El lanzamiento de la plataforma #Mexicolectivo y su conformación como Asociación Civil ha generado comentarios desde grupos que tienen objetivos y tendencias muy distintas. El oficialismo se dedicó, desde el primer día, a atacar al colectivo e intentó meterlo en el costal de sus adversarios; la muy variable “alianza opositora” se fue en banda creyendo que es una organización política, y sus promotores de inmediato procedieron a invitar a su fiesta electoral.
Ninguno lleva razón.
Primero hay que entender que existen otras líneas de pensamiento que no son el radicalismo que cada día aumenta el nivel de polarización y odio en el país. Es el común denominador tanto del régimen como de la llamada “alianza opositora”. El problema es que los dos ven la realidad mexicana distorsionada por el interés ideológico-pragmático-electoral; la lucha por el poder.
#Mexicolectivo no es un partido político ni depende de los partidos. Es un colectivo de la ciudadanía que busca reunir y expresar sentimientos, identidades, problemáticas e ideas que aporten a un mejor país.
De ninguna forma es un mensaje en una botella lanzada al mar. Precisamente la construcción del consenso en la mayor amplitud posible que alcance todas las regiones de México es la fortaleza del mensaje para llamar a la acción a todas las personas en este país, sin ningún tipo de distinciones, incluyendo quienes tienen en sus manos la definición de políticas públicas, legislativas y presupuestales.
Escucharnos, respetarnos y utilizar el consenso para decir y plantear lo que deseamos para México y para quienes aquí vivimos. Unir voces y voluntades de los distintos Méxicos reflejados en cada persona.
Personalmente me involucré en #Mexicolectivo con la idea de que en cada persona hay un activista por un sinnúmero de causas, temas, ideas. Qué país maravilloso somos cuando caemos en cuenta de nuestras diferentes realidades, que necesariamente se vierten y resultan en diversidad de pensamientos.
Pues esa diversidad puede llegar al consenso para construir. Y dejar atrás las intenciones destructivas propias del odio, la apatía y exclusión.
Ciudadanas y ciudadanos activistas. Una imagen tan poderosa que ha sido el germen de revoluciones, de la evolución humana, de los sucesivos cambios sociales que nos han traído a la realidad social actual, y que puede mejorarlo todo.
Como todo colectivo, su fuerza es el conjunto y no la individualidad, aunque sean las individualidades su unidad de conformación. Por eso lo deseable es que cada día se fortalezca y crezca en el reconocimiento de cada vez más ciudadanía activista, que cada persona diga lo que quiere decir y exprese lo que quiere proponer.
Amigas y amigos de la política me cuestionaban sobre la utilidad de un documento, que fue precisamente el punto de partida, y sobre la utilidad de las ideas que fueran a ser plasmadas en posteriores documentos.
Me llamó mucho la atención que el día que me hicieron esas preguntas fue el Día de la Constitución. Un documento cuya utilidad no está sujeta a discusión.
Los documentos son síntesis de ideas, en el caso de #Mexicolectivo son expresión de esas ideas vertidas por personas, con todo lo que esas personas sienten, piensan, desean para nuestro país. Claro que tienen utilidad y valor, porque un proyecto de Nación no se sustenta en la nada ni estamos en los tiempos de que una sola persona nos diga a todos qué hacer y cómo hacerlo.
El proyecto de Nación que se está construyendo desde #Mexicolectivo tiene un valor adicional: todas las personas estamos invitadas. Que no existan en la ruta la polarización y el odio es un excelente principio.
Te invito a participar en mexicolectivo.com