Nunca antes se había visto una huelga de odio sostenida por el propio Estado; pero tampoco se había concebido que en el gobierno de Andrés Manuel López Obrador ocurriera un acontecimiento tan vergonzoso como la prolongada huelga desde hace tres años en la agencia gubernamental Notimex.
Hemos sido testigos de cómo la directora de Notimex, Sanjuana Martínez, se ha encargado de denostar sin pruebas a los trabajadores en huelga, principalmente a Adriana Urrea, secretaria general del SutNotimex, quien ha defendido de manera incansable y honesta su movimiento.
Sanjuana, en el momento en que fue ungida como directora por decisión presidencial, algunos dicen que, por petición de la directora del diario favorito del gobierno, se sintió y operó como si fuera propietaria de esa agencia gubernamental. Empezó a despedir a todos los trabajadores que venían de administraciones “del pasado”.
Inició Sanjuana despidiendo a todos los corresponsales extranjeros, algunos con antigüedades de 25 y hasta de 36 años. Nunca fueron reconocidos sus servicios como trabajadores a pesar de su labor ininterrumpida.
Rodolfo Rivera Vázquez, corresponsal en Venezuela para la agencia mexicana y con 19 años de antigüedad, falleció en la pobreza y en el abandono, sin razón, por parte del Estado mexicano. Las autoridades laborales resolvieron en favor de don Rodolfo después de haber fallecido, por lo que nunca se resarcieron en vida los daños causados.
Sanjuana despidió a más de un centenar y medio de reporteros, incluso a una de ellas en pleno embarazo por defender sus derechos de libertad sindical. La señora directora, como si fuera parte del peor clan patronal, formó su propio sindicato y pisoteó el Contrato Colectivo vigente, desconociendo así cualquier obligación colectiva.
Fue así como el SutNotimex, saliendo de los escombros, estalló la huelga el 21 de febrero de 2020, en pleno inicio de la pandemia. Sanjuana nunca consideró que la Secretaría del Trabajo, estando como titular Luisa María Alcalde, respetaría el movimiento, que fue declarado legalmente existente, no obstante las rabietas de la directora.
A pesar de la huelga, violando toda norma legal, Sanjuana ha seguido recibiendo recursos del Estado, desde el estallamiento de la huelga: 222 millones 382 mil 820 pesos en forma anual, de acuerdo con datos de la Secretaría de Hacienda.
Dinero público que le ha permitido a la señora Sanjuana seguir cobrando sus 130 mil pesos mensuales de manera religiosa, y continuar twitteando cómodamente desde Monterrey, Nuevo León, y pagar a un equipo incondicional de esquiroles, para así aparentar seguir operando.
Cuando le preguntan sus admiradores a Sanjuana, ella pareciera responder: La huelga me la paso por el arco del triunfo, y se carcajea.
Este martes 21 de febrero cumplió tres años la huelga de Notimex, la peor vergüenza de este régimen.
A pesar de que la ley obliga a los patrones a otorgar seguridad social durante la huelga, han sido mil noventa y cinco días sin otorgarles este beneficio a los huelguistas de Notimex. El Reglamento de la Ley del Seguro Social en Materia de Afiliación, Clasificación de Empresas, Recaudación y Fiscalización señala en su párrafo segundo del artículo 10 que:
“Artículo 10. (…)
El Instituto mantendrá vigentes los derechos de los asegurados durante el tiempo que dure el estado de huelga para efectos del otorgamiento de las prestaciones médicas...”
Trabajadores huelguistas sufrieron enfermedades, algunas muy graves, muertes de familiares y, a pesar de la obligación gubernamental de otorgar seguridad social, han tenido que atenderse por sus propios medios.
La señora Sanjuana Martínez es directora de la agencia Notimex, pero se siente la dueña de ésta. Al propio Secretario de Gobernación no le toma las llamadas telefónicas, porque presume tener derecho de picaporte con el presidente de la república.
Las mesas de negociación que se han intentado llevar en la Secretaría del Trabajo y en Gobernación han sido un fracaso porque la señora Sanjuana Martinez no se digna a presentarse.
Incluso ha desconocido a sus propios consejeros, como al Doctor Hugo Italo Morales, quien el 8 de septiembre de 2022, en su nombre, aceptó que se ofreciera, de parte de la Agencia noticiosa, levantar la huelga y reinstalar a todos los trabajadores sin condición alguna.
Ofrecimiento del que fui testigo, estando presente el abogado y la Administradora de la Agencia Notimex, quienes avalaron dicha propuesta, así como la licenciada Irma Margarita Barón Leal, Secretaria General de Acuerdos, Conciliación y Asuntos Colectivos de la Junta Federal de Conciliación y Arbitraje y el licenciado Víctor Villegas, jefe de Conciliadores de la misma instancia.
Después del ofrecimiento que hiciera el Dr. Hugo Ítalo Morales, la señora Sanjuana Martínez dio por terminada su relación profesional y desconoció cualquier ofrecimiento, a pesar de haberlo avalado con anterioridad.
Ahora se ha anunciado una reunión convocada por las Secretarías del Trabajo y de Gobernación, el vocero presidencial y la señora Sanjuana. Es recomendable que la directora no siga usurpando decisiones que empañan la imagen gubernamental. Debe tomarse una decisión de Estado, demostrando, sin que quede duda, que la función gubernamental es respetar los derechos de los trabajadores, más aún los de aquellos que están bajo su potestad, como los de Notimex.
Hay que preguntarse si es admisible que el gobierno federal avale una política pública de odio en contra de los trabajadores en huelga de Notimex, o bien si su deber es respetar los derechos laborales.
Es tiempo de cerrar este capítulo vergonzoso de este gobierno levantando la huelga, reconociendo a SutNotimex como única organización titular del Contrato Colectivo y reinstalando a todos los trabajadores despedidos, pagando sus salarios caídos. No hay otro camino.