El pasado fin de semana fueron los cierres de precampaña en el estado de Coahuila, y para sorpresa de nadie los contendientes echaron toda la carne al asador para mostrar el músculo y confirmar en sus respectivos eventos lo que tanto nos repiten las encuestas.
El que sin lugar a duda se llevó el fin de semana fue Manolo Jiménez, pues a decir de los medios de comunicación, redes sociales y de quienes lo acompañaron en su evento, fueron más de medio millón de ciudadanos quienes acudieron a las urnas para ratificar que Manolo Jiménez será el candidato aliancista a la gubernatura de Coahuila. Los números no son nada despreciables, también son una muestra de la capacidad de movilización que mantiene el PRI en Coahuila.
El trabajo hecho por el actual gobernador Miguel Riquelme, quien es uno de los gobernadores priistas mejor calificados de los últimos años, es un factor determinante para que su partido se mantenga dentro de la preferencia electoral de los coahuilenses.
Por otra parte, en Coahuila se desplegaron algunos de los liderazgos priistas que más experiencia tienen en la operación territorial, tal es el caso de Rubén Moreira, que no solo es ex gobernador de la entidad y coordinador de bancada del PRI en la cámara de diputados, sino uno de los operadores políticos más aguerridos que tiene el revolucionario institucional.
Manolo Jiménez demostró, por lo menos en este fin de semana, lo que dicen la mayoría de las encuestas, que va al frente en la contienda y que es el rival a vencer.
Por su parte Armando Guadiana organizó su cierre de precampaña en la Plaza de Toros Armillita en el municipio de Saltillo, ahí se dieron cita las huestes morenistas para brindarle su apoyo. Si bien es cierto que el lugar lució bastante lleno, no alcanzó a permear como la jornada priista. MORENA no es tan fuerte en Coahuila como lo es en otras partes de la república y lo cierto es que la división interna les sigue jugando en contra para alcanzar a desplazar al priismo coahuilense.
Ricardo Mejía dedicó su cierre de precampaña más a una batalla interna que a motivar de manera positiva a sus seguidores, pareciera que por su parte veremos una campaña de encono y resentimiento, más que de propuesta y gobernabilidad. Sus líneas fueron dedicadas a los Moreira, Mario Delgado y a Armando Guadiana.
El cierre de las precampañas en Coahuila fue una radiografía clara de cómo pintan el panorama electoral en la entidad, entre las disputas al interior de MORENA que propiciaron la salida de Ricardo Mejía y la precandidatura de Guadiana después de alargar la publicación de los resultados de la encuesta interna, los mantiene débiles ante un priismo que está engrasando su maquinaria para no perder uno de los últimos estados que gobierna.
En el PRI no hay sorpresas, ya se sabía desde hace tiempo que a Manolo Jiménez lo habían formado y preparado para ser el sucesor a la gubernatura del estado, cuenta con la bendición de la dirigencia nacional, la del gobernador y la de Rubén Moreira.
Coahuila está cada día más cerca de tener que elegir a quien será su nuevo gobernador, y como pintan las cosas se mantendrán como territorio priista, no se ve fortaleza en los otros partidos como para ganar la contienda.