Con la reciente toma de la alcaldía Cuauhtémoc por parte de los “inexistentes granaderos”, se retrataron de cuerpo entero la regenta Claudia Sheinbaum y su contralor carnal, Juan José Serrano Mendoza. La primera, por una vez más violar la ley y refugiarse en su cantaleta de que la oposición mantiene una guerra sucia en su contra, cuando la única responsable de la caída a pedazos de su precandidatura es ella, no sólo porque su campaña es ilegal, sino porque dejó de darle mantenimiento al Metro gracias al austericidio presupuestal en el que lo tiene. Y Serrano, por violentar el Estado de derecho con tal de agradar ciegamente a su jefa.
Si ya sabían cómo era…
Desde su nombramiento, surgieron las voces que denunciaban el conflicto de interés que generaba el nombramiento de Serrano, pues, no sé si recuerdan –inhalen y exhalen–, fue abogado de un grupo de familias de las víctimas; sí, de los niños del Colegio Rébsamen, de 2017, cuando Sheinbaum fungía como delegada en Tlalpan.
Me imagino que están en shock y que lo necesitan volver a leer. Sí, el contralor de la CDMX de Sheinbaum fue el abogado de las familias que perdieron a sus hijos en el temblor de 2017, en Tlalpan, donde la hoy regenta despachaba como alcaldesa.
Pero el mayoriteo de los diputados de Morena en el Congreso de la CDMX se impuso, con proclamas de que se trataba de un perfil ciudadano que representaba la honestidad y la independencia política al no tener vínculo alguno con el gobierno de Claudia Sheinbaum. ¡Vaya cinismo!
Quien traiciona una vez, traiciona siempre
Siendo aún más clara, Serrano pasó de ser un litigante cualquiera a secretario del Gobierno de la CDMX sin ninguna experiencia previa en el servicio público y ningún mérito más que el de traicionar a las familias y niños del colegio Rébsamen que defendía.
Y así como traicionó a los familiares del Rébsamen al venderlos por un puesto en el gobierno, ahora Serrano ha traicionado a los capitalinos, porque lejos de atender su responsabilidad, se ha dedicado a cuidarle la espalda a la regenta.
Grillo de pacotilla
Y aunque no están para saberlo, déjenme platicarles que en 2022 fue denunciado ante el IECM por obligar y amenazar a su personal para que recabara y reclutara a personas para la consulta de revocación de mandato o, de lo contrario, lo iba a cesar del cargo, según el expediente IECM-QNA/012/2022, que el instituto local turnó al INE, presidido por Lorenzo Córdova (recuerden que el 26 de febrero hay que salir y marchar para defender la democracia y al INE).
La paja en el ojo ajeno
Durante meses la ciudad y buena parte de las instalaciones públicas, como las del Metro, han estado tapizadas con propaganda de la regenta, pero eso no es motivo de ninguna intervención de Serrano.
Lo que sí pudo localizar Serrano, de la mano de Sofía Karina Rosas Loza, contralora en la alcaldía Cuauhtémoc, fueron unas cajas en una de tantas oficinas que le permitieron tomar, por y con la fuerza pública, las oficinas de la alcaldía, así como transmitir en vivo la “diligencia” de búsqueda.
Tanto Serrano como la contralora dejaron a un lado, ya sin pudor alguno, la Ley de Auditoría de la CDMX, que los obliga a guardar secrecía en cualquiera de sus actuaciones y diligencias. Resultado: ambos enfrentan ahora una denuncia por privación ilegal de la libertad, ejercicio ilegal del servicio público y coalición de servidores públicos.
Por los resultados, puedo afirmar que el tiro le salió por la culata, pues la supuesta propaganda negra que acusa no es otra cosa que verdades de su gestión. Y aunque se esmere en negarlo, es más que evidente que está a un ‘metro’ de perder la candidatura. De haber un delito en la alcaldía Cuauhtémoc, sería si se imprimió con dinero del erario, y eso no se resuelve con granaderos.
O como diría La Doña, Sheinbaum se merecía unas cuantas frescas por estar saliéndose del huacal.
El colmo del cinismo
A la regenta parece que las tragedias o el dolor ajeno le vienen guangos, pues ha dicho públicamente que el derrumbe de la Línea 12 y que la muerte de una joven tras el accidente de la L-3 no le van a afectar en sus aspiraciones, por ser la candidata de AMLO.
Con decirles que quien está como víctima tras el accidente de la Línea 3, donde falleció triste y trágicamente Yaretzi Hernández, una joven con toda su vida por delante, es el Metro del impresentable y cómplice Guillermo Calderón. Sí, nuevamente leyó bien. La víctima en la audiencia frente al juez no es la familia de Yaretzi, sino el Metro. ¡Ah!, y el culpable es el conductor Carlos Alfredo. No, regenta; no, Guillermo Calderón, lo que están haciendo es demostrar que no tienen ni ética, ni principios o valores. Bueno, con decirles que le piden más dinero para resarcir el daño al conductor de la Línea 3 que a Emilio Lozoya. ¡Quihúboles con su congruencia!
Centavos
Sabía usted que Sofía Karina Rosas Loza, la denunciada contralora, firmó diversas “bajas” de dictámenes de responsabilidad de la Línea 12 cuando estaba al servicio del gris y acomodaticio David Vega Vera, el ex auditor superior de la CDMX, como se lo reporté en mi columna L12, “Tendrá el valor o le vale”.
Lo peor del caso es que todas las denuncias presentadas por la oposición en la CDMX están en manos de la más carnal de las fiscales, Ernestina Godoy, por lo cual, hasta el momento, nada ha pasado ni se ha investigado. Además, también existen muchas denuncias de las administraciones anteriores ante la Contraloría que interpuso la oposición y que este contralor carnal tendría que estar investigando, y nada.
Con mal sabor de boca…
Es como se quedaron los padres de familia que perdieron a sus hijos, ya que el evento de la semana pasada que organizó la regenta no lo hizo por gusto, sino por recomendación de la CNDH.
Finalmente…
¿Qué pensarán los familiares de las víctimas de feminicidios de ver que por un panfleto sí mandan granaderos y por sus hijas ni un solo elemento?
La columna de Lourdes Mendoza Peñaloza se publicó originalmente en El Financiero, reproducida aquí con autorización de la autora.
* Lourdes Mendoza Peñaloza es una periodista mexicana especializada en finanzas, política y sociales, con más de 20 años de experiencia en medios electrónicos, impresos, radio y televisión.