Para que no se me atraganten así de saque, vayan por un pan o bolillo.
Les cuento que este flamante góber verde de San Luis Potosí no ha sido sentenciado por los delitos de delincuencia organizada y uso de recursos de procedencia ilícita. ¡Así como lo están leyendo! Así pues, hoy su calidad jurídica sería de procesado, pues nunca fue declarado inocente.
En la sentencia del amparo que le otorgó un tribunal unitario y de la cual tengo copia, el magistrado Ricardo Martínez Carbajal hizo constar que su delito debería ser reconfigurado por el MP a peculado, pues el dinero que se robó (nada más 209 mdp) era del municipio de Soledad, léase del erario.
Y –otro bocado de bolillo– que sí existen delitos que perseguir. O sea, que sí había materia para poder acusarlo por los abusos cometidos cuando fue presidente de dicho municipio conurbado a la capital potosina.
Ah, además, existe otro punto en el cual el amparo para descongelar sus cuentas le fue negado.
Les cuento
Es sabido el tema de las negociaciones políticas que se hicieron entre distintos actores para liberar a Ricardo Gallardo Cardona de las prisiones de máxima seguridad en las cuales estuvo preso desde enero y hasta diciembre de 2015, primero en Hermosillo, Sonora, y después en el penal de Ocampo, Guanajuato. Todo eso pasó por distintas instancias gubernamentales federales y por acuerdos en lo oscurito para beneficiar a quienes después ocuparían cargos tan importantes como lo fue el gobierno del estado de 2015 a 2021.
El asunto es que este impresentable góber del PVEM y su padre han tenido el control del municipio de Soledad de Graciano Sánchez desde 2009 a la fecha; así es, más de 13 años ininterrumpidos saqueando sin rubor alguno las arcas municipales del segundo municipio más importante del estado.
En 2015 lograron también ganar la alcaldía de la capital con Ricardo Gallardo Juárez al frente, misma que perdieron tres años después, no sin antes hacer de las suyas y llevarse indebidamente todo lo que encontraron a su paso.
I
Justicia selectiva
Y no lo digo al aire, ¡eh!, ya que existe constancia de más de una docena de denuncias penales presentadas en su contra, pero lo más lamentable e inexplicable es que aun cuando existen todas las pruebas y expedientes presentados, las fiscalías, tanto estatal como federal, simplemente no han hecho absolutamente nada para detener la corrupción que caracteriza a ese grupo autodenominado “la gallardía”.
¿Será que sus redes de corrupción llegan tan, tan alto?
La punta de la madeja…
Es muy reveladora, por decir lo menos. La denuncia presentada por el extitular de la UIF Santiago Nieto, quien en agosto de 2020 presentó ante la FGR una denuncia de hechos posiblemente constitutivos de delito donde acusa a los Gallardo (padre e hijo y otros familiares y cómplices, así como a 20 personas morales) de ejecutar “un elaborado esquema mediante el cual se desviaron cantidades millonarias de recursos de los municipios de Soledad de Graciano Sánchez y San Luis Potosí, ambos en el estado del mismo nombre. Dichos recursos, cuyo monto asciende, al menos, a 724,608,296.43 (setecientos veinticuatro millones seiscientos ocho mil doscientos noventa y seis pesos 43/100 moneda nacional)”.
Así nada más, 724 millones de pesos fueron enviados a favor de distintas empresas del ramo farmacéutico y de la salud, para lograr extraerlos de las arcas municipales y después inyectárselos a sus empresas. Seguro no me lo van a querer creer, pero, a pesar de todo y sin pena alguna, varias de esas empresas siguen hoy haciendo operaciones y negocios con el gobierno del estado.
Además de las denuncias penales presentadas por la entonces PGR (por allá de 2014), de la UIF (2020), del gobierno municipal de San Luis Potosí (2019) y de organizaciones de la sociedad civil en el estado (2018), fíjese nada más que en los Guacamaya Leaks de la Secretaría de la Defensa se tienen reportes de que esta fichita de góber está vinculado a grupos de la delincuencia organizada, quizá por eso SLP ocupa uno de los primeros lugares en percepción de inseguridad en todo el país.
Aliados mafiosillos
Y aunque así se expresó de ellos el presidente AMLO, en el gobierno federal y en la nada autónoma FGR simplemente ignoran las fechorías que han venido cometiendo a lo largo del tiempo. ¿Será quizá porque el gobierno de Ricardo Gallardo, perteneciente al Partido Verde, es aliado de la 4T? Veremos qué pasa en el 24, porque pues los verdes ya saben cómo son y cada día se escucha aún más fuerte que el tucán traicionará a su hoy socio electoral, AMLO, y se irán con la oposición.
De lengua me como un taco
Independientemente, también les cuento que el góber se avienta discursos, un día sí y el otro también, acerca de combatir frontalmente la corrupción.
En fin, Gallardo es ejemplo de personajes políticos que saben muy bien utilizar los hilos del poder para conquistar espacios que, de otra manera, no lograrían jamás; ataca a sus adversarios desde el gobierno, utilizando a su antojo a los medios de comunicación; achica a la oposición con amenazas o la corrompe a través de dinero público; chantajea a presidentes municipales con dejarlos fuera de los presupuestos gubernamentales; aborrece la transparencia y la rendición de cuentas; ignora las leyes y el respeto a los demás poderes del estado; ve y maneja a los diputados del Congreso local como títeres manipulables e instrumento de sus intereses; utiliza a la fiscalía local como herramienta de persecución política… En fin, parece que esta historia se repite en varios lugares y se vuelve cada vez más el sello de un nuevo régimen.
Compartieron pupitre con los hijos de Montiel
O cómo entender la forma exponencial en que ha crecido su patrimonio desde 2009 a la fecha. Para abrir boca, les puedo ir adelantando que han desbancado a doña Julia Abadala –no coma aguacate porque hará muina–… sí, al impresentable de Bartlett como el zar número uno inmobiliario, al tener, ellos, más de 100 bienes inmuebles que han sido adquiridos en poco más de 13 años desde que incursionaron en la política.
Por supuesto, no se corresponde de ninguna manera con sus declaraciones patrimoniales y con los ingresos reportados de sus supuestos negocios.
Alguien investigará su patrimonio. ¿Será que la fortuna que han conseguido amasar será devuelta a los potosinos, ya que proviene de hechos de corrupción?
Esta historia, que dibuja a un México donde los políticos siguen abusando del poder hasta que caen de la gracia de los nuevos poderosos y les es levantado el manto de impunidad, no acaba con esta entrega.
Por lo que, y como en capítulo de novela del Canal de las Estrellas en viernes, continuará…
La columna de Lourdes Mendoza Peñaloza se publicó originalmente en El Financiero, reproducida aquí con autorización de la autora.
* Lourdes Mendoza Peñaloza es una periodista mexicana especializada en finanzas, política y sociales, con más de 20 años de experiencia en medios electrónicos, impresos, radio y televisión.