria de vehículos eléctricos, así como proveedores de energía (electrolineras).

Todo ello suma para que México pueda cumplir con la nueva NDC que anunció en la COP 27 sobre reducir a un 35% sus emisiones con respecto a su línea base para el 2030. En la nueva Estrategia Nacional de Movilidad Eléctrica (ENME) (instrumento dirigido a coordinar y liderar los esfuerzos en electromovilidad a nivel nacional, orientado a la mitigación de las emisiones GyCEI, mediante la transformación tecnológica y económica de la movilidad), sí bien promueve primordialmente la transformación del transporte público, se fortalece la normatividad referente a la eficiencia energética vehicular, tanto para vehículos ligeros como pesados, para así, disminuir la huella de carbono del parque vehicular y fomentar la transición hacia vehículos más eficientes, así como el fomento de programas de transporte limpio. 

Por lo menos en México y seguramente en otros países de la región, la mayoría de las personas siguen pensando que adquirir un vehículo eléctrico, más allá de saber que es un bien tangible a la contribución del medio ambiente, está acompañado de decenas de obstáculos tales como: precios no accesibles, centros de carga escasos, pocos incentivos fiscales, seguros extremadamente caros, autopartes difíciles de conseguir, entre otras; sin embargo, la llegada de la Giga Factory TESLA en Nuevo León, aporta elementos para comenzar a descartarlos, pues se tiene planeado producir un auto eléctrico que será comercializado en México y posiblemente al resto de América Latina. 

Se habla del “modelo 2” o “modelo Q” que se enfoca principalmente a un mercado con un poder adquisitivo medio alto, sin perder el estilo minimalista que tiene la marca, posiblemente se encuentren algunos factores económicos como motores menos potentes y quizá una autonomía promedio a la de otras marcas, teniendo un costo relativamente accesible que ronde entre los $25,000 USD, acompañado con toda la infraestructura que esté requiere, minimizando así costos de producción, mantenimiento y autopartes, creando mayores centros de carga (electrolineras), continuando y  aumentando la promoción de incentivos fiscales que este tipo de autos ya provee y que se promueven en la nueva ENME

Nos encontramos en el momento de actuar. Transitar hacia la movilidad eléctrica, es una apuesta que debemos hacer como humanidad para frenar el calentamiento del planeta, es nuestro compromiso intergeneracional, por nosotros y por las generaciones futuras, así que promovamos este tipo de transiciones y tomemos de ejemplo a los países que ya lo están implementando. 

*Ximena Celis Barquera

Coordinadora de Cambio Climático, en Política y Legislación Ambiental (POLEA). Maestra en Cooperación Internacional para el Desarrollo por el Instituto de Investigaciones Dr. José María Luis Mora y Maestra en Educación Ambiental por la Universidad ORT México. Cuenta con una licenciatura en Administración de Empresas por el Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey, Campus Ciudad de México, además de contar con estudios en la ESC Rouen, Francia. Cuenta con 10 años de experiencia trabajando en proyectos ambientales, sobre todo en temas de educación ambiental, ecotecnologías, agua, gobernanza y participación ciudadana, así como adaptación al cambio climático.

**Andrik Rodrigo Rodríguez Gómez

Especialista en la cadena de suministro principalmente en la industria automotriz con más de 7 años de experiencia en compañías de presencia global como Honda, CGR y Forvia, Egresado de la Universidad de Guanajuato, Campus Celaya-Salvatierra, en la Licenciatura en Administración, con Maestría en Alta Dirección Empresarial (MBA) por la Universidad de Alcalá, en Madrid España y participaciones con el Tecnológico de Costa Rica en sus encuentros anuales de investigación de empresas enfocado a estudios dirigidos a la responsabilidad social empresarial.